Serán los resultados preliminares de la autopsia los que hoy determinen si la muerte de una inglesa cuyo cadáver fue encontrado ayer en un chalé de Gran Canaria obedece, como se sospechó en un principio, a un caso de violencia de género, duda alimentada durante buena parte del día de ayer por la ausencia de la pareja sentimental de la fallecida. Sin embargo, cuando esta persona, un varón de unos 50 años de edad y nacionalidad británica, regresó al chalé donde convivía con la infortunada, fue puesto en libertad ante la “falta de indicios suficientes” que le vinculen con el suceso.
El cadáver de la mujer fue hallado minutos después de las diez de la mañana de ayer, cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento de su existencia a través de una persona conocida de la víctima, que se presentó en las dependencias del Instituto Armado de Puerto Rico-Mogán para informar que había visto el cuerpo sin vida de la mujer en la piscina de la vivienda cuando se despertó.. Varios agentes se desplazaron entonces al domicilio, un chalé de alquiler vacacional con piscina, y averiguaron, según el relato de los vecinos, que la mujer había discutido en la noche del sábado con su pareja en la vivienda.
A pesar de que tanto la fallecida como su pareja son británicos, ambos residen en Gran Canaria desde hace años.
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