educación

Intérpretes de signos piden a la ULL unas “condiciones dignas”

La asociación Acailse se reúne hoy con el vicerrector de Estudiantes para reclamar la puesta en marcha de un equipo de profesionales que permita atender la demanda
A priori, las dos alumnas con discapacidad auditiva dispondrán desde hoy de intérpretes para sus clases, dos meses después del inicio del curso. F. P.
A priori, las dos alumnas con discapacidad auditiva dispondrán desde hoy de intérpretes para sus clases, dos meses después del inicio del curso. F. P.
A priori, las dos alumnas con discapacidad auditiva dispondrán desde hoy de intérpretes para sus clases, dos meses después del inicio del curso. F. P.

En los últimas semanas ha salido a la luz la problemática de dos alumnas de la Universidad de La Laguna (ULL) con discapacidad auditiva, ya que, en los casi dos meses que llevan acudiendo a clases al centro académico, este no les ha facilitado la presencia de intérprete de lengua de signos. Esta situación está directamente relacionada con las quejas elevadas por el colectivo de intérpretes a la propia Universidad, que denuncia que las condiciones a las que se ven sometidos en el desarrollo de su labor “no son dignas”. Así lo explicaron ayer a este medio desde la Asociación de Intérpretes de Lengua de Signos y Guías de Intérpretes de Canarias (Acailse), quienes se reúnen hoy con el vicerrector de Estudiantes de la ULL, José Manuel García Fraga, con el fin de intentar llegar a un acuerdo que mejore su situación laboral y las condiciones en la institución académica.

Una de las principales peticiones por parte de esta asociación es que la Universidad vuelva a contratar a intérpretes a través de una bolsa de trabajo propia, con un procedimiento “transparente y que se adapte a la situación real de la comunidad autónoma”, ya que en la convocatoria anterior no se tuvo en cuenta, según indicaron, las especificidades canarias. Del mismo modo, este colectivo propone que estos empleados se incorporen a través de un contrato laboral, por lo que instan a buscar fórmulas legales que lo permitan, como existe con otras categorías. Insisten en que, hasta ahora, los intérpretes tenían que darse de alta como autónomas, lo que suponía que en algunos casos, tras pagar los impuestos y demás gastos, a fin de mes solo pudiesen disponer de unos 400 euros.

Una de las principales propuestas de esta asociación es que se cree un equipo de intérpretes, cuyo número sea mayor al de alumnos con discapacidad auditiva, para que los profesionales puedan repartirse el número de horas lectivas, lo que al final redunda en un mejor desempeño del trabajo. En estos momentos se calcula que existen en Tenerife más de medio centenar de intérpretes desarrollando su labor y unos 120 titulados. Además, desde Acailse se negó que la Universidad haya llamado este año a profesionales de la lista de la bolsa de empleo y argumentaron que los problemas a la hora de incorporarse se llevan repitiendo varios años.

Gabriela Casimiro, una de las alumnas de la ULL afectadas, manifestó su satisfacción por contar, a priori, desde hoy con la presencia de intérprete de lengua de signos, como así anunció la ULL. No obstante, recalcó que se ha tardado cerca de dos meses en incorporarlo y que lo ideal es poder contar con dos profesionales por cada alumno.

Funcasor también ha manifestado su “malestar” por la situación que están viviendo las dos alumnas de la Universidad y calificaron de “excesivo” que lleven dos meses sin contar con un intérprete de signos. Además, insistieron en que por las condiciones del trabajo es necesario disponer de dos profesionales por estudiante.

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