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“El Gobierno de Cataluña ha adoctrinado el enfrentamiento social”

Desde que dejó la vida pública, en 1996, Carlos Solchaga está privado. Este ministro de Felipe González (1982 -1993) echa números y se da cuenta de su satisfacción al pie de la letra. En el desayuno de la Fundación DIARIO DE AVISOS no estuvo descafeinado

Desde que dejó la vida pública, en 1996, Carlos Solchaga está privado. Este ministro de Felipe González (1982 -1993) echa números y se da cuenta de su satisfacción al pie de la letra. En el desayuno de la Fundación DIARIO DE AVISOS no estuvo descafeinado.

¿El desafío del soberanismo catalán es lo más preocupante en España durante los últimos cuarenta años, como ha manifestado Felipe González?
“Desde luego, es uno de los grandes desafíos a la democracia española. Pero no fue menos, y muchísimo más cruel, el que representaba el intento de ETA militar de acabar con la democracia española y, sobre todo, de asegurar una supuesta independencia del País Vasco. Planteado de otra manera, en un terreno donde la violencia es   prácticamente inexistente, este es uno de los grandes desafíos a la democracia que se ha venido construyendo en los últimos cuarenta años de manera ejemplar y que ha mantenido niveles de convivencia notables”.

¿Cómo se ha cerrado ese capítulo, el del País Vasco?
“Bueno, se cerró de la mejor manera, que fue cuando ETA decidió que no iba a seguir atentando contra los poderes del Estado, contra los ciudadanos, en general porque creía que la lucha a través de la vía armada no tenía ningún sentido. Fue una gran victoria de la democracia frente a los violentos. Por supuesto, eso no quiere decir que en el País Vasco no existan independentistas. Sí, que un procedimiento que es ilegal, que violenta las leyes de convivencia de los españoles ha sido dejado a un lado. Y, en ese sentido, hay muchas razones para felicitarse por cómo ha ido evolucionando la situación: ha desaparecido el miedo, la gente vive mucho más tranquilamente… En Cataluña esto nunca se ha planteado así, pero es evidente que la utilización por parte del Govern de todos sus medios de información de una manera doctrinaria con el fin de crear un ambiente en favor de la independencia, acusando a España y al resto de los españoles, contando mitos extraños sobre la historia de Cataluña, ha llevado a un enfrentamiento social, que ahora está relativamente larvado por una sencilla razón: porque quienes quieren imponer sus criterios y llaman fascistas, españolistas o franquistas a los que no piensan como ellos no han sido contestados”.

Referéndum

¿El 155 de la Constitución es un artículo maldito?
“La verdad es que no. Es un artículo puramente instrumental según el cual, cuando una Comunidad Autónoma no está haciendo frente adecuadamente a lo que es el ejercicio de sus competencias, el Estado, por razones superiores, puede readsorberlas durante un tiempo determinado. Suele ir revestido de cierto dramatismo, pero no es cierto. De hecho, hay gente sensata que entiende que el artículo 155 se podría haber aplicado ya. Yo estoy entre los que piensan que no sería nada raro que después del día 1, y habida cuenta de esa confusión política que va a quedar, se aplicara ese artículo”.

¿Hay algún caramelo que contente a los nacionalistas?
“Uno no puede, si es un auténtico demócrata, hacer caso omiso cuando una población que cree tener raíces comunes o que participa de un pasado común, aunque a veces esto sea simplemente imaginación histórica, decide que quiere ser consultada sobre esto. Creo que tienen derecho a ser consultados. Para eso, como nuestra Constitución en principio lo prohíbe, habría quizá que modificarla. Si, como pasa en Cataluña, hay un porcentaje muy elevado de la población que quiere plantear eso, habrá que ver cómo. No de esta manera, unilateral y fuera de las leyes. En todo caso, lo que hay que comprender es que luego, al final, nadie puede estar fácilmente separado del conjunto de lo que es la nación española”.

-Si sale el no, ¿se conformarían o insistirían?
“Habría que crear algún tipo de garantías de que esa consulta no se repetiría si saliera negativa durante un periodo razonable de tiempo hasta que no se produjeran cambios sustanciales en el sentimiento de la población”.

Una disposición transitoria permitiría la incorporación de Navarra al régimen autonómico vasco, previo referéndum. ¿La Diputación Foral actual ha elegido ese camino?
“En este momento se ha configurado un Gobierno por una minoría exigua con una inclinación vasquista evidente que no está respaldada, en mi opinión, por la mayoría de la población de Navarra. Las relaciones deben ser fraternales, como siempre lo han sido, desde el respeto a una institución con doscientos años de historia que ha procurado excelentes resultados”.

El exministro Carlos Solchaga, durante la entrevista en el Iberostar Grand Hotel Mencey. / FRAN PALLERO
El exministro Carlos Solchaga, durante la entrevista en el Iberostar Grand Hotel Mencey. / FRAN PALLERO

¿El retraso de los Presupuestos Generales del Estado de 2018 responde a una necesidad o a una estrategia del Gobierno?
“La idea de prorrogar un presupuesto es la respuesta a algo que es de fuerza mayor, como unas elecciones anticipadas. Utilizar esta fórmula como un sistema por el cual ganas tiempo no deja de ser destructivo del verdadero propósito. No obstante, tengo la impresión de que el Gobierno está librándose en el corto plazo de las exigencias del PNV, que al hacer esta especie de defensa caballerosa del Gobierno catalán lo que están intentando es obtener algo a cambio desde el punto de vista de su autogobierno. No me parece mal que lo haya hecho [Mariano Rajoy] cuando toma en cuenta estas consideraciones. A partir de aquí viene otra cuestión: ¿es bueno o malo para España económicamente que el presupuesto se prorrogue? Hace doce meses, yo hubiera visto esto con mucha preocupación. Ahora, la situación es al revés: una prórroga significa que los gastos son los que estaban el año pasado, los ingresos están aumentando de manera significativa, porque la recuperación económica empieza a notarse, y el objetivo del déficit (alrededor del 3%) está garantizado. A pesar de lo cual, si tuviera que aconsejar el Gobierno diría que al día siguiente de que esto de Cataluña vuelva a la normalidad trate de negociar   un nuevo presupuesto”.

Para sortear el mercadeo, ¿sería recomendable que el PSOE contribuyera a la aprobación de las cuentas públicas?
“Creo que el PSOE hizo bien al abstenerse [para desbloquear la investidura de Rajoy] y no excluyo la posibilidad de que hubiera de hacerlo si las exigencias de aquellos que quieren complementar los votos del PP fueran políticamente impresentables, fundamentalmente en la estructura competencial”.

 

Presupuestos Generales del Estado

¿Qué sería de Canarias sin el REF?
“Canarias podría replantearse toda su vida sin el régimen especial. Pero sería muy complicado, porque está dentro de la Unión Europea con todas las circunstancias favorables que esto representa, con una situación geoestratégica muy positiva. De algún modo, Canarias se beneficia de los mejor de ambos mundos: una fiscalidad muy especial y, al mismo tiempo, muchos de los esquemas de solidaridad propios de la Unión Europea de apoyo a la producción. Canarias está creciendo bien, por encima de la media nacional. En los dos últimos años, el 3,5% e incluso un poco más y no se ven perspectivas de que esto vaya a bajar. El desarrollo de Canarias y su proyección internacional, particularmente sobre África, todavía tiene muchas avenidas que recorrer. En fin, a los canarios les diría lo que decía aquel que se caía a la piscina de Lourdes: virgencita, que me quede como estoy”.

De su época de ministro, ¿recuerda algún quebradero de cabeza relacionado con esta Comunidad Autónoma?
“No. Yo he negociado el régimen fiscal de Canarias y, como todas las negociaciones, eran difíciles. Mi obligación era pensar en el interés general del Estado y no solamente en el de los canarios. Los que mandaban eran de mi partido [el PSOE], de manera que podía comprender muy bien su punto de vista tanto político como personal. A veces sí he encontrado en Canarias ciertas reticencias a adaptarse a cambios que provienen de las directivas europeas, porque la gente está habituada a un régimen especial. Eso ha ido cambiando. Por ejemplo, algunas de las tradiciones en materia de imposición indirecta de esta región autónoma podrían cambiar”.

¿Quizá sustituir el IGIC por un IVA reducido?
“No me refiero a eso. Lo que sí creo es que Canarias debería reconsiderar la tradición de baja imposición indirecta, en particular aquellas que están relacionadas con la cuestión ecológica, porque es una fuente razonable de ingresos. No solamente por eso, sino porque, además, también evitas un gasto excesivo en determinadas cosas. Estoy pensando en todo lo que sea despilfarro energético y por el estilo”.

¿Y la tasa turística?
“La tasa puede tener sentido si te planteas problemas de deseconomías externas con costes adicionales como consecuencia del turismo, como las infraestructuras. Si no, es una fuente un tanto perturbadora de ingresos. Me parece perfectamente racional que una Comunidad donde es muy importante el turismo estudie si pone o no una tasa turística, pero sería bueno que lo explicaran y midieran su importancia en función de los objetivos”.

Canarias

Superada la crisis económica, ¿permanecerá durante algún tiempo la depresión anímica?
“Al final se vencerá. Eso dice la experiencia de ciclos pasados. Durante mucho tiempo, la gente tiene la impresión de que la economía del país no tiene remedio, que todo está muy mal, y de repente se va adueñando el optimismo y a veces hasta la euforia del ánimo de las pesonas y de las consideraciones de los mercados. Esto acabará pasando, a menos que tuviéramos un segundo coletazo financiero de la crisis. Yo no estoy entre los pesimistas”.

¿Lo del ‘brexit’ va en serio?
“Es una broma de mal gusto. Todos los que están implicados salen perdiendo. Por eso, espero que se llegue a un brexit suave. Gran Bretaña no va a salir ganando nada, pero tampoco la Unión Europea va a salir beneficiada. Aquí, en concreto, en Canarias, habrá algunos problemas, de importaciones alimenticias, etcétera. Y en el turismo. Ha sido un mal cálculo”.

¿Emmanuel Macron y Angela Merkel son los copilotos de esa Europa que iba a gran velocidad y se ha quedado a medio camino?
“En Europa no hay un trayecto libre de obstáculos. Un año avanza y luego retrocede un poco. Hay fases inevitablemente de desconfianza o europesimismo. Pero, después de la crisis financiera y la cuasi ruptura del euro, el panorama es diferente. Últimamente no se habla mucho de Grecia. Es una señal de que, a través de esfuerzos y no pocos sacrificios por parte de los trabajadores, se está reorganizando el proyecto. En este contexto de recuperación económica y menos vulnerabilidad del sistema financiero, hay dos gobernantes que sí constituyen una referencia con peso específico en la eurozona”.

En la Casa Blanca solía haber una consulta de psicoanálisis a la que acudían los líderes europeos. Hoy en día es como si un loco dirigiera el manicomio…
“El mayor problema de este inquilino de la Casa Blanca es su imprevisibilidad. Es un hombre del que no se conocen opiniones políticas claras y formadas en torno a la vida, sino ocurrencias, que no es lo mismo que tener creencias políticas. Tampoco su carácter es para hacerlo fiable. Alguien que se enreda en el tuit discutiendo o insultando no parece el tipo de gobernante que, teniendo a su disposición el arsenal más importante del mundo, pueda estar al frente de una gran nación. Eso hace que la política de Donald Trump sea en principio muy imprevisible. Lo que se está demostrando en los diez meses que lleva en el poder es que las economías y las sociedades complejas, como Estados Unidos, no se mueven a impulsos de un solo agente”.

Hace unos días recibió a Mariano Rajoy. ¿Cómo lo define?
“Por su tendencia, es un hombre, aparte de conservador, muy prudente. Muchas de las cosas que deja que sucedan por sí mismas yo trataría de resolverlas con iniciativas políticas”.

¿Este PSOE le quita el sueño?
“A mí, la situación actual del PSOE me preocupa; que no tenga la tranquilidad de hacer frente a este eclipse parcial y transitorio y se resitúe creyendo que estar más a la izquierda, ponerse en posiciones más radicales o, en el debate territorial, admitir mucho más las tesis nacionalistas le va a ayudar a buscarse un futuro”.

¿Qué representa Pedro Sánchez en la escena política?
“Pedro Sánchez está ahí por razones que me cuesta bastante trabajo entender, aunque no discuto su legitimidad democrática”.

PSOE

“Saavedra presionaba estrechando la mano con más fuerza”

Carlos Solchaga Catalán. / FRAN PALLERO

En la época del ministro Carlos Solchaga, el presidente del Gobierno de Canarias era el dirigente del PSOE Jerónimo Saavedra. En la entrevista, el economista admite que hubo contrastes de pareceres sobre asuntos de singular trascendencia para la Comunidad Autónoma. Al jefe del Ejecutivo regional, el Régimen Económico y Fiscal le ocupaba mucho espacio en la mente. Se barruntaba una moción de censura -anterior a la que lo desalojó, en 1993- con el pretexto del REF y le atemorizaba que las AIC erosionaran el terreno electoral de los socialistas. Sin embargo, Solchaga no lo identifica con las tensiones: “Es una persona extremadamente educada y agradable. En él, presionar es estrecharte la mano un poco más fuerte. Cuando gobiernas pensando en el interés general, sabes que los compañeros de los lugares afectados van a ser el primer grupo de presión. Lo experimenté en la reconversión industrial”.  Con relativa frecuencia, Solchaga saltaba a los titulares por las discusiones dentro del partido. Sobre la ejecutiva de Pedro Sánchez, a quien Felipe González refutó, alberga “serias dudas” de que realmente esté “a la altura de las circunstancias” del país.Guardar

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