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“Tengo sentido del deber; otra persona sensata ya se hubiera marchado”

Fernando Alduán, aunque llegó a poner su cargo a disposición de la alcaldesa, se mantiene como concejal de Urbanismo de Candelaria, a lo que añade el área de Educación y ahora se suma Medio Ambiente
Fernando Alduán, concejal de Urbanismo en Candelaria. Fran Pallero

Dice que no tiene enemigos, pero nunca se había visto en otra. Su entrada en la política, después de jubilarse como profesor y director del IES Punta Larga, le ha ocasionado el disgusto de verse denunciado en dos ocasiones, y reconoce que no es un plato de buen gusto, aunque tiene su conciencia muy tranquila. Fernando Alduán, aunque llegó a poner su cargo a disposición de la alcaldesa, se mantiene como concejal de Urbanismo, a lo que añade el área de Educación -“que es para lo que venía”, recuerda- y ahora se suma Medio Ambiente. Lo hace, sobre todo, por lealtad a Mari Brito, la regidora local.

-¿Le vale la pena a un jubilado meterse en política con todo este fregado?

“Yo tengo dos compromisos: uno leal y permanente con Mari Brito y otro con el municipio. ¿Me vale la pena dejar gran parte de mi vida y mis quehaceres por este política municipal?, evidentemente, sí. Si me preguntas si tengo ambiciones o pretensiones, te contesto que ninguna. Si me preguntas cómo vivía mejor, yo vivía muy feliz con mis alumnos, porque era mi mundo. Desde luego, no es comparable con este mundo de la política, poco eficaz, esta maquinaria mastodóntica a la que le cuesta conseguir cosas. Tengo una sensación agridulce, pero tengo sentido del deber, y eso me impide marcharme, que es lo que probablemente hubiese hecho cualquier persona sensata, ante imputaciones por la no tramitación de expedientes, ante una falta de efectividad manifiesta. Probablemente, otra persona con otro carácter se hubiera marchado. El trabajo que realizo, sinceramente, es el que tengo que hacer, pero probablemente sea el que menos me ilusione”.

-La gente puede pensar que Fernando Alduán es un excelente concejal de Educación, pero a usted le cayó de rebote Urbanismo, y ahí se ha visto inmerso en la judicialización de la política. Incluso usted llegó a poner su cargo a disposición de la alcaldesa, por un mal expediente de Bajo la Cuesta.

“En efecto, no sé cuantas personas saben que mi compromiso se reducía a colaborar en Educación, que efectivamente es de lo poco que sé, porque a eso he dedicado mi vida. Yo no soy experto en nada, solo un profesor que ha disfrutado de su profesión. Acepté la propuesta de Mari para llevar la concejalía y acepté, pero por casualidades, poco agradables, me tocó llevar también Urbanismo”.

-Una propuesta que llegó porque el socio entonces, Coalición Canaria, no quiso asumir ese área.

“No lo sé con certeza, pero parece que fue así. Había que asumirla y yo no dije que no. Me preguntas el momento en que yo renuncié a la concejalía; yo no renuncié a la concejalía, yo asumí que como responsable ponía mi cargo a disposición de la alcaldesa, y no entiendo porque levantó tanta polvareda. Aquel expediente fue un poco fracaso, aunque mi contribución al mismo pudo ser mínima, pero fue evidente que el expediente de Dani Ran, de Bajo la Cuesta, había caducado, y como el responsable del equipo de trabajo era yo, asumí esa responsabilidad, y me pareció de lo más normal, porque no me duelen prendas en pedir disculpas o admitir una equivocación. La inexperiencia se paga, e insisto en que yo no soy experto en nada, y menos en urbanismo. Se trata de una concejalía difícil, adornada de un especie de aura peligrosa, de componendas… y si de algo me puedo sentir satisfecho es de que aquí no hay trapisondas, que aquí las cosas son como son, independientemente de que podamos ser más lentos o menos eficaces, pero esta concejalía y esta oficina técnica son serias”.

-¿Toda esta parálisis se puede deber a la escasez de personal en el Ayuntamiento?

“No hemos escondido que hay un problema de personal en el Ayuntamiento de Candelaria. La carencia de este personal influye en la eficacia, sin duda, y en concreto en Urbanismo, la jurista especialista se fue hace un año y medio y no se ha cubierto la plaza.En la última visita que hicimos a Teror se nos pusieron los dientes largos viendo el personal con que contaba la oficina técnica, con ingenieros, aparejadores, delineantes, arquitectos. Se trata, fundamentalmente, de que no tenemos funcionarios, y esa es la razón de que no hayan salido los expedientes sancionadores, porque cada uno de ellos necesita un instructor”.

-¿Y a usted le parece normal que sea el secretario, el primer funcionario municipal, quien le haya denunciado ante Fiscalía por esa no tramitación de los expedientes?

“Hay una denuncia caminando por la no tramitación de los expedientes disciplinarios. No sé si el responsable de esos expedientes es el secretario, yo espero y supongo que no, porque al secretario le consta que en Urbanismo no hay un funcionario que pueda ser instructor y, por otra parte, el secretario sabe que solo hay dos funcionarios que puedan hacer esa tarea, él mismo y la técnico de Administración General, aunque entiendo que no puedan ejercer de instructores porque no tienen tiempo material”.

-Y ahora tienen otra baja más, la de la vicesecretaria. ¿Se va a cubrir en breve?

“Yo creo que esa baja es la menos complicada de cubrir. Ahora tenemos una excedencia de una aparejadora en la Oficina Técnica y no la podemos cubrir, porque no tenemos listas de reserva hasta que no se lleven a cargo las pruebas selectivas. Es una realidad en la que venimos trabajando estos años y que demuestra que la administración es excesivamente perezosa, por garantista es casi ineficaz. A mí no me duraba un problema en el instituto más de 15 días, aquí en este tiempo ni siquiera lo has esbozado. Es insultantemente lento. Me parece inaudito e inverosímil que se vaya la única jurista de Urbanismo y año y medio después no se haya cubierto la plaza”.

-Y esa parálisis se ha notado en el desalojo de Bajo la Cuesta.

“Ni el propio Ayuntamiento tenía experiencia en expedientes de desalojo o de ejecuciones subsidiarias. Ni una empresa se puede explicar cómo debe invertir 600.000 euros en un terreno que vale 7.000, y, además, todo eso salpicado con cuestiones socioeconómicas, con el desalojo de los vecinos de sus casas, lo que lógicamente genera un conflicto. Lo que es cierto es que nadie más que nosotros hemos trabajado en buscar soluciones, pero es evidente que no hemos sabido vender este problema, porque solo recibimos pitos, insultos y desconsideración, cuando las respuestas de las otras administraciones ha sido un no rotundo. Creo que al Ayuntamiento, evidentemente, de los retrasos que ha habido se le ha tachado de manera incierta e injusta de enemigo publico número uno de los vecinos”.

-Y otro problema, la eterna rehabilitación de las viviendas de Antón Guanche.

“A los vecinos se les va a solucionar las deficiencias de la ejecución de la primera fase y se va a ejecutar toda la actuación en saneamiento y abastecimiento de agua de toda la comunidad, a lo que tenemos que añadir el compromiso ya firmado para hacer la tercera fase, motivos suficientes para sentirnos satisfechos. A mí me gustaría que en algún momento pudiéramos prescindir de las politiquilla de medio euro. El día que consideramos que un problema es importante no porque me puedan otorgar 15 o 20 votos, sino porque el municipio tiene un problema, ese día la política municipal valdrá la pena”.

-Por si faltaba poco, otra china en el zapato, la nulidad de la adjudicación del proyecto de la piscina cubierta.

“Yo no soy jurista, solo tengo sentido común. Leo la sentencia que estima parcialmente el recurso de Syocsa y veo poco fundamento jurídico, poca citación de preceptos concretos sobre una norma urbanística. Cuando se hablaba de límite de la zona comercial, ¿dónde aparece? En el PGO no aparece en ningún momento cuál debe ser el límite del espacio comercial de la instalación. Me parece que esa sentencia admite recurso. Ahora bien, lo mejor para el municipio es tener la mejor piscina posible y en el concurso ganó una empresa por 120 puntos a 90, aunque la Justicia nos ha trastocado todo el procedimiento. Si la empresa recurre en casación, que creo que lo va a hacer, y se le admite, tenemos un mal panorama, porque tendremos que esperar otros dos años; si no se le admite, en un mes o mes y medio supongo que Syocsa exigirá la ejecución de la sentencia y tendremos la piscina que ellos proyectaron”.

-¿El Ayuntamiento recurrirá?

“No, el Ayuntamiento no va a recurrir de ninguna manera”.

-¿Se siente preocupado por estar imputado, o investigado, para ser exactos, por los vertidos en el Polígono Industrial?

“Uno se siente preocupado cuando se siente culpable y yo no me siento en absoluto culpable en los dos procedimientos que tengo abiertos, los expedientes sancionadores, por una parte, y los vertidos, por otra. Cómo me voy a sentir responsable del vencimiento de un emisario que se recibe junto con un Polígono y del que no se dice absolutamente nada en el acta de recepción. Una situación que no conocía en este ayuntamiento nadie, ni siquiera el anterior concejal, Domingo Ramos. Tuvimos conocimiento de la ilegalidad del emisario en febrero de 2017, y desde entonces no hemos parado en actuar para solucionar un problema insoportable”.

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