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La ULL incorpora mañana intérpretes de signos para las dos alumnas sordas

Las estudiantes llevan dos meses acudiendo al centro sin contar con este servicio, lo que les dificulta poder seguir las clases
Las jóvenes cursan estudios de Magisterio desde el pasado septiembre. ANDRÉS GUTIÉRREZ

Casi dos meses después de que se iniciaran las clases en la Universidad de La Laguna (ULL), este centro académico ha logrado llegar a un acuerdo para incorporar a dos intérpretes de lenguaje de signos para dos alumnas que este año han iniciado su formación superior. Sara Díaz y Gabriela Casimiro, dos jóvenes tinerfeñas con discapacidad auditiva, denunciaron a este medio que, aunque en este tiempo podían acudir a sus respectivas clases -en la Facultad de Educación- el hecho de carecer de intérpretes les dificultaba poder seguir las explicaciones de los docentes y participar en las clases impartidas.

Tras las quejas de las dos estudiantes, que aseguran que hasta el momento no habían tenido problemas en otras fases de su formación, la Universidad prevé suscribir hoy un acuerdo con una empresa -la misma que presta servicio en los institutos- con el fin de que dos intérpretes de signos puedan asistir a clases con las alumnas desde mañana, confirmó a DIARIO DE AVISOS el vicerrector de Estudiantes de la Universidad, José Manuel García Fraga.

El responsable de la institución académica explicó que la incorporación se ha demorado porque, en un primer momento, se pusieron en contacto con las personas inscritas en la bolsa de empleo de la propia ULL, pero no fue posible encontrar a ninguna traductora. Por ello, según García Fraga, la Universidad contactó con otra entidad que ofrecía la posibilidad de que en cada clase se contará con dos personas, lo que suponía un coste de 50 euros la materia, “que luego rebajaron a 40”. El vicerrector precisó que esta opción suponía un desembolso anual de 48.000 euros y que superaba al presupuesto de otros años.

“Además, entendemos que con una sola intérprete por clase es suficiente, como se ha hecho hasta ahora”, precisó. Por ello, finalmente, la ULL negoció, mediante la Consejería de Educación, con otra empresa, que es la que presta el servicio de intérprete de signos en la educación secundaria. Del mismo modo, puntualizó que es muy difícil incorporar a la plantilla a estas intérpretes, ya que las horas de trabajo pueden variar en un mismo curso, dependiendo del alumno.

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