El Iberostar Tenerife pasó el rodillo ayer en el Santiago Martín. Los aurinegros doblegaron al Capo d’Orlando por 88-47 en un partido que se asemejó a los del pasado curso en Champions, cuando Mornar o la Cibona visitaron Los Majuelos para encontrarse enfrente con un vendaval.
La mejor noticia: lo de Andorra está completamente olvidado. Tras el mal partido disputado el pasado fin de semana en Liga Endesa, los jugadores de Nenad Markovic lograron mantener su rigor defensivo -sea quién sea el rival nunca es sencillo dejarlo en 47 tantos-, mostrándose mucho más acertados en ataque, más fluidos y sin dudas a la hora de atacar la canasta rival. Otra conclusión positiva fue ver nuevamente a Rosco Allen como el jugador al que recordábamos tras su paso por Obradoiro. El estadounidense no lo tiene sencillo, porque su compatriota Tim Abromaitis está rindiendo a un gran nivel, pero, como él mismo reconoció, empieza a sentirse más seguro.
El partido de ayer, con muy poco historia, trajo también la mala noticia de la lesión de Ferrán Bassas. Al catalán le cayó encima de la rodilla derecha un rival y, a la espera de ser sometido hoy a diversas pruebas médicas, sus gestos de dolor no hacen presagiar nada bueno.
El encuentro duró cuatro minutos. Solo durante 240 segundos el Capo D’Orlando compitió en el mismo pero, a partir del 9-4, todo comenzó a resolverse de manera rápida. Los italianos no encontraban el camino en ataque y en defensa se mostraban algo lentos pero, sobre todo, lo que acabó por sentenciarlos fue el rebote. El Canarias lo dominó de principio a fin, teniendo segundas y hasta terceras oportunidades, como demuestra que, ya al descanso, los locales habían capturado nueve rechaces más que los visitantes.
De principio a fin
Pese a ello, y a que el Iberostar Tenerife llegó a ponerse con ventaja de 12 puntos cuando acabó el primer cuarto (26-12), el verdadero festival llegaría en el segundo acto. Fue ahí cuando la defensa insular siguió con un trabajo formidable, dejando anotar solo cinco puntos en cinco minutos al Capo d’Orlando, antes de que ,desde el perímetro, como ya había hecho en los primeros diez minutos, los de Markovic finiquitaran el compromiso (43-22).
Más allá de los 21 puntos de ventaja al descanso, el principal problema era que los italianos, menos Wojciechowski y Edwards, habían entregado la cuchara desde hacía tiempo. Incluso desde antes de que se iniciara el duelo, cuando en la previa su entrenador asistente admitía que era muy complicado para ellos competir contra un conjunto como el canarista. Y vaya si lo fue.
Como suele suceder en este tipo de compromisos, la única esperanza para el equipo que está recibiendo semejante correctivo es aclarar ideas en el descanso, salir fuerte en el tercer cuarto y encontrar ese chispazo que cambie todo, que reactive su juego y que sea capaz de, al menos, recortar distancias, pero tampoco era el día de los sicilianos. O sí que lo era del Iberostar Tenerife. Nenad Markovic ha repetido desde su llegada que, desde su experiencia como jugador, es muy complicado mantener la tensión competitiva durante 40 minutos, pero fue justo lo que hicieron ayer sus jugadores.
Cada vez que el Capo d’Orlando lo intentaba (49-29), aparecía un nuevo golpe aurinegro (53-29), que convertía el simple pensamiento de remontada italiana en una quimera. Edwards siguió a lo suyo, quizás buscando más mejorar sus estadísticas que por tener fe en la victoria, pero el Canarias respondía una y otra vez, hasta cerrar la manga con un claro (66-38).
La mejor muestra de que los tinerfeños no se relajaron un ápice en la tarde de ayer fue que, justo en el último cuarto, con todo decidido y con el público que acudió al Pabellón Insular Santiago Martín más pendiente de hacer la ola que del partido en sí, dejaron a su oponente en nueve puntos, la peor anotación de todo el encuentro.
El broche de oro lo puso Davin White, que se unión a la fiesta con tres triples consecutivos para dar el liderato del grupo a su equipo y para espera ya al Real Madrid. Son palabras mayores, pero, al menos ayer, el capo vistió de aurinegro.
Ficha técnica:
88. Iberostar Tenerife (26+17+23+22): San Miguel (5), Richotti (9), Ponitka (6), Abromaitis (11), Tobey (13) -inicial-, Bassas (6), Vrabac (2), Niang (4), Vázquez (-), Allen (10), White (11) y Beirán (11).
47. Capo d’Orlando (12+10+16+9): Atsur (-), Edwards (14), Kulboka (3), Ikovlev (3), Wojciechowski (15) -inicial-, Albegovic (3), Delas (4), Ihiring (2) y Strautins (3).
Árbitros: Ciulin (RUM), Rutesic (MON) y Maliszewski (POL).
Incidencias: Encuentro disputado en el Pabellón Insular Santiago Martín, de Los Majuelos, con una asistencia de 3.866 espectadores.
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