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“La pobreza no es una fatalidad, es algo que se puede combatir”

El politólogo Sami Naïr sostiene que “Europa está viviendo una revolución social regresiva porque hemos dejado su construcción en manos de los dirigentes de la economía”
El catedrático en Ciencia Política participó ayer en una de las jornadas sobre pobreza, que tuvo lugar en la Facultad de Derecho. DA
El catedrático en Ciencia Política participó ayer en una de las jornadas sobre pobreza, que tuvo lugar en la Facultad de Derecho. DA
El catedrático en Ciencia Política participó ayer en una de las jornadas sobre pobreza, que tuvo lugar en la Facultad de Derecho. DA

“La pobreza no es una fatalidad, es algo que se puede combatir, vencer”. Así de contundente concluyó ayer el politólogo de reconocido prestigio internacional Sami Naïr su intervención durante una de las jornadas de debate celebradas dentro del programa del Campus América, organizado por la Universidad de La Laguna. El también catedrático en Ciencias Políticas y director del Centro Mediterráneo Andalusí de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla indicó -en declaraciones previas a los medios- que este fenómeno es, principalmente, “un problema de redistribución de la riqueza social”. Añadió que “la gente tiene que tomar conciencia de eso y empezar a luchar por una Europa más justa, más humana; necesitamos una Europa que sea un porvenir para el ciudadano”.

El experto insistió, en su ponencia, que la pobreza es un asunto que no tiene una explicación unilateral, siendo un problema “crónico, estructural”. Del mismo modo, Naïr puso de manifiesto que, pese a que Europa es el territorio más rico del planeta, con el mayor índice del PIB, presenta un nivel preocupante de exclusión social. “Hay una contradicción estructural entre el crecimiento enorme de la riqueza social y el aumento imparable, también, de la pobreza”, añadió, a la par que señaló que es más entendible este crecimiento en territorios con unos ingresos menores. El experto recordó que se considera que una persona es pobre cuando cuenta con un bajo nivel de riqueza, presenta privaciones materiales y falta de empleabilidad. El politólogo denunció, asimismo, la falta de políticas macroeconómicas para hacer frente a este fenómeno, a la par que matizó que los poderes políticos consideran a la pobreza como un “asunto secundario, marginal”. Por ello, añadió que “si el Estado no interviene, es imposible actuar en contra de este fenómeno”.

Sami Naïr explicó que “las élites políticas son incapaces de llegar a este nivel de conciencia, no quieren una Europa política porque saben que podría cortar los beneficios”, y añadió que “estamos viviendo una revolución social regresiva porque hemos dejado la construcción de Europa en manos de los dirigentes de la economía”.

Por último, puso sobre la mesa algunos datos, como que el 22% de los españoles y el 16,9% de los europeos son pobres, a la par que alertó, también, del alto índice de pobreza infantil.

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