La puesta en marcha de la depuradora comarcal del Valle de Güímar, dentro de dos años, no acabará con los problemas de vertidos ilegales en la comarca, pero al menos será un paso trascendental para el tratamiento de las aguas residuales de las zonas urbanas de los municipios de Candelaria, Arafo y Güímar.
Esa fue una de las conclusiones que sacaron los asistentes a la reunión mantenida por el Cabildo (Aurelio Abreu y Manuel Martínez, responsables de Cooperación Municipal y de Aguas, respectivamente), con alcaldes y ediles de los tres municipios afectados, entre los que apenas se encontraron miembros de la oposición, excepto Mayca Coello y Lourdes Galindo, ediles de Sí se puede en Candelaria y Güímar, y el portavoz socialista en este último ayuntamiento, Airam Puerta. En esa reunión, celebrada el jueves en el Ctcan, en el Polígono Industrial, sorprendió que apenas se pasara de puntillas sobre la necesidad de acometer una estación depuradora en el Polígono, dada la conveniencia de no mezclar aguas residuales con industriales e impedir que se siga vertiendo al mar a través de un emisario que está en trámite de autorización para cumplir con una sentencia que obliga a ello al Cabildo (Ciatf) y los tres ayuntamientos. El consejero de Aguas, Manuel Martínez, se escudó en la equivalencia de población (más de 10.000 habitantes) en el Polígono, pero también aseguró que “se está cerca de esa cifra”.
Todos los partidos presentes en la reunión, que se montó justo después de que el presidente del Cabildo y el gerente del Ciatf presentaran el proyecto de la depuradora comarcal que ya ha comenzado a ejecutarse, recibieron de buen grado la información, pero Mayca Coello, de Sí se puede en Candelaria, quedó sorprendida de que el Cabildo tenga “que ejecutar un colector desde Caletillas a Santa Ana”, para desde esa estación de bombeo conectar otra red hasta la depuradora. Coello señaló que “desde la época de Domingo Ramos se nos dijo que Candelaria estaba preparada para engancharse a la depuradora, y ahora nos enteramos de que no hay colector”.
Para Coello, los 48 millones de euros en tres años (5 para el Valle de Güímar) del Plan de Cooperación Municipal son muy poco dinero para solucionar un problema de más de 20 años, añadiendo que “en ese dinero no entran la red de alcantarillado de las medianías, que seguirá vertiendo en pozos negros, con el daño que eso ocasiona al subsuelo”, alertó.
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