“Aquello fue como la serie de televisión The Walking Dead, en un segundo nos vimos todos bajo tierra y ensangrentados. La vida me ha dado otra oportunidad, he vuelto a nacer”, señala Yasmina Zamora, una de los 40 heridos la madrugada del domingo en la discoteca Butterfly, en Adeje.
Yasmina, santacrucera de 24 años, a la que le quedan seis meses para acabar un curso de cocina, acudió ayer a urgencias del Hospital de la Candelaria para tratarse la pierna derecha inmovilizada y sus dolores de costillas, y denuncia que “a día de hoy, nadie se ha puesto en contacto conmigo ni con mis amigos, para saber cómo estamos o decirnos si la discoteca o el Ayuntamiento cubren algún seguro”. “No sé cómo voy a terminar el curso de cocina en una silla de ruedas”, apostilla.
Yasmina relata que “era la segunda vez que iba a esa discoteca, que nunca me gustó por lo pequeña, oscura y sucia que era, situada en un subsuelo, pero volví porque a mis amigos les encanta”. “Fueron unos segundos horribles -comenta-, caí como un saco y de pronto abrí los ojos y no había luz, tenía a una chica encima, hasta que tiró de mí Juanmi, mi mejor amigo, mientras oí gritar a Lucy, que sufrió fractura de peroné y tobillo. Tratamos de salir de allí, pero la puerta tenía un candado, hasta que la tiraron a patadas, y salimos desorientados. Cogimos un taxi y nos fuimos a Hospiten, porque las ambulancias eran para algunos heridos más graves”.
Yasmina ha visto el video del suceso, pero “no quiero recordar aquello, porque ahora tengo miedo hasta de coger el ascensor del cuarto piso de mi casa”.
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