El presidente de la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife, Ricardo Melchior, aseguró ayer a los empresarios de la plataforma Tenerife Network, que preside Juan Barrientos, que la planta regasificadora de Granadilla estará en funcionamiento, “a más tardar”, a finales de 2020. Melchior, quien compartió un almuerzo de trabajo con los miembros de la plataforma Tenerife Network, explicó las circunstancias que han llevado a que este proyecto se haya paralizado por parte de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y aseguró que se debe, sobre todo, a su “inviabilidad económica”.
No obstante, indicó que el proyecto es “más que viable”, pero que Enagás hizo el estudio hace nueve años. “Ahora lo que ha tenido que hacer es actualizarlo y esperamos tener el visto bueno del Estado antes a finales de este mes”, porque de ello dependen “las ayudas de la Unión Europea al proyecto, que, de demorarse, podrían perderse”. También se habló sobre el puerto de Granadilla e indicó que esta infraestructura va a servir, básicamente, para reparaciones navales y contará con un dique flotante, de una empresa italiana, que llegará el 15 de diciembre a Tenerife, lo que permitirá que “este puerto esté operativo en 2018”.
Por último, señaló que el puerto de Granadilla va a dar trabajo a las más de 60 empresas de reparación naval que existen actualmente en Tenerife, “lo que implica más empleo”, y añadió que este nuevo puerto “complementará” la actividad del puerto de Santa Cruz.
Hay que recordar que el proyecto de la regasificadora nació en el año 2000. No obstante, el consejero de Economía del Gobierno de Canarias, Pedro Ortega, aseguró ayer que la planta hubiera permitido ya a Canarias ahorrar 380 millones de euros en producción de electricidad si se hubiera puesto en marcha en 2009, como inicialmente estaba previsto. El consejero expresó su convencimiento de que la planta de gas será finalmente autorizada, a pesar de los reparos que le ha puesto la CNMC, “porque está más que justificada”.
Ortega recalcó que, frente a lo que le reprochan los críticos con las regasificadoras, el Gobierno de Canarias “no está empeñado con el gas, sino con las renovables”. Sin embargo, recordó, que a día de hoy, las energías renovables como la eólica y la fotovoltaica no pueden garantizar un abastecimiento continuo de electricidad, por lo que sigue siendo necesario contar con un mix que asegure el suministro y en el que van a seguir estando presentes por un tiempo los combustibles. Ortega defendió la conveniencia de ir sustituyendo el fuel y el gasóleo por el gas como combustible de las centrales térmicas de Canarias, porque contamina menos y porque resulta más barato. Según sus cifras, solo ese cambio de combustible para generar electricidad en las Islas le ahorraría 50 millones al año a todos los canarios.
Pedro Ortega aseguró que el Gobierno seguirá impulsando la introducción paulatina del gas en las Islas, porque está convencido de sus ventajas. De hecho, indicó que ayer salieron a información pública infraestructuras de gas canalizado en los polígonos de Arinaga y Salinetas, en Gran Canaria, donde el Cabildo se ha opuesto a esta fuente.
El Gobierno espera terminar el mandato con el 21% de renovables
El Gobierno canario espera terminar la legislatura con un parque de energías renovables que cubra el 21% de la demanda de electricidad de las Islas, una cifra que duplicaría con creces la situación existente en 2015 (9% de penetración), según señaló el consejero de Economía, Pedro Ortega. Destacó, como uno de sus principales logros al frente de la Consejería, el haber conseguido desbloquear en apenas unos meses la situación de parálisis en energías renovables que heredó en 2015. Por ello, recordó que Canarias contaba en 2015 con 330 megavatios de capacidad instalada en renovables, y a final de año habrá 640.
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