arona

“Nuestra isla es un destino seguro, atractivo, donde merece la pena invertir”

María Asunción Laynez Forniés, abogada colegiada en Santa Cruz de Tenerife y miembro de la Asociación Española de Asesores Fiscales, acaba de abrir un despacho en Playa de Las Américas
María Asunción Laynez, asesora fiscal de AL Asesores. DA
María Asunción Laynez, asesora fiscal de AL Asesores. DA

María Asunción Laynez Forniés lleva más de 10 años asesorando fiscalmente a empresas y particulares. Abogada colegiada en Santa Cruz de Tenerife y miembro de la Asociación Española de Asesores Fiscales, acaba de abrir un despacho en Playa de Las Américas (avenida Ramona Martín Artista, número 1), en pleno corazón del Sur, comarca que define como una zona “segura, atractiva y donde merece la pena invertir”. En esta entrevista reivindica el papel de los asesores fiscales y pide más mecanismos de control para combatir el intrusismo laboral. “Esto no puede ser una selva, si todos cumplimos las reglas, todos podremos trabajar”, asegura.

-¿Cuál es la labor de un asesor fiscal?

“Por norma general, somos economistas, licenciados en Derecho, en Administración y Dirección de Empresas e incluso funcionarios de Hacienda en excedencia, que nos dedicamos a la planificación fiscal del patrimonio de particulares, empresarios y profesionales”.

-¿Qué colectivos demandan en mayor medida los servicios de un asesor fiscal?

“Desde un jubilado hasta un gran empresario, desde un inversor hasta un profesional. En realidad, cualquiera que tenga un patrimonio que genere rentas o realice operaciones con repercusión tributaria”.

-¿Y cuáles son las tareas más frecuentes que desarrollan?

“Entre otras, las declaraciones de la renta que pueden resultar complejas. Esta figura es, hoy por hoy, imprescindible para ayudar al inversor a reducir el coste fiscal que pueden generar las operaciones que realiza o para llevar a cabo la partición de una herencia, división de la misma y liquidación de los impuestos que se generen como consecuencia de ella”.

-Muchos compañeros suyos se quejan del alto intrusismo que existe en su gremio. ¿Comparte esa opinión?

“Sí, no solo en esta profesión, también en otros sectores como, por ejemplo, el de los agentes inmobiliarios”.

-¿Y por dónde pasaría, a su juicio, la solución?

“Por generar mecanismos de control que sirvieran para dar mayor seguridad a nuestros clientes potenciales”.

-¿Cómo cuáles?

“Pues algo parecido a lo que ya existe en Europa. Por ejemplo, crear un registro de la actividad de cada uno, en donde se acredite la formación, los títulos adquiridos, los antecedentes si los hubiera y todo tipo de requisitos que garanticen al cien por cien la legalidad de la actividad que se presta. Sería un filtro e iría en beneficio de quienes prestamos esos servicios y, sobre todo, en la seguridad y confianza de quienes los reciben. Me consta que algunos responsables cualificados ya están trabajando en ese sentido. Esto no puede ser una selva. Si todos cumplimos las reglas, todos podremos trabajar”.

-¿Son muy caros los honorarios de un asesor fiscal?

“Eso dependerá siempre del tipo de trabajo que se realice. Pero por encima de la minuta que se cobra debe primar el trabajo que se hace y el servicio que se presta, que en nuestro caso es un servicio de todo incluido. En AL Asesores lo tenemos muy claro: el cliente siempre es lo primero, y lo contrario no sería bueno para la imagen de seriedad y confianza que debe dar nuestro colectivo”.

-¿Cómo tiene que ser, según su parecer, la relación entre el cliente y su asesor?

“Los asesores fiscales somos para nuestros clientes como los médicos para sus pacientes. Nuestra relación se basa en la confianza que depositan en
nosotros, en la seguridad que les transmitimos y en la discreción sobre el trabajo que les hacemos”.

-Usted es una abogada joven, ¿por qué eligió el sur de la Isla para montar su despacho?

“Me encanta el sur de Tenerife, su clima, su gente hospitalaria; es un lugar de oportunidades que se ha ganado a pulso ser, hoy por hoy, el gran motor económico de la Isla”.

-Aunque lleva poco tiempo, ¿cómo se siente acogida y qué ha encontrado entre los profesionales que desarrollan en el Sur su labor profesional?

“Estoy encantada. Aquí hay gente muy válida y muy profesional. Me he incorporado a la gran familia del Círculo de Empresarios del Sur de Tenerife (CEST), donde Roberto Ucelay está haciendo un trabajo extraordinario. Hablo mucho con notarios, directivos de banca, agentes inmobiliarios y todos coincidimos en que estamos ante una nueva etapa, un momento apasionante y lleno de retos. Si lo hacemos bien, pienso que lo mejor está por venir”.

-¿Qué significa hacerlo bien?

“Aprender de los errores del pasado. Tenemos que seguir creciendo, pero no a cualquier precio ni de cualquier manera. La población no puede ir por un lado y las infraestructuras por otro. Aquí hay mucha preocupación, por ejemplo, con el tráfico, que en horas punta nos hace a todos la vida un poco más difícil e incómoda. Sé que existe un compromiso político para arreglarlo, pero hay que pasar urgentemente de las palabras a los hechos. Los canarios que vivimos aquí y los más de 13 millones de turistas que nos visitan al año así lo estamos demandando”.

-¿Se están aprovechando todas las ventajas que ofrece el Régimen Económico y Fiscal (REF) de Canarias?

“El régimen fiscal de Canarias tiene grandes ventajas con respecto a otras comunidades españolas y europeas. Precisamente, en AL Asesores nuestro objetivo es que los clientes se aprovechen de ellas y que repercutan directamente en su negocio y en su patrimonio. Para ello contamos con un equipo multidisciplinar que atiende en varios idiomas las necesidades de todos aquellos demandantes de nuestros servicios, ya sean locales o extranjeros”.

-¿Y cuáles son esas ventajas fiscales a las que se refiere?

“La respuesta es compleja, porque existe una gran variedad de tributos. La especialidad fiscal en el Archipiélago la podemos encontrar en las operaciones que realizamos todos los días, como es el impuesto que grava el consumo, el IGIC, con un tipo impositivo del 7% a diferencia del 21% del IVA que se paga en la Península por este mismo concepto. Pero también tenemos ventajas fiscales que inciden de manera directa en el inversor debido a que han sido creadas para fomentar la inversión en nuestras islas. Entre ellas encontramos, por ejemplo, las deducciones por creación de empleo o por la ejecución de producciones extranjeras de largometrajes cinematográficos o de obras audiovisuales, de reciente creación”.

-Además de lo que nos ha contado, ¿qué es lo que más destacaría del sur de Tenerife?

“Su diversidad y su crecimiento constante. Ciudadanos belgas, italianos, chinos, polacos, rusos, ingleses, también españoles y, por supuesto, canarios, buscan invertir en nuestra tierra. Se están construyendo nuevos hoteles, villas de lujo, apartamentos… Urbanizaciones como el Palm-Mar son ya un referente para el inversor más exigente. También se están diseñando grandes proyectos, como el que se va a levantar en los terrenos de Tropicana, propiedad del empresario Ambrosio Jiménez, que va a marcar de una manera extraordinaria el futuro de esta zona en los próximos años. En definitiva, estamos ante un nuevo desafío global que renovará la imagen del sur de Tenerife y que a los ojos del mundo pondrá a nuestra Isla como un destino seguro, atractivo y donde merece la pena invertir”.

-¿Qué importancia tiene para usted la figura de Fernando Laynez?

“Es mi padre y la persona que más me ha enseñado. Inspector de Hacienda en excedencia, fue número uno de su promoción en España. Durante más de 10 años trabajé con él en Laynez Asesores, su despacho de Santa Cruz, donde aprendí de el todo lo que sé. Su tenacidad y dedicación, su capacidad de sacrificio, su mesura y su discreción le han convertido en un referente para esta profesión. Un hombre honesto y sencillo, hecho a sí mismo y al que admiro y respeto profundamente”.

TE PUEDE INTERESAR