política

Si Adán Martín levantara la cabeza

La CC que lideró el fallecido político tinerfeño era hegemónica en votos: el 33% en la región y el 45% en Tenerife; porcentajes que han caído a casi la mitad en la etapa de Clavijo

La figura de Adán Martín se acrecienta con el paso tiempo. Y más aún en un partido, Coalición Canaria (CC), que no acaba de encontrar un líder con su carisma, su apoyo electoral, su sentido de la planificación de Canarias y su capacidad de equipo. Fallecido en 2010, su legado abruma si se compara la situación actual de CC con la de la época dorada del partido a nivel regional, cuando fue vicepresidente del Gobierno canario en la legislatura de 1999 a 2003 y cuando desempeñó la presidencia en el siguiente cuatrienio.

Este ingeniero industrial, formado en Barcelona e Inglaterra, había presidido el Cabildo de Tenerife de 1987 a 1999, y se había ganado a pulso el prestigio de planificar grandes infraestructuras y servicios que necesitaba la Isla, de modo que quiso llevar esa visión al Gobierno canario.

En 1999, cuando encabezó la lista de CC por Tenerife, con miras a ser vicepresidente del Gobierno, en las elecciones autonómicas logró casi el 44% de los votos en la Isla, y su partido el 37,5 en todo el Archipiélago, este último récord absoluto en la historia de Coalición.

Cuatro años más tarde, ya como candidato a la presidencia del Gobierno canario, en Tenerife batió su propia marca, al obtener casi el 45% de los votos, y el segundo mayor apoyo en unas elecciones a nivel regional para CC, el 33%, lo que le dio a esta formación política 23 diputados, el mejor bagaje electoral en sus 30 años de historia.

Hoy Adán Martín se sorprendería de cómo aquel gran caudal de respaldo popular y de hegemonía de Coalición se ha diezmado de forma inquietante para la organización. En las autonómicas de 2015, CC, liderada por Fernando Clavijo -actual presidente del Gobierno regional- apenas superó el 17% de los votos en el cómputo regional, y el 27,5% en Tenerife.

La sólida imagen de Adán Martín, que si bien como presidente regional afrontó polémicas políticas y sociales como la tramitación del proyecto del puerto de Granadilla, no se vio envuelta, sin embargo, en denuncias ante los tribunales por escándalos de corrupción. En cambio, Clavijo, que ya estuvo imputado por el caso Corredor y fue exonerado de cargos in extremis para poder presentarse a las autonómicas de 2015, vuelve a estar ahora en el punto de mira judicial por el caso Grúas, sobre decisiones suyas cuando era alcalde lagunero, una causa reabierta por la Audiencia Provincial y que ya ha sido enviada por el Juzgado de instrucción al Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC), como paso previo a su imputación.

Clavijo se libró del caso Corredor tras una suerte de avatares que incluyeron el extravío de documentos claves del sumario, la anulación por ello de las escuchas comprometedoras para el entonces alcalde y una querella del empresario del ocio que era el principal imputado contra el magistrado instructor de la causa, César Pamparacuatro, que luego fue archivada, pero, en el ínterin, el juez fue apartado del caso y la juez sustituta lo archivó, no sin antes desestimar a la parte acusadora que testificara una testigo protegida que había estado en busca y captura, cuya declaración ante la policía contradecía la de Clavijo ante el Juzgado. Con el caso Grúas todo apunta a que tendrá recorrido en el TSJC, al que le llega ya con un imputado, un exconcejal de CC, sin aún declarar Clavijo.

Una situación procesal que no hubiera gustado a Adán Martín en un líder de CC. Para él, la gestión pública era además una carrera de fondo en la que había que planificar bien el futuro de Tenerife y de Canarias. Desde el Gobierno regional abanderó lo que él denominó el eje transinsular de infraestructuras y transportes, es decir, su visión de una Canarias unida de forma rápida por todas las modalidades de transporte: avión, barco, coche o guagua, dotando para ello a las islas de puertos y carreteras de primer nivel, trazados y ubicados de forma estratégica y para una eficaz interconexión entre islas. Aquel gran proyecto abanderado por quien fuera líder de CC contrasta con la realidad actual de un Gobierno canario que a duras pena va redactando proyectos de nuevas infraestructuras, al punto de que este año no se han podido licitar con cargo al Convenio de Carreteras obras en Tenerife. Tanto echan de menos algunos a Adán Martín que el propio consejero actual de Obras Públicas, y vicepresidente del Gobierno regional, Pablo Rodríguez, anunció al poco de tomar posesión del cargo que recuperará ese proyecto del eje transinsular.

El liderazgo de Adán Martín se forjó durante muchos año de carrera política. No presidió el Gobierno canario fruto de la casualidad o de un experimento de CC para probar suerte: no, ingeniero industrial, la jefatura del Ejecutivo regional fue el premio a una brillante trayectoria como gestor público. Entró en 1979 en política de la mano de UCD, en las primeras elecciones democráticas, como primer teniente de alcalde y concejal de Urbanismo de Santa Cruz de Tenerife, donde impulsó el Plan General, el de Barrios y el PERI, con el que logró salvar edificios históricos en una capital con tradición de tirarlos. Después desempeñó el cargo de consejero de Obras Públicas en la Junta de Canarias. Ya en ATI, partido del que fue ocho años secretario general, dio el salto a la política insular y durante doce años presidió el Cabildo de Tenerife, y entre 1993 y 1996 ocupó un escaño en las Cortes. Desde el Cabildo su labor fue monumental: promovió más de 40 planes con los ayuntamientos, como los de embellecimiento de espacios, la mejora del litoral, la recuperación de patrimonio histórico o la dotación de instalaciones culturales y deportivas.

En la política autonómica, llegó a la vicepresidencia del Gobierno en 1999, siendo además consejero de Economía y Hacienda. Completó su rutilante carrera al ejercer la presidencia regional desde 2003 a 2007.

Apenas una década después de dejar el máximo cargo político de la comunidad autónoma, y transcurridos siete años de su fallecimiento por un cáncer contra el que luchó de forma tenaz muchos años, el partido que él ayudó de forma decisiva a encumbrar vive sus horas más bajas, con el más reducido apoyo electoral de su historia, obtenido en las autonómicas de 2015.

Clavijo, licenciado en Económicas y Empresariales, tuvo un meteórico salto de la política municipal a la cima del Gobierno regional. Comenzó como concejal en el Ayuntamiento lagunero en 2003, hasta que en 2008 fue nombrado alcalde en sustitución de Ana Oramas, que, tras mayorías absolutas, dejó la Alcaldía sin terminar el mandato para dedicarse a la política nacional. En las urnas de 2011, Clavijo perdió la mayoría absoluta, pero repitió como alcalde. Tras su marcha en 2015 para concurrir a las autonómicas, CC acabó por desplomarse, aunque ha logrado mantenerse en el poder con un dividido PSOE y ahora en clara minoría.

En esta caída en picado, para Coalición las elecciones de 2019 son el ser o no ser, lejos ya de la edad dorada que protagonizaron para el partido líderes de la talla política de Adán Martín.

TE PUEDE INTERESAR