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El Archipiélago es un ejemplo para la UE de actuación ante las migraciones

La presidenta del Parlamento regional, Carolina Darias, presenta el informe ‘Movimientos mixtos de población y derechos humanos: una respuesta civilizada’, resultado de un trabajo en el marco de la Calre
Foto de familia del grupo de trabajo de Movimientos Migratorios y Derechos Humanos. Menores Extranjeros no Acompañados, en el patio del Parlamento canario. Fran Pallero
Foto de familia del grupo de trabajo de Movimientos Migratorios y Derechos Humanos. Menores Extranjeros no Acompañados, en el patio del Parlamento canario. Fran Pallero
Foto de familia del grupo de trabajo de Movimientos Migratorios y Derechos Humanos. Menores Extranjeros no Acompañados, en el patio del Parlamento canario. Fran Pallero

La presentación del informe titulado Movimientos mixtos de población y derechos humanos: una respuesta civilizada, en el marco del grupo de trabajo sobre Movimientos Migratorios y Derechos Humanos de la Conferencia de Asambleas Legislativas Regionales Europeas (Calre), fue “intencionadamente diseñada” para que coincidiera con el 18 de octubre, que rememora la firma, hace 56 años en Turín, de la Carta Social Europea. Meses atrás, la presidenta del Parlamento de Canarias, Carolina Darias, planteó en el Comité Permanente de la Conferencia de la Calre que esta fecha fuera declarada como día internacional. Antes de que Darias lo mencionara ayer en una rueda de prensa compartida, su homólogo de Andalucía y presidente a su vez del organismo supranacional de la UE, Juan Pablo Durán, felicitó a los organizadores por ello.

Al inicio de la jornada inaugural -los actos prosiguen hoy en Las Palmas de Gran Canaria-, Carolina Darias manifestó: “Es posible dar una respuesta civilizada a los retos que plantean los grandes movimientos mixtos de población. Este es el primer paso en una política de civilización cuyo horizonte viene marcado por los objetivos para un desarrollo sostenible”.

Además de Durán, la acompañaban el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo (en el comienzo); el de la Junta General del Principado de Asturias, Pedro Sanjurjo; la presidenta de la Asamblea de Extremadura, Blanca Martín, así como representantes de otros parlamentos regionales europeos, de las organizaciones participantes y miembros de los grupos parlamentarios, Mesa y Junta de Portavoces de Canarias.

La copresidenta de este grupo de trabajo se refirió a la importancia de un fenómeno que en 2015 afectó a más de 244 millones de personas que abandonaron su lugar de origen. Recalcó que en la actualidad se contabilizan 65,6 millones de personas desplazadas por la fuerza, de las que más de 22,5 millones son refugiados, 10 millones apátridas y 189.900 reasentados. Carolina Darias precisó que estos desplazamientos no son un suceso natural, sino que son “una consecuencia del comportamiento humano y, como tal, podía haberse evitado”.

En el documento se reclama una Unión Europea “más comprometida con los flujos migratorios”, y se pone a Canarias como ejemplo para afrontar los problemas. “O se trabaja en origen o no habrá nada que hacer”, arguyó Darias al elogiar lo hecho durante la denominada crisis de los cayucos de 2006. Darias, Clavijo y Durán convinieron en que la colaboración entre todas las administraciones públicas sirvió para encontrar soluciones.

Durante su exposición, Carolina Darias incidió en que no hay un solo modelo para comprender todas las circunstancias que originan esos desplazamientos, y detalló que para realizar este informe se han utilizado cuatro: geopolítico, socioeconómico, ecológico y sociolaboral. La presidenta apuntó a “una respuesta civilizada que se base en el derecho, pero sobre todo en la Declaración Universal de Derechos Humanos”, y, al respecto, abogó por la política para afrontar los problemas: “La política constituye la palanca social más potente”. Darias llamó a avanzar en “un modelo de gobernanza basado en la cooperación, de forma que se trabaje en origen, puesto que la cooperación internacional es fundamental para resolver los problemas. Sin pretender rasgarse las vestiduras, Darias dio un tirón de orejas a los Estados, porque “en muchas ocasiones son las entidades sociales las que realizan acciones como pasillos humanitarios”. Asimismo, animó a las asambleas regionales a que presenten iniciativas legislativas que sean asumidas por el conjunto.

Entre las conclusiones, el texto recoge que las personas migrantes “son de culturas diferentes y tienen aspiraciones distintas”. En tales circunstancias, plantea un retorno voluntario para quienes no logren integrarse en las sociedades de acogida, pero “nunca” para el colectivo de los refugiados.

Carolina Darias y Juan Pablo Durán reivindicaron una Unión Europea “más comprometida”. En la comparecencia ante los medios de comunicación, el presidente de la Calre censuró que la UE no exija cumplir sus resoluciones: “España aceptó recibir a unos 17.680 refugiados y ha llegado menos del 11%”. En contraste con el panorama general, Durán valoró el esfuerzo realizado por la Junta de Andalucía.

La conferencia de asambleas alertó del “éxodo planetario” de población y de una “grave crisis humanitaria”. En consecuencia, pidió a las autoridades comunitarias más “cooperación internacional” y respuestas de tipo global. “Hoy hay más desplazamientos de personas en el mundo que nacimientos”, enfatizó Carolina Darias.

En la apertura, Fernando Clavijo lamentó que se “rehúya” el debate sobre los refugiados, que es “urgente y prioritario” porque se trata de un “drama de dimensiones gigantescas”. Desde su perspectiva, “ahora se vive en otras partes de Europa la misma soledad que padeció Canarias, donde la reacción fue “ejemplar”, aseveró, “pese a la falta de medios y competencias”.

A modo de colofón, representantes de las entidades International Peace Institute (IPI), Acnur-España y Servicio Jesuita a Refugiados en Europa relataron sus casos de buenas prácticas en el ámbito de los movimientos migratorios. Las experiencias giraron en torno a la estrategia coordinada para afrontar la llegada masiva de embarcaciones a las costas del Archipiélago, que definieron como un precedente de actuación integral y sostenida en la Unión Europea.

Una exposición a pie de calle testimonia, hasta el 3 de noviembre, la labor periodística.

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