Un Staffordshire bull terrier mató a su dueño desgarrándole la laringe entre sus mandíbulas. Una investigación del forense revelaría que el comportamiento del perro, llamado Mayor, podría haber sido provocado por la ingesta de cocaína y morfina, informa The Guardian.
Los hechos ocurrieron mientras un equipo de la BBC grababa un documental sobre drogas frente a la casa del fallecido, Mario Perivoitos. Al parecer, el perro pudo ingerirlas al encontrarlas por la casa.
Nicholas Carmichael, toxicólogo veterinario, declaró que las pruebas de orina del perro indicaron altos niveles de cocaína y morfina: “Es muy probable que este perro haya consumido drogas, probablemente las haya comido. Es casi imposible decir si eso haría que el perro atacara, pero sí los hace responder anormalmente. Se ponen muy excitados y agitados. Es más probable que este ataque ocurriera porque este perro había tomado cocaína”.
Fue el periodista Joshua Haddow quien liberó a la víctima de Major, pero ya era demasiado tarde y Mario se desangró. El perro tendrá que ser sacrificado.
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