Varios submarinistas han encontrado hoy unas bolsas que contenían la cabeza, las piernas y la ropa de Kim Wall en Koge Bay, al sur de Copenhague, según ha declarado el inspector de policía de la ciudad, Jens Moller, a BBC News.
La Policía danesa identificó el pasado miércoles 23 de agosto un torso encontrado en la costa de Copenhague como el de la periodista sueca Wall, para apuntar más tarde que pudo morir a manos del inventor Peter Madsen cuando le entrevistaba en su submarino de fabricación casera.
Los brazos, las piernas y la cabeza fueron separadas del torso. Los análisis demostraron entonces coincidencias con el ADN de Wall, que la Policía había recogido de su cepillo de dientes, su peine y sangre que encontraron en el submarino, según manifestó Moller.
Estas bolsas han sido encontradas no muy lejos del lugar donde se encontró el torso.
UNA MACABRA MUERTE
Wall estaba escribiendo la historia de Madsen y desapareció cuando le hacía unas preguntas el 10 de agosto en un submarino que había fabricado el inventor, aunque Madsen negó haberla matado.
Ante la jueza, declaró que sostenía la escotilla, de 70 kilos, mientras Wall subía las escaleras, pero que se le resbaló y no pudo sujetarla, por lo que le cayó encima a la reportera y la mató.
Tras seguir navegando varias horas y mientras sopesaba la posibilidad de suicidarse, decidió que no sería “decente” que Wall tuviera como tumba la nave, por lo que arrastró el cadáver y lo tiró por la borda, aseguró en una vista parcialmente pública y en la que le fue prolongada la prisión preventiva cuatro semanas.
Sin embargo la jueza considera que hay “sospechas fundadas” de homicidio y de trato indecente a un cadáver.
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