icod de los vinos

Larga y próspera vida para el Drago Milenario, uno de los ejemplares vegetales más longevos del mundo

El comité técnico asesor vela desde hace 25 años por la salud del mítico árbol de Icod de los Vinos con medidas que garantizan su conservación
El Drago de Icod de los Vinos, convertido en símbolo de la naturaleza de Canarias, es siempre un gran reclamo, tanto para vecinos como para foráneos. M. P. P.
El Drago de Icod de los Vinos, convertido en símbolo de la naturaleza de        Canarias, es siempre un gran reclamo, tanto para vecinos como para foráneos. M. P. P.
El Drago de Icod de los Vinos, convertido en símbolo de la naturaleza de Canarias, es siempre un gran reclamo, tanto para vecinos como para foráneos. M. P. P.

Dice la leyenda que los dragones al morir se convertían en dragos. Por eso su savia es de color rojo, como la sangre de las bestias. Ello hizo que el ejemplar fuera objeto de veneración para los guanches, que utilizaban su jugo como sustancia curativa.

Los mitos y fábulas en torno al drago de Icod de los Vinos son muchos. Igual que las especulaciones sobre su edad, al ser una de las especies vegetales más longevas del planeta. El reciente apoyo del Senado de España para defender su candidatura como patrimonio mundial por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) ha vuelto a poner todas las miradas en el emblemático ejemplar, sobre el que también se han hecho diversas conjeturas acerca de su salud.

La propuesta fue presentada por la senadora, y concejal del PP en el Ayuntamiento de Icod de los Vinos, Isabel García, quien se basó en un texto elaborado por el profesor Álvaro Fajardo, en el que expone las 10 razones por las que, a su juicio, la planta debe ser merecedora del reconocimiento mundial.

Lo cierto es que actualmente no hay nada que indique que su salud no es buena, según afirma el secretario del Comité Técnico para la Conservación del Drago, Juan Manuel Luis Zamora, quien además se encarga desde hace 16 años de su mantenimiento. Para poder garantizarla sigue un planning de abono y riego, realiza mediciones de la temperatura y la humedad en su interior, y está pendiente de que no se produzca ninguna alteración. Aunque no es una planta que necesite agua, se riega dadas las condiciones de la zona en la que está situada, explica el perito agrícola. También hay otras actuaciones protocolizadas, como la analítica a la que se somete una vez al año, y para la que es necesario subir hasta la copa y coger hojas.

Para evitar los perjuicios de la humedad, en el año 1984 se hizo un saneamiento completo de su cavidad, que había sido rellenada; se colocó una pequeña estación que permite medir la temperatura, la humedad y otras variables, y en su interior se instaló un ventilador y un deshumificador que facilita la circulación del aire y evita la proliferación de hongos.

La salud del ejemplar ya ha dado algún susto en la década de los 90 del pasado siglo, provocado por factores externos, como el daño en sus raíces por la proximidad a su base de una carretera que ya no existe y que originó a su vez actos vandálicos.

Con el fin de asegurar su lozanía, los expertos siguen de manera rigurosa las medidas de conservación, tanto en el ejemplar en sí mismo como en su zona de influencia, que propone el comité técnico, un órgano asesor creado en 1992.

Constitución del comité

Ese año se plasmó de manera oficial su constitución, aunque la primera semilla se puso en 1984, cuando el entonces técnico de los jardines municipales Juan Alberto Rodríguez detectó que el drago presentaba un estado bastante deteriorado. Eso lo llevó a contactar con un especialista americano, quien realizó una valoración sobre el mismo, planteó una serie de actuaciones para llevar a cabo y propuso la creación de un comité técnico que estuviera pendiente de su salud, le hiciera un seguimiento y vigilara las alteraciones que pudieran surgir a diario, explica Juan Manuel Luis Zamora.

Además de él, y del alcalde de la ciudad, Moncho León, que es el presidente, el comité está integrado por Aurelio Carnero Hernández, fitopatólogo del Instituto Canario de Investigaciones Agrarias; Luisa Gallo, micóloga del ICIA; Lázaro Sánchez Pinto, biólogo del Museo de Ciencias Naturales; Juan Alberto Rodríguez Pérez, profesor de Ciencias Agrarias de la Universidad de La Laguna; Marino Fernández, químico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y del Instituto de Productos Naturales y Agrobiología; Arnoldo Santos, biólogo del Jardín de Aclimatación del Puerto de la Cruz; Víctor Chico Rodríguez, técnico municipal; Cristóbal Rodríguez Piñero, técnico del Área de Medio Ambiente del Cabildo de Tenerife, y Francisco Valdés González, biólogo de la ULL.

El ámbito de actuación de este consejo de expertos se amplió a finales de 2015 con otros árboles singulares que se encuentran en el municipio, como son el Pino de Buen Paso, que está en fase de recuperación, y el Drago de San Antonio.

Sus estatutos establecen que se deben reunir tres veces al año, una por cuatrimestre, aunque inicialmente eran cuatro. De acuerdo con las previsiones, la siguiente sesión se celebrará el 3 de noviembre y la ocasión servirá para que el presidente dé a conocer el apoyo conseguido en la Cámara Alta y se analicen sus posibles consecuencias.

Pese a los intensos cuidados que recibe el ejemplar, no se puede garantizar que su salud sea eterna. Se trata de un ser vivo y, por lo tanto, en algún momento tiene que morir. No obstante, “no hay ningún síntoma que nos indique que hay algún problema. Lo cierto es que cuanta más capacidad tengamos de regenerarlo, más posibilidad de vida tiene, y ese es nuestro cometido”, subraya Luis.

Debido a que los dragos despertaron un gran interés entre los exploradores, científicos y naturalistas que visitaron Canarias, y que encontraron en las Islas un importante campo para sus investigaciones, goza de un amparo legal con el que no cuentan otras especies y del que puede presumir.

Amparo legal

El primer paso se dio con la orden de 20 de febrero de 1991 sobre Protección de Especies de la Flora Vascular Silvestre de Canarias, que garantizaba la conservación del hábitat natural del Drago de Icod y otros ejemplares monumentales de las Islas. Dos meses después, la Ley de 30 de abril de Símbolos de la Naturaleza para las Islas Canarias establecía que el Drago de Icod de los Vinos era el vegetal más representativo de Tenerife.

En el anexo IV de la normativa de la Unión Europea, de 21 de mayo de 1992, relativa a la conservación de hábitats naturales y de la fauna y flora silvestre, se establecen medidas para contribuir a la biodiversidad, donde se cita de manera especial a los dragos de Canarias. Dichas medidas fueron incorporadas al ordenamiento jurídico español en un real decreto de 7 de diciembre de 1995.

Hubo que esperar dos años para la siguiente ley, en este caso, la de 19 de diciembre de 1994 de Espacios Naturales de Canarias, que concede protección a los dragos monumentales.

Las especulaciones sobre la edad del majestuoso árbol, aunque los expertos puntualizan que es una planta (Dracaena Draco), también siguen vigentes. Se habla de drago milenario pese a que los últimos estudios apuntan que su longevidad oscila entre los 600 y 800 años, y ello hace que sea uno de los seres vivos más ancianos del mundo.

Milenario o no, todo hace pensar que el Drago de Icod es un ejemplar al que le queda una larga vida, y al comité técnico, una gran tarea que continuar para lograr que sea con buena salud.

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