Licenciada en Ciencias Políticas y Sociología y Trabajo Social, Esther Torrado actualmente es profesora en la Universidad de La Laguna (ULL). Esta investigadora, que ha llevado a cabo diversos estudios, entre otros asuntos, sobre la violencia machista y la explotación sexual, es experta en género y políticas de igualdad. Ante la celebración, hoy, del Día contra la Violencia de Género, insiste en una entrevista concedida a DIARIO DE AVISOS en la importancia de recuperar y fomentar tanto las políticas de prevención como la formación sexual.
-Hoy se conmemora el Día Internacional contra la Violencia de Género. ¿Cree que la sociedad ha dado un paso atrás?
“Más que dar un paso atrás, son los Gobiernos los que han abandonado a su población a los dictámenes del mercado y el neoliberalismo. La gente piensa que la crisis solo afecta a que te recorten los salarios y las prestaciones sociales, pero también la crisis ha recortado en prevención y sensibilización, elementos que, a pesar de su invisibilidad, son muy importantes para promover actitudes cívicas de ciudadanía democrática igualitaria. Lo del caso de la llamada Manada es un indicador de que algo está fallando en los hombres de este país, principalmente en los jóvenes. Muchos consideran normal reírse de una mujer, intimidarla, y es porque realmente no consideran a las mujeres como iguales. Uno de los elementos más perniciosos en la juventud es la ausencia de una educación sexual igualitaria y el acceso temprano e intensivo a las TIC y, sobre todo, al porno. Por poner un ejemplo de este abandono y la falta de políticas de autorregulación de los medios, viendo la televisión, el domingo se emitieron dos películas que representan la máxima violencia sexual contra las mujeres. Me estoy refiriendo a Pretty Woman, donde se da una imagen idílica y falsa de la prostitución, y Cincuenta sombras de Grey, que escenifica la violencia y dominación hacia la mujer. Todo ello obedece a los intereses del lobby prostitucional, que pretende hacer caja normalizando esta violencia y generando la falsa idea de libertad sexual”.
-¿Ha avanzado el machismo en los últimos años?
“La gente que estaba concienciada lo sigue estando. El problema es que las nuevas generaciones necesitan un fuerte proceso educativo igualitario, y esto no se establece simplemente en charlas, manifestaciones y concentraciones. Tiene que haber políticas públicas y medios técnicos, humanos y económicos para fomentar la igualdad y erradicar el machismo. También tiene que haber códigos éticos y formación especializada a profesionales, por eso en la actualidad no debe sorprendernos que una jueza o un juez emitan una sentencia contraria a una víctima, dejándole una doble vulnerabilidad, o que periodistas pongan titulares del tipo “Una mujer ha fallecido”, cuando en realidad debiera poner “Una mujer ha sido asesinada por su pareja”. Resulta urgente que todos los profesionales reciban formación en género e igualdad”.
-¿Ahora hay más inseguridad para la mujer que hace años?
“Pienso que los contextos públicos siempre han sido inseguros para las mujeres, porque en los ámbitos públicos los hombres han ejercido un poder de dominio y control sobre la movilidad de las mujeres. Por ello, transitar, por ejemplo, por la noche siempre se ha considerado un peligro para las mujeres, cuando en realidad los peligrosos son nuestros hombres, que no están educados para considerar a la mujer como una igual, sino como un objeto que puedan usar y tirar. Lo que está ocurriendo es que los hombres son cada vez más peligrosos para las mujeres, por lo que habría que trabajar con ellos esta cuestión. Nosotras, las mujeres, ya hemos hecho la tarea, y con buena nota, y esto lo podemos apreciar en las estadísticas, donde vemos que nos hemos incorporado al mercado laboral, la política o la vida civil a pesar de las dificultades. Sin embargo, ellos no han hecho el mismo esfuerzo para incorporarse al trabajo doméstico”.
-¿Realmente hoy en día los chicos son más violentos?
“No me gusta decir que la juventud es ahora más machista y más violenta, pero insisto, lo cierto es que los jóvenes han sido abandonados por sus Gobiernos a su suerte y una de las consecuencias es el acceso libre e intensivo a las nuevas tecnologías, y muchos ven porno duro, violento. La juventud está indefensa ante tanta violencia y si, además, el Estado abandona las políticas públicas, tenemos un campo abonado para la desigualdad y la violencia”.
-¿Considera que esta actitud de una parte de los hombres puede ser una reacción por el empoderamiento de la mujer?
“No lo creo. Pienso que es una falta de empatía con sus iguales, es un problema ideológico, de cómo se percibe a la mujer, es una construcción social que se adquiere con la socialización. Muchos hombres siguen percibiendo a las mujeres únicamente como objeto de deseo, un objeto sexual o, simplemente, un objeto que se puede utilizar, romper, tirar. No creo que venga porque las mujeres estemos luchando por nuestra liberación, que no hemos conseguido ni de lejos. El problema lo tienen ellos, y por eso creo que deben ser ellos los que se planteen otros modelos de masculinidad y dar un paso hacia delante contra la violencia. Ellos tienen un problema con la manera con la que perciben y se relacionan con las mujeres”.
-Este año se ha registrado un descenso en el número de denuncias, ¿cómo lo interpreta?
“De muchas maneras, pero creo que se debe analizar muy al detalle y bajo más indicadores. Es verdad que Canarias desde hace años ha trabajado en políticas de prevención y fue una de las primeras comunidades autónomas que crearon una ley contra la violencia y una red de atención, pero me parece poco prudente afirmar que la violencia ha disminuido porque han bajado las denuncias, porque también podría ser que han disminuido las denuncias porque la sociedad mira para otro lado. Puede ser que las víctimas dejan de denunciar porque no confían en el sistema de protección o porque no tienen alternativas”.
-Estos días asistimos al juicio contra La Manada por la presunta violación en los Sanfermines. ¿El devenir del proceso puede causar más miedo en las víctimas a la hora de denunciar o fomentará una concienciación social?
“La hermana pobre de la violencia machista en España siempre ha sido la violencia sexual, es donde menos se ha invertido. El no es no es algo que en este país todavía no se ha entendido. Esto de La Manada es una representación de las muchas manadas que hay en nuestro país y que atacan a las mujeres con la complicidad de la sociedad que minimiza los daños que produce la violencia sexual contra las mujeres. Son muchas fiestas las que hacen apología del sexismo y de la hipersexualización de las mujeres. Son muchos los casos de mujeres agredidas que no denuncian, porque se criminaliza más a la víctima que al agresor, poniendo en duda la veracidad de los hechos”.
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