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Bencomo, un ejemplo para actuar con la Cueva de los Guanches

Uno de los arqueólogos que participó en la excavación arqueológica del BIC de La Orotava aconseja el mismo proceder en este caso: limpieza, vallado, y estudios con nuevas técnicas
La puerta que se instaló años atrás en la entrada principal de la cueva para protegerla, fue arrancada. Fran Pallero

La manera de actuar con la Cueva de Bencomo, en La Orotava, es un ejemplo a seguir con la Cueva de los Guanches, en Icod de los Vinos, y demuestra que la coordinación entre las administraciones implicadas, en este caso, Cabildo de Tenerife y Gobierno de Canarias, sumado al trabajo de los profesionales, da excelentes resultados.

Efraín Marrero Salas, uno de los arqueólogos que participó en la primera y única excavación del BIC orotavense, aconseja seguir el mismo procedimiento con el yacimiento arqueológico de la Ciudad del Drago: limpiarlo; vallarlo para una mayor protección, dado que además la puerta que se instaló años atrás con este fin fue arrancada; y por último, realizar estudios con nuevas técnicas que se puedan aplicar después de 20 años de haberse realizado su exploración arqueológica.

A diferencia de Bencomo, en la morada del último mencey de Ycoden se realizó un estudio y un sondeo en 1977 dirigido por María del Carmen del Arco. A pesar de que ha sido excavada con metodología arqueológica, lo que permitió hallar allí fragmentos de cerámica realizada a mano, punzones óseos, restos de cápridos, una mandíbula inferior humana y conchas de moluscos marinos que todavía perduran, Marrero explica que se suele dejar una parte sin intervenir para aplicar otras técnicas que vayan surgiendo en el futuro. “Es lo que se suele hacer”, subraya.

De hecho, en el decreto 125/2005, de 14 de junio del Ejecutivo regional mediante el cual se declara BIC con categoría de Zona Arqueológica, se aconseja la protección y conservación de este tesoro patrimonial para evitar su expolio, dado que todavía existen sectores susceptibles de ser excavados con metodología arqueológica.

Marrero fue el responsable de realizar diez años atrás un informe sobre una parcela que estaba por encima de la Cueva de los Guanches para ver si afectaba al yacimiento y para plantear algunas medidas cautelares y de protección del BIC, porque el dueño de la parcela estaba levantando un muro en su propiedad y eso afectaba al entorno natural del yacimiento.

Debido a ello, el profesional propuso que se retirara para no desvirtuar la visión del entorno y así se hizo, pero de resto, “no había una afección invasiva fuerte” y así se comunicó a la Unidad de Patrimonio Histórico del Cabildo de Tenerife.

Marrero precisa que cuando hizo la inspección, la cueva tenía un vallado que ya estaba roto y la acumulación de basura que había en el lugar impedía observar vestigios arqueológicos “si es que quedaba algo tras la excavación”, matiza.

Es uno de los enclaves con una de las dataciones más antiguas de Tenerife junto con la Cueva de Don Gaspar, también excavada por María del Carmen del Arco, y la de las Estacas en Buenavista del Norte.

El director general de Patrimonio Histórico del Gobierno de Canarias, Miguel Ángel Clavijo, y la consejera insular de Patrimonio, Josefa Mesa, confirmaron a este periódico que ambas administraciones tienen previsto el próximo año un plan de choque para actuar en los BIC que se encuentran en una situación “delicada”, como es el caso de la morada del último mencey de Ycoden.

De cumplirse este proyecto, se terminará con el abandono de la Cueva de los Guanches y otros yacimientos importantes que se encuentran en la Isla que hasta el momento no han recibido la protección que merecen.

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