Un equipo del Instituto Geográfico Nacional (IGN) se ha desplazado esta semana a la isla de La Palma para reforzar el sistema de vigilancia volcánico con la instalación de tres nuevas estaciones sísmicas, formando así una red de 11 equipos distribuidos por la geografía palmera. En concreto, los nuevos sismógrafos se encuentran en el Parque Nacional de La Caldera de Taburiente (El Paso); en la sede de la Brigada de Refuerzos contra Incendios Forestales (BRIF), en Puntagorda, y en Fuencaliente.
El IGN ha reforzado la vigilancia volcánica en la isla de La Palma como consecuencia del enjambre sísmico vivido bajo el volcán de Cumbre Vieja a principios del pasado mes de octubre, donde se llegaron a registrar alrededor de 300 microsismos.
Con estas nuevas estaciones se perfecciona la detección de los temblores de tierra y, en especial, su localización. De hecho, las fuentes consultadas del IGN, señalan que la ubicación en Puntagorda, en el extremo contrario de la isla donde se registra la sismicidad, permite reducir el error a la hora de localizar los posibles terremotos que se produzcan en el futuro.
La intención del IGN es instalar otros dos sismógrafos más en La Palma, situando uno de ellos en el extremo noreste de La Palma, concretamente en el municipio de Barlovento, que permitiría afinar todavía más la localización de los terremotos, especialmente los de muy baja magnitud, como fueron la mayoría de los que se produjeron durante el enjambre.
Un fenómeno sísmico que pese a que fue excepcional, porque no se había registrado en las últimas tres décadas, sería, en todo caso, un proceso que entra dentro de la normalidad en una zona volcánicamente muy activa como es la dorsal de Cumbre Vieja. Los científicos apuntaron a una pequeña intrusión magmática a gran profundidad como posible origen del enjambre.
El IGN, además de los once sismógrafo, dispone en La Palma de cuatro estaciones geoquímicas y otros cuatro GPS, que conforman la red de vigilancia volcánica de esta institución.
Lo cierto es que nunca había estado tan controlada la actividad volcánica en La Palma como hasta ahora. Porque a las nuevas estaciones que ha puesto en marcha el IGN, hay que añadir otras cuatro que instaló el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), tras producirse el fenómeno sísmico de octubre.
Involcan también reforzó la Red Geoquímica Canaria en la isla y la Red Geodésica Canaria con una nueva estación GPS, a la vez que activó una red no instrumental permanente de 20 puntos de observación en Cumbre Vieja para el registro semanal del flujo difuso de dióxido de carbono, así como la composición química e isotópica de la atmósfera del suelo.
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