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Olivia Delgado arranca el compromiso del Gobierno para revisar los ejercicios de la Guardia Civil en Arico

El Secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, ha pedido disculpas a los ciudadanos que se vieron afectados por el incidente del pasado 1 de junio con los gases lacrimógenos procedentes de maniobras militares en la Playa de Los Abriguitos
Olivia Delgado.

La senadora socialista por Tenerife, Olivia Delgado, ha arrancado esta mañana el compromiso del Gobierno para revisar los entrenamientos y los ejercicios de la Guardia Civil en el término municipal de Arico en la zona conocida como cantón militar o antigua leprosería y buscar una solución que no perjudique a los vecinos.

Tras una pregunta formulada por la propia Delgado en la Comisión de interior, el Secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, ha pedido disculpas a los ciudadanos que se vieron afectados por el incidente del pasado 1 de junio con los gases lacrimógenos procedentes de maniobras militares en la Playa de Los Abriguitos en los Abades (Arico).

Nieto ha agradecido el interés de la senadora socialista por este asunto y ha insistido en su compromiso de estudiar futuras soluciones para poder llevar a cabo este tipo de entrenamientos sin perturbar la tranquilidad de los bañistas o la posibilidad de realizar los ejercicios en otra ubicación.

El Secretario de Estado de Seguridad ha puntualizado que las prácticas que realiza la Guardia Civil consisten en un plan de adiestramiento básico y ha aclarado que existe un acuerdo y hay una autorización del Ayuntamiento de Arico desde el año 2013.

Por su parte, Olivia Delgado ha recordado que durante “muchísimos años los vecinos y vecinas de la zona han manifestado su preocupación por las maniobras que se siguen llevando a cabo allí, por la falta de información, por los vuelos de helicópteros cerca de las viviendas y por el material utilizado, como el gas lacrimógeno que, debido a una racha de viento, alcanzó a los bañistas de la playa más cercana”.

Delgado ha asegurado que “la utilización de este material genera tensión en la población porque se desconoce el uso que se va a hacer de estos instrumentos de guerra, y porque son elementos que generan miedo en la población civil no experta”.

“Además, ha matizado, no parece que este lugar sea el adecuado, porque el incidente con gases lacrimógenos se debió a un cambio de dirección del viento y la distancia mínima exige 300 metros de la población o civil más cercano. El caso es que estas prácticas no cumplen con esta distancia porque midiendo en Google Maps donde tienen lugar los ejercicios desde este punto georreferenciado, la distancia caminando a la población es de 197 metros. En definitiva, visto el mapa, a esta distancia no se reúnen garantías suficientes  para desplazar este material bélico ni para hacer estos despliegues por su cercanía a la población”.

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