El cadáver de una mujer fue hallado en la tarde de ayer con señales aparentes de haber sufrido un estrangulamiento, si bien solo los análisis propios de la autopsia podrán determinar fehacientemente la causa de este fallecimiento, que de cualquier modo se investigaba desde un primer momento como consecuencia de un posible acto de naturaleza criminal. El triste hallazgo se produjo minutos antes de las siete de la tarde en el barrio santacrucero de Añaza. La infortunada se encontraba en el interior de su propio vehículo, estacionado en un garaje cercano al centro de Salud del citado emplazamiento del suroeste capitalino.
Tras tener conocimiento de lo sucedido, bastó con la primera observación de la escena para que entrasen en acción a los especialistas del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional, que al poco ya investigaban in situ bajo las directrices de la autoridad judicial competente. Al confirmarse las sospechas iniciales, se decretó el secreto de sumario para no entorpecer el desarrollo de las pesquisas, especialmente relevantes en las primeras horas.
nada descartado
Entre lo poco que ha trascendido sobre el caso figura que, efectivamente, todo apunta a que se trata de un crimen, probablemente un estrangulamiento, aunque también hay señales que pueden ser debidas a posibles golpes. Respecto a las causas de tan terrible desenlace, fuentes cercanas a la investigación apuntaron anoche que no se descarta hipótesis alguna, por mucho que en redes sociales se especulase sobre un posible robo que degeneró hacia lo violento.
La fallecida es una mujer de 55 años de edad, nacionalidad española y residente en la capital tinerfeña. No consta que atravesara por algún proceso judicial relacionado con la violencia de género, ni que tenga antecedentes policiales por causa alguna.