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Lourdes Arvelo tendrá que recurrir a una clínica privada para aliviar su dolor

A la espera de la respuesta de Sanidad, la paciente agradece el apoyo de alumnos y profesores en el IES donde da clase de Historia
Lourdes tendrá que pagar en una clínica privada para tener su tratamiento mientras espera por la sanidad pública. | DA

Lourdes Arvelo, la paciente de 51 años afectada por una enfermedad crónica lumbar y cuya cita anuló el Hospital Universitario de Canarias en la Unidad del Dolor el pasado 14 de noviembre, tendrá que buscar una solución en la sanidad privada.

Después de siete meses de espera y tras ver suspendida su cita, posponiendo el tratamiento hasta el mes de mayo de 2018, no tiene más remedio que “intentar buscar el dinero suficiente para irme a la medicina privada, en la Clínica de Navarra, e intentar aliviar mis dolores. Es la única vía que encuentro y por la que mi familia me dice que me debo decidir”.

Así lo explicó ayer en declaraciones a DIARIO DE AVISOS, tras evidenciar “el apoyo de mis alumnos y de mis compañeros ante la publicación de la noticia” por parte de este periódico.

Lourdes, profesora de Historia en un instituto de educación secundaria de la comarca Este de La Palma, reconoce que el apoyo recibido “me produce un sentimiento de agradecimiento… además, me ha dado la oportunidad de explicar a mis alumnos, en respuesta a sus preguntas y comentarios, tras la lectura de la información publicada por el DIARIO DE AVISOS, la necesidad, el derecho y el deber que tenemos como ciudadanos, de hacer valer nuestros derechos como usuarios de la sanidad pública”. “Ahora me encuentro con que no tengo esta provisión de gastos para acudir a la privada, pero tendré que buscarlo”.

Arvelo presentó una reclamación ante el servicio de Atención al Paciente del Hospital Universitario de Canarias tras presentarse a su cita en la Unidad del Dolor, tras siete meses de espera, y comprobar que había sido anulada. En su reclamación plantea “los errores cometidos por la administración al haber intentado contactar conmigo en un número equivocado”. La nueva cita, además, se pospone hasta dentro de cinco meses, en mayo de 2018.

A la espera de una respuesta pública de la Consejería de Sanidad, que ayer dio claros indicios de que se mantendrá en silencio respecto a este asunto en virtud de la Ley de Protección de Datos, la afectada confiesa que “me gustaría no solo que contestaran públicamente, sino que me dieran una respuesta de forma directa y me pidieran disculpas”. Pese a todo reconoce que “no tengo mucha confianza en que eso ocurra, porque desde la administración también se puede ser arrogante y creo que esa es la actitud que mantienen”.
Lourdes hace “cuentas” junto a su familia para ver la viabilidad de un posible un desplazamiento a la Clínica de Navarra, donde espera encontrar una solución temporal a un problema crónico, el aplastamiento de varias vértebras lumbares, que le ocasionan fuertes dolores.

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