Santa Cruz de Tenerife dormía feliz en la madrugada del 7 de febrero de 2013. Era jueves y tocaba ir a trabajar temprano, pero muchos habían alargado la noche del miércoles para conocer a la Reina de su Carnaval, el mejor del mundo para todo chicharrero que se precie y para millones de visitantes que han tenido la fortuna de vivirlo aunque fuera alguna vez. Lo que los santacruceros no sabían es que, en una sala de espera del Hospital Universitario de Canarias (HUC), aquella madrugada se cortaba la tensión con un cuchillo entre los familiares de una candidata, Saida Prieto, que finalmente no había participado por “un accidente”, como se dijo en el lugar de los hechos. Muy cerca de aquella sala de espera, los doctores lograban la proeza de mantener con vida a Saida operándola a vida o muerte durante cinco horas y media.
Prieto, entonces de 25 años, había sufrido graves quemaduras en prácticamente la mitad de su cuerpo. Toda la espalda y la cara posterior de sus muslos ardió al prender como una tea la fantasía que lucía con descaro, atrevimiento y la determinación de quien iba a conseguir su sueño: ser candidata a Reina del mejor carnaval. A pesar de su delicado estado, en el HUC tomaron una arriesgada decisión: Saida debía volar hacia un centro especializado en quemados. Y al mediodía de ese mismo 7 de febrero, hasta Sevilla fue en un avión medicalizado. Saida tuvo que ser reanimada durante el vuelo. La apuesta, a todo o nada, salió bien. Se la operó de nuevo nada más ingresar en el Hospital Virgen del Rocío, donde la joven tinerfeña permaneció más de dos meses.
En un ejemplo de resistencia y superación, Saida salió de la UCI el 11 de febrero, como salió de la Unidad de Grandes Quemados el 3 de abril y volvió a la Isla a mediados de dicho mes. Por si era poco sobrevivir a tan brutal accidente, afrontó una recuperación especialmente dura, tanto en lo físico como en lo psicológico, que aún se prolonga, si bien lo peor -que duró otros dos años- ya pasó.
A pesar de las secuelas que perduran y perdurarán, Saida ya participó en el Carnaval santacrucero tanto en 2016 como este año con su comparsa de siempre, Los Cariocas. Pero aún tiene pendiente cumplir su gran sueño, ese que impidió un malhadado artefacto pirotécnico.
Será en otra noche de febrero, pero de 2018, cuando el mejor Carnaval del mundo zanjará la deuda que tiene pendiente. Y Saida nos demostrará a todos que quien quiere, puede.
La Reina por la que suspira el mejor Carnaval del mundo
Toda Canarias se volcó en su día con Saida Prieto, especialmente en Tenerife, que presume de organizar en su capital una fiesta sin igual. No habría Carnaval de Santa Cruz sin sus vecinos, sin personas como Saida. Por eso ella es la Reina en los corazones de todo carnavalero.
Las escenas de una tragedia con héroes que se juegan la vida para salvar a la víctima
DIARIO DE AVISOS fue el único periódico que informó al día siguiente de la Gala de la Reina que la candidata accidentada aquella noche, Saida Prieto, se debatía entre la vida y la muerte en la madrugada del 6 al 7 de febrero de 2013. Pero no fue hasta el 18 de julio del mismo año cuando, de nuevo el Decano de la prensa de Canarias desveló la realidad de lo sucedido publicando las imágenes captadas por una cámara de seguridad en el Recinto Ferial santacrucero.
En las mismas se observa cómo Saida está a punto de convertir su sueño en realidad, justo antes de salir al escenario. Desde el traje de otra candidata, que espera su turno dos puestos más atrás, sale una llamarada que vuela directamente hacia la fantasía que luce la víctima. En menos de dos segundos, el traje de Saida se convierte en una hoguera infernal, y apenas otros dos segundos después se abalanzan sobre ella sus dos diseñadores, Víctor Díaz y Carolina Hernández, así como el autor de la imprudencia que generó el accidente, Willy Jorge. Todos se quemaron (sobre todo Díaz) para salvar a la chica junto a un bombero y un técnico de sonido que, con extintores, ya sofocan el fuego cuando aún no han pasado ni 20 segundos de la deflagración.
Un proceso resuelto con un buen acuerdo para todos los implicados
Desde el primer momento se instruyeron diligencias por el brutal accidente sufrido por la joven santacrucera Saida Prieto durante la Gala de Elección de la Reina del Carnaval chicharrero en 2013.
Finalmente, dos personas han sido condenadas por un delito de lesiones graves por imprudencia a un total de un año y tres meses de cárcel, lo que no les acarrea ingreso en prisión. Se trata de Willy Jorge, el diseñador que puso el artefacto pirotécnico causante del siniestro, y del exgerente del Organismo Autónomo de Fiestas Francisco Javier Trujillo. Ambos aceptaron dicha pena como parte de un acuerdo con la Fiscalía que ayudaba a un objetivo común: evitar que Saida tuviera que revivir en el juicio los terribles hechos de la Gala y el tremendo calvario de su recuperación.
Para ello, hacía falta otro hecho fundamental: que Mapfre, aseguradora del Ayuntamiento capitalino, compensara debidamente a la víctima. Fue a escasas semanas de iniciarse el juicio cuando la compañía recogió el guante lanzado desde DIARIO DE AVISOS y, en una decisión sin precedentes que no parece tener visos de repetirse, la empresa hizo una excepción en su política de indemnizaciones y llegó a un acuerdo con el eficaz abogado de Saida Prieto, el letrado tinerfeño Juan José Rodríguez.
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