EFE / DA
La coalición de gobierno del Cabildo de Tenerife, formada por CC y PSOE, aprobó ayer en el Pleno insular los presupuestos de la Corporación para 2018, que alcanzan los 846 millones de euros, el 4,62% más, con el voto en contra de Podemos y la abstención del PP. El Pleno rechazó, además, la enmienda a la totalidad presentada por Podemos, así como sus 111 enmiendas parciales, con los votos en contra de CC y PSOE, y de nuevo la abstención del PP, que no presentó enmiendas a las cuentas elaboradas por el equipo de gobierno.
El portavoz de Podemos, Fernando Sabaté, justificó la oposición al presupuesto en la falta de actuaciones contra la pobreza, la exclusión social y el empleo, el aumento de la “política clientelar”, a través de las subvenciones “a dedo”, y la falta de voluntad de avanzar hacia la “descarbonización” de la producción energética, entre otros motivos.
En política social, de empleo y de energías limpias “se han instalado en el no a todo”, dijo Sabaté a CC y PSOE, a los que reprochó que primero se escudaban para no actuar en la crisis y en la falta de fondos, pero ahora, que aumenta el presupuesto, lo dedican “al cemento y las políticas clientelares”. El portavoz del PP, Sebastián Ledesma, explicó que su grupo ha intentado llegar a acuerdos con el equipo de gobierno, tratando de negociar más de 100 propuestas sin presentar enmiendas, pero, dada la falta de voluntad de CC y PSOE para aceptar la mayoría, optaron por la abstención.
Alberto Bernabé, de CC, aseguró, en cambio, que el presupuesto está equilibrado y se vuelca en el bienestar de las personas, como prueba que el 60% se destine a políticas sociales.
Presidente por un día
Por otra parte, el niño Pablo Vargas, de 10 años y alumno del CEIP San Fernando (Santa Cruz de Tenerife), propuso ayer, durante la celebración de un pleno simbólico, potenciar la innovación de las nuevas tecnologías en las escuelas, como el desarrollo de talleres de robótica.