otras coordenadas

Exposición misógina

Hay ocasiones en que la realidad supera la ficción. Hoy con la exposición clausurada en TEA, Pintura y poesía. La tradición canaria del siglo XX, que ha acabado enredada en una de las actuales guerras menores, el conflicto del género, tildada de misógina y con ello clausurada. Cuando estaba previsto su paseo durante un año, por Gran Canaria (La Regenta), Lanzarote (Museo de Arte Contemporáneo) y Fuerteventura (Centro Juan Ismael y Casa Los Capitanes). Luego de estar expuesta en Tenerife tres meses, donde la inauguró la consejera regional de Turismo y Cultura, María Teresa Lorenzo, hoy cesada.

La misoginia (aversión u odio a las mujeres) no creo que haya sido conformadora del proyecto expositor del TEA. Y no me preocupa tanto el confuso, populista, pueblerino e inconsistente argumentario del colectivo feminista Artemisa, reforzado en el manipulable eco de internet, cuanto la Carta Abierta al Presidente del Gobierno, sobre mujer y arte en Canarias, de la que, vistos sus más de 40 firmantes, número trágico, debiéramos exigirles unas reflexiones algo más sensatas. Su manifiesto-programa parece estar escrito en las oficinas orwelianas del Ministerio de la Verdad, donde, en su neolengua, reducen el pensamiento a la anécdota y juzgan y condenan por anticipado, basados en valores no artísticos, no culturales y no ciertos. El arte, como toda construcción social, es fruto de su época y entorno económico. Con la estadística, dos datos. La Biblioteca de Artistas Canarios, iniciada en 1991 y con 54 títulos hasta 2017, tiene cuatro mujeres, el 7,4% de la muestra: Lola Massieu, Vicky Penfold, María Belén Morales y Concha García. Nuestra exposición misógina, 3 mujeres de 40, esto es, el 7,5%, María Belén Morales, Maribel Nazco y Maud Bonneaud. Que la expo pudo, en base al principio de discriminación positiva de las leyes de género, impulsar el papel de la creación femenina y su representación en esta, sin duda deseable, pero secundario. Me asombra la frescura con que se despachan Artemisa y la Carta Abierta, adjetivando de contrario. Si aplicáramos el principio de reciprocidad, propio de relaciones humanas adultas, son sonrojantes e ilegales sus juicios, por lo que omito su reproducción.

Los comisarios fijan contenidos y calidad. Fernando Castro Borrego (Santa Cruz de Tenerife, 1949), catedrático de Historia del Arte de la ULL, máximo especialista mundial en la figura de Óscar Domínguez, director de la Colección de Artistas Canarios, coordinador de Arte y Pensamiento en el Cristino, asesor en el Patronato del Reina Sofía, entre otros méritos, y Andrés Sánchez Robayna (Santa Brígida, 1952), catedrático de Literatura Española en la ULL, donde montó el Taller de Traducción Literaria. Ha recorrido entre 1995 y 2010 el mundo, y cuenta con una reconocida obra poética. Leí su Espejo de Tinta-Antología 1970-2010, lo recomiendo al feminismo para que valore su sentido y sensibilidad.

Alfonso González Jerez, Cecilia Domínguez y Rosario Miranda han hecho un sólido y ajustado análisis de la expo, alejados de los populismos reductores. Bajo la careta del manipulado feminismo, la naturaleza de las artes en Canarias. Enfrentadas en lo público, entre el modelo del todo subvencionado, igualitario, clientelar y dirigista, contra el espíritu creativo, innovador y propio, que cualquier artista defiende, máxime cuando todos ellos son de sexo complejo. Mi opinión sobre la expo, que he visto cuatro veces, muy positiva. Lo que me preocupa son las derivas tribales, las lecturas desde el exterior de Canarias y el atropello sobre los 40 artistas de la muestra, a los que nadie ha pedido opinión, al igual que a las numerosas instituciones comprometidas. Infantil.

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