entrevista

“El turismo debe jugar mucho más en términos de renta en La Palma”

El polifacético Carlos Fernández, a quien el Gobierno de Canarias ha reconocido su meritoria trayectoria con el Premio de Turismo Islas Canarias a la Excelencia, asegura que “cada uno es resultado de sus circunstancias”
Carlos Fernández preside desde 1992 la Asociación de Turismo Rural Isla Bonita. | DA

El polifacético Carlos Fernández, a quien el Gobierno de Canarias ha reconocido su meritoria trayectoria con el Premio de Turismo Islas Canarias a la Excelencia, asegura que “cada uno es resultado de sus circunstancias”, un principio que le vale tanto para “justificar” sus éxitos profesionales como para explicar la situación que en términos socioecómicos tiene la Isla.

– ¿Sigue creyendo en La Palma y en sus posibilidades de desarrollo?
“Sí, creo en La Palma. Pero ocurre que 25 años después entiendo La Palma en su contexto, y ese contexto es generacional. Tiene que ver con el proceso demográfico de La Isla, con un nivel de envejecimiento muy alto, con escasa población joven y donde ahora mismo no existe una fuerza tractora no solo de capital sino de talento”.

– Desde 1992 está al frente de la Asociación de Turismo Rural Isla Bonita. ¿Hacia dónde ha evolucionado?
“Isla Bonita es una pequeña organización muy especializada con una cierta flexibilidad que le ha permitido adaptarse a los cambios tecnológicos. En el año 92 no llegaban los teléfonos a Franceses y enviábamos turistas a Franceses. Isla Bonita ya no se parece al proyecto anterior, y tiene una cualificación que no es la de los agentes turísticos sino la de los agentes tecnológicos. Esta es una isla con un componente muy individual de trabajo y ese es uno de los retos para ser competitivos. El cambio depende de las nuevas generaciones. Creamos valor y se necesita un componente de animación, que juegan las instituciones para crear estructuras con los propios operadores privados”.

– ¿Y funciona esa colaboración institucional y del sector privado para consolidar el producto turístico?
“Hay algunos ejemplos en positivo como el astroturismo en la Isla. La Palma ha tenido intentos importantes, por ejemplo en enoturismo, que no fructificaron una macroiniciativa. El astroturismo tiene un componente de ciencia a través del Instituto de Astrofísica de Canarias, un poco de animación de la parte institucional a través del Cabildo y un poco de iniciativa privada. El astroturismo es un caso de éxito”.

– Qué opina sobre ese retrato pesimista sobre la no creación de camas, a los modelos pensados y no ejecutados. ¿Cómo ve el sector turístico en La Palma dentro de 20 años?
“El turismo en La Palma de aquí a 20 años tiene que jugar un papel mucho más relevante en términos de renta y de diferenciación turística. .Para eso hay que evolucionar hacia una oferta más cualificada y más especializada. Y ahí se observan déficits muy importantes. El turismo rural no es más que 220 casas y toda un oferta adicional con los primeros alojamientos del medio rural de nuevo construcción en suelo rústico. La oferta tiene que sincronizarse. Sino estaremos dando palos de ciego”.

-¿Qué le parece la Ley del Suelo y qué puede aportar?
“La Ley del Suelo abre oportunidades y genera incertidumbres. Abre oportunidades para iniciativas a las que hasta ahora no le han permitido y para las que se necesitan cauces. La flexibilidad que genera la Ley del Suelo podría permitirlo, pero depende de la discrecionalidad y de lo que se determine como de utilidad pública. El primer hotel que se hizo en esta isla en el año 1988 en Barlovento fue declarado de utilidad pública, y la Ley del Suelo crea un escenario parecido”.

– Cómo se convence a un potente inversor de que apueste por La Palma.
“Con los números actuales es difícil. En términos de rentabilidad por habitación hay una diferencia entre La Palma y el resto de Canarias. Se puede convencer con certidumbre desde el punto de vista jurídico. No es comprensible que esta isla no tenga un hotel boutique del suelo y que no se hayan logrado materializar los intentos que ha habido durante años en Garafía. Tiene que haber un contexto de seguridad jurídica, una expectativa de rentabilidad y un claro posicionamiento de que esa situación perdurará en el tiempo”.

– ¿En qué pensaba mientras recogía el Premio de Turismo Islas Canarias a la Excelencia?
“Me sentía muy palmero, orgulloso de mi tierra, y por encima de todo orgulloso de muchos propietarias y propietarios que han sacrificado 25 años de vida con mucha ilusión por este proyecto. No es un premio mío sino integrante de un grupo con mucha fuerza, muy cohesionado. También pensé en que era una dedicatoria especial a mi madre”.

– El alquiler vacacional ¿pueden desvirtuar la oferta de turismo rural?
“Los tiempos cambian y vienen para quedarse y el alquiler vacacional se quedará. Lo importante es que podamos diferenciar tipologías y lo que cada una de las ofertas representa. Debemos tener unos estándares de calidad bien definidos para evitar deteriorar nuestro producto. En esa dinámica se crecerá en términos de renta y de alojamientos”.

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