La comisaría de una Policía Local tinerfeña se convirtió inesperadamente en una sede oficial de la Policía Nacional el pasado viernes a cuenta del rodaje de una película. El insólito hecho no pasaría de lo meramente anecdótico si no fuera porque tal comisaría era nada menos que la del Puerto de la Cruz, ubicada en la céntrica plaza de Europa y estaba ¡abierta al público! Los hechos que nos ocupan, que tuvieron lugar en el turno de tarde-noche, motivaron alguna anécdota que otra, por cuanto el desconcierto cundió entre los vecinos, que incluso llegaron a preguntar a los policías locales si realmente eran servidores de la Ley o figurantes de la película. Precisamente, uno de esos vecinos se sorprendió tanto que alertó a este periódico sobre lo que había acaecido.
Para realzar la impostura, incluso se utilizó un coche patrulla de la Policía Nacional, aparcado estratégicamente (para el tiro de cámara, claro) frente a la tan inesperada como breve dependencia de los nacionales.
Aunque lo surrealista del equívoco habría hecho las delicias del añorado Luis García Berlanga, lo cierto es que el rodaje en cuestión obedece a una producción danesa llamada Happy People (Gente feliz). A pesar de lo optimista del título, su argumento está relacionado con uno de los principales quebraderos de cabeza para la seguridad en Canarias hoy: los ahogamientos.
En su día, el Ayuntamiento portuense desveló que el filme versa sobre la pareja “Adam y Louise, de 40 años, que durante unas vacaciones en Tenerife pierde a su hijo Lucas, de 10 años. Lucas se supone ahogado, pero su cuerpo nunca ha sido encontrado. Cinco años después de la tragedia, Adam y Louise regresan al Puerto de la Cruz. Cada uno tiene su propia manera de hacer frente a la pérdida de su hijo. Mientras Louise intenta moverse, Adam busca a Lucas, quien se niega a creer que está muerto”.
Resta añadir que, al anunciar el rodaje, el Ayuntamiento ya señaló que le daría todo tipo de facilidades.
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