elvira roca

“Lo asombroso es que todavía queden españoles en Cataluña”

La obra Imperiofobia y leyenda negra (Siruela, 2016), de la profesora y ensayista malagueña Elvira Roca, ha sido todo un fenómeno editorial
La escritora Elvira Roca en Santa Cruz de La Palma. | D. S,

La obra Imperiofobia y leyenda negra (Siruela, 2016), de la profesora y ensayista malagueña Elvira Roca, ha sido todo un fenómeno editorial. El libro, que va por su decimocuarta edición, analiza las características de la política expansionista de España durante la Edad Moderna, marcada por la leyenda negra que arrastra, a juicio de la autora, hasta la actualidad. Roca participó recientemente en las VII Jornadas de Historia Naval de Santa Cruz de La Palma, donde analizó esta especie de prejuicio y complejo que sigue latiendo en el subconsciente colectivo cuando se piensa en España.

– ¿Qué es la leyenda negra?
“Es una deformación de la visión histórica de España. Un fenómeno histórico que comienza muy pronto, en Italia, ya en el siglo XV, se desarrolla entre el XVI y el XVIII, y en el XIX cobra carta de naturaleza como una versión consolidada de la historia. Ya no es propaganda, sino que se asume como verdad”.

– ¿Quién lo asume?
“Lo triste es que son los españoles los que lo asumen como una parte de la historia, como si fuera un realidad irrenunciable”.

 ¿Pasó de ser un sambenito que nos colgaron otros a un complejo asumido?
“Y no ha dejado de ser así. A partir de la segunda mitad del XVIII y el XIX se va naturalizando entre las élites intelectuales nuestras. Cuando es una alucinación colectiva”.

– ¿Cuál es su origen?
“No es más que un caso particular de imperiofobia. Una visión deformada de los imperios que construyen poderes locales periféricos, que no pudiéndolo derrotar en lo económico, militar o cultural, se dedicaban a erosionar su reputación. Está tan consolidado que la mayor parte de la gente tiene una visión deformada de los imperios y cree que han sido malos para la historia de la humanidad, cuando en absoluto ha sido así. Los grandes imperios han sido un paso de gigante en todos los niveles. España arrastra así una hispanofobia que se genera en los tiempos de hegemonía en Europa”.

– ¿Hubo un genocidio en la conquista de América por el que España debe pedir perdón?
“Eso es un disparate. ¿Por qué va a pedir perdón España? Tendrán que ponerse de rodillas los colombianos, mexicanos, etc, cuyos antepasados son los protagonistas. Esto es muy peligroso porque daña a las naciones de habla española de América más que a nosotros y las vuelve esquizofrénicas”.

– ¿En qué se traduce hoy la leyenda negra?
“En Bélgica estamos asistiendo ahora a un desarrollo espectacular de la leyenda negra. Hay una predisposición absoluta a creer cualquier cosa mala que se diga de los españoles. La puesta en escena es que los españoles del siglo XXI y su Gobierno son una especie de continuidad de los Tercios de Flandes y del franquismo, sin tomarse ni siquiera la molestia, desde un complejo de superioridad moral, de contrastar sus opiniones con la realidad”.

– ¿Las imágenes de la policía sacando a gente de los colegios por la fuerza el día de la intentona de referéndum catalán hizo mucho daño a la imagen de España?
“Sí, pero el periódico El Mundo ha publicado que hay investigaciones que han demostrado que el 50% de los sitios que han reportado estas imágenes eran con matrices de Rusia y un 25% Venezuela. Difícilmente se hubiera controlado. Muchas de esas imágenes estaban trucadas”.

– ¿Y la corrupción, una gangrena de este país, no alimenta también esa leyenda?
“Es un mal de todos los países. La corrupción está pudriendo las democracias occidentales y está alimentado los populismo de todo pelaje que están yendo a más”.

– Pero un político en España es más difícil que dimita por corrupción que en Alemania, por ejemplo.
“Alemania también está inmersa en dos procesos de fraude. Tendemos a medir con distinto rasero lo que sucede en un sitio o en otro. Vamos a aplicarnos un trato justo”.

– ¿La dictadura de Franco contribuyó a fomentar la leyenda negra?
“Lo que hace es deformar su imagen. Eso viene de mucho antes y el franquismo no contribuye sino a desdibujar esa leyenda”

– Pero mientras Europa vivía una época de apertura de ideas y progreso, España estaba en la caverna.
“Eso también es el resultado de un abandono absoluto de la Europa occidental del problema español. Este país levantó la cabeza solo y llegó a 1978 sin deudas, cuando se está quebrando Gran Bretaña, tras recibir los millones del mundo para mantenerse en pie. Hablamos del milagro alemán. ¿Qué milagro alemán? Si ha estado recibiendo tanto dinero de Estados Unidos que no podía ni administrar. Este país salió adelante como pudo y en las circunstancias que estaba”.

– ¿Qué salida tiene el proceso de Cataluña?
“Este país ha pasado por crisis graves y ha salido de ellas. Con lo que no contaba nadie es la reacción de la gente normal, de los españoles, que nadie habría imaginado el 15 de septiembre. Estamos viviendo un proceso de catarsis nacional y de echarse el país al hombro porque la clase dirigente parece que no está demasiado bien orientada.

Jünger decía que lo mejor de los españoles es la capacidad de reacción en un momento determinado. Yo lo esperaba, porque si estudias la historia del país se ven reacciones extraordinarias que han tenido los españoles, que solucionan los problemas mejor de lo esperado. Con el nacionalismo catalán vamos a vivir eternamente. Creo que esto bien llevado puede provocar cuarenta o cincuenta años de tranquilidad hasta que la bicha empiece a caminar de nuevo, cuando se olvide lo peligrosa que es y el daño que puede provocar”.

– ¿La efervescencia social del independentismo catalán que hay ahora no se había vivido nunca?
“No es la primera vez que coloca al Estado contra las cuerdas. Desde que el imperio se viene abajo aparecen estos movimientos de disgregación centrífugos que son el resultado de la debilidad del Estado. Lo asombroso es que hayan tardado tantísimo tiempo en conseguir poner en jaque al país, cuando han tenido en sus manos todo el dinero, los medios y el Estado ni estaba ni se le esperaba. Cuarenta años navegando en el mismo sentido, sin viento en contra. Lo asombroso de todo esto es que todavía haya españoles en Cataluña”.

TE PUEDE INTERESAR