Era una idea que Benito Cabrera llevaba acariciando desde hace mucho tiempo. Una leyenda, la de Gara y Jonay, que en realidad es un arquetipo del amor, que desde Canarias se lanzará al mundo con un empaque significativo, al contar con la Orquesta Sinfónica de Tenerife (OST), y, al mismo tiempo, con elementos tradicionales, como chácaras, tambores, silbos y caracolas, un lenguaje sofisticado y una poética renovada. Pensó en Los Sabandeños como grupo para interpretarla y tiró de los mejores, que además son amigos y trabajaron juntos en otras ocasiones: el compositor Emilio Coello y el director Víctor Pablo Pérez. Ambos conocen muy bien la sensibilidad canaria y han sabido captar perfectamente la esencia de la obra.
Así, tras dos años de un proceso largo, entretenido y productivo, se concretó La leyenda de Gara y Jonay para el tradicional concierto de Navidad de este año, con textos del timplista y director musical del citado grupo folclórico; la música de Coello, y Víctor Pablo Pérez al frente de la OST. El estreno se completará con una selección de los populares ballets de Chaikovsky El lago de los cisnes y El Cascanueces.
DIARIO DE AVISOS reunió ayer a los tres músicos en la Dársena de Los Llanos, en la capital tinerfeña, donde mañana tendrá lugar el concierto, para hablar de él y de la sensación que tuvieron el viernes al presenciar el primer ensayo. A la espera de ver la acogida que tendrá en el público, están convencidos de que “hará historia y con mayúsculas”, una afirmación de Pérez con la que también coincidieron sus compañeros. Entre otros motivos, porque “se trata de una historia de amor que trasciende un poco la razón y va más allá de las convenciones sociales y culturales, con lo cual el proyecto es tremendamente atractivo y hermoso”, confesó Coello.
En su caso, lo ha vivido “muy de lleno”, porque su padre además nació en el pueblo donde se desarrolla la historia, y en el que pasó muchos veranos: “Eso te impregna y te sensibiliza a la hora de afrontarlo”, manifestó. Gara, princesa gomera, y Jonay, hijo de un Mencey tinerfeño, son los protagonistas de una de las leyendas más populares del folclore canario. Ante una relación prohibida por sus padres, debido a la profecía de un adivino que predijo que su amor traería desgracias en forma de fuego y lava, los jóvenes aborígenes terminan suicidándose juntos. Una historia que para Cabrera adquiere un especial significado en Navidad, una fiesta que desde el punto de vista religioso es un canto a la esperanza, al amor por encima de cualquier razón, “y a su tolerancia, a pesar de que en el siglo XXI todavía sigue habiendo convencionalismos sociales que prohíben, denostan y persiguen a amantes de todo tipo por razones sexuales o condición social”, manifestó el timplista.
“Es una auténtica obra de autor, unida al mundo sinfónico con instrumentos autóctonos y el canto de los solistas, que es muy cercano”, la describió Víctor Pablo Pérez. Para él, la relación de la OST con la música popular ha sido fundamental, sobre todo para romper el prejuicio de que las orquestas siempre han sido consagradas para una élite o para los melómanos, y por eso siempre se esforzó en acercarla a todos los ciudadanos.
El reconocido director de orquesta consideró que la música popular aporta un público “no habitual” a este tipo de conciertos, que se enriquece mucho “de una música más sofisticada y de mayor densidad”. Dos mundos que se retroalimentan y se seducen mutuamente y que, en este caso, “llegará al corazón de la gente, porque tiene todos los ingredientes para hacerlo y, además, profundamente”, opinó.
Víctor Pablo Pérez afirmó que “es un momento bueno para descubrir lo que se tiene en Canarias, desarrollarlo y lanzarlo al mundo”, y ello será posible gracias a la emisión internacional de Radio Televisión Española, que permitirá disfrutar el concierto en todos los continentes después del directo y ver de una nueva forma el folclore y la realidad de las Islas. El proyecto incorpora muchos elementos innovadores. Uno de ellos es el silbo gomero, un lenguaje en estado puro, que “electrizará” al público al reproducirse en varios sitios, ya que habrá silbadores entre el público.
Otra de las novedades es la parte audiovisual, un soporte fundamental para mantener el hilo narrativo y facilitarle a los espectadores seguir una obra “que necesita de muchas escuchas, porque es muy densa”, explicó Cabrera. En este sentido, Emilio Coello destacó las imágenes, que ilustran los grandes paisajes que tiene el Archipiélago.
El concierto lleva detrás un trabajo importante de documentación. Se ha investigado en las vestimentas, los abalorios y la gestualidad del mundo prehispánico, “a veces desconocido a la hora de interpretar, porque las fuentes no suelen ser demasiado precisas”, dijo el timplista. En lo que respecta a la música, Coello incorporó en uno de los fragmentos cantos desconocidos gomeros dedicados al año nuevo, una melodía concreta de un señor llamado Ángel Cruz Clemente.
Los tres tienen expectativas futuras con este proyecto, pero de momento la única concreta es llevarlo a La Gomera el próximo año. Es un trabajo que necesita del apoyo de instituciones públicas como privadas, porque conlleva unos costes importantes.
El momento culminante de la obra será la muerte de los dos protagonistas, en el que esperan conseguir el silencio del público. En caso de lograrlo, “puede llegar a ser estremecedor”, aseveró Pérez. Y ello, sin duda, será el mejor de los aplausos.
Hemeroteca
Publicidad
Esquelas