puerto de la cruz

SOS para el colorido mural del artista Ro.Ro en la calle Mequinez

La intervención, de carácter efímero, forma parte de la segunda edición de Puerto Street Art, realizada en 2014 y tres años después presenta un importante deterioro en la pintura
Todo aquel que pasa por el número 4 de la calle Mequinez percibe el deterioro del mural de Ro.Ro. Andrés Gutiérrez

Fue el último mural que hizo por encargo y tres años después la pintura está descascarándose poco a poco. Además de ser el estribillo de la canción pirata más famosa de todos los tiempos, ‘Ron ron ron la botella de ron’ es el nombre de la obra que el artista Roberto Rodríguez, Ro.Ro realizó en septiembre de 2014, en la segunda edición de Puerto Street Art, el museo de arte efímero enclavado en pleno casco histórico del barrio de La Ranilla, y que ahora pide a gritos que se restaure.

“Creo que fue por la mala imprimación que le dieron, porque no se debe al salitre ni a otro motivo sino a que la pintura que utilizaron era de mala calidad”, declara el artista.

Es la única de todas las intervenciones que está a pie de calle ya que el resto, que además de estar en perfecto estado, se encuentra en las fachadas de las viviendas. Ello, unido a que sus dibujos, playmobiles piratas y princesas, tienen un potente colorido, llaman la atención de las personas que pasean por la calle Mequinez.

Su deterioro ha provocado una reacción inmediata en la ciudadanía en las redes sociales para pedir que se arregle y que retirasen los contenedores que hasta hace poco tiempo se encontraban pegados a la pared, un requerimiento que fue satisfecho y en su lugar se instalaron otros soterrados.
“El mural se ha ido muriendo pero la gente tampoco ha respetado el entorno. La idea era hacer algo bonito para tratar mejor una pared a la que todo el mundo va a hacer sus necesidades en Carnavales. Pero lejos de conseguirlo, se acumula basura de los comercios, restaurantes y casas aledañas”, sostiene.

Si bien es cierto que al tratarse de arte efímero no cabe la posibilidad de que se restaure, pero en este caso ha pasado poco tiempo para presentar el deterioro actual. No obstante, Ro.Ro no descarta realizar una intervención nueva en el lugar. “Me gustaría plasmar allí la primera idea que tuve para esa pared”, confiesa, que además nació con un objetivo concreto: que los niños se acercaran allí, se hicieran selfies y la pudieran tocar, ya que se trata del mundo del juguete, con el que ellos están familiarizados.

El muralista, que es profesor de Educación Plástica y Visual del Colegio Nazaret de Los Realejos, pensó incluso en la posibilidad de que trabajaran allí alumnos de un instituto bajo su supervisión, “pero no sé si estará en la filosofía del gobierno eso2, dice.

Al ver la reacción que suscitó la imagen del mural y los comentarios en las redes sociales, los grupos políticos del PSOE y la Asamblea Ciudadana Portuense se pusieron en contacto con él. También lo hizo la concejal de Cultura, Sandra Rodríguez (CC), quien se disculpó con el artista con el que espera contar incluso para proyectos futuros.

La pared forma parte del solar donde se ubicaba el antiguo matadero, que albergará el laboratorio ciudadano Puerto Lab, una iniciativa incluida en la estrategia cultural de la ciudad como base para la proyección turística. “De acuerdo a lo que se defina, y se decida si se mantiene o no la pared, lo tendremos en cuenta para este proyecto y para cualquier otro dado que es su sello en Puerto Street Art”, afirma la primera teniente de alcalde.

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