La comunidad educativa del IES Manuel Martín González, en Guía de Isora, desde su director hasta el profesor recién llegado, han mostrado su contrariedad ante el traslado de dos de sus alumnos a otros centros a mitad de curso, debido a un cambio de residencia que ampara el Gobierno de Canarias.
Los dos alumnos tienen que abandonar el instituto isorano al final del puente de diciembre debido a que el piso tutelado para menores en el que están alojados en Adeje cierra sus puertas, porque existen plazas libres en otros pisos del sur de la Isla, donde residen niños a los que se les ha retirado la custodia a los padres o madres por diferentes razones.
Por lo tanto, desde el IES Manuel Martín González se esgrime que no hay más razón que una supuesta racionalización de gasto, sin llegar a comprender por qué no se ha buscado un acuerdo entre las distintas consejerías del Gobierno que intervienen en el asunto, al ocasionar con este cambio que pueda aumentar el desarraigo de dos alumnos que se encuentran muy adaptados a sus compañeros y profesores en Guía de Isora.
Un docente señala que “el tema es que este cierre lo hacen de un momento para otro. A los profesores nos han pedido que pongamos las notas provisionalmente ante un traslado de centro, que se llevará a cabo 10 días antes de terminar la evaluación”.
Uno de los alumnos lleva viviendo ocho años en el piso de Adeje, por “lo que le van a hacer es más que quitarlo de un piso: es el sitio donde ha crecido. Estos días está insoportable porque esta noticia lo tiene trastocadísimo”, señala uno de sus profesores, que recalca que está cursando una FP Básica adaptada. “No entendemos -señala el docente- que no vean desde el Gobierno lo importante que es para este tipo de alumnado la estabilidad. Además, a estos dos alumnos, que convivían en Adeje, los llevan ahora a pisos e institutos de San Miguel y Los Cristianos, “y todo por ahorrarse un poco de dinero, sin atender a los deseos de los tutelados”.
Desde el IES Manuel Martín González también se recuerda el caso de una alumna, muy conflictiva, que ya no cursa este año en el centro, de la que se consiguió que no abandonara los estudios y los prosiguiera con un ciclo de grado medio en Las Galletas. “A esta chica la trasladan ahora a La Orotava; más desarraigo aún”, comentan desde la comunidad educativa del instituto isorano, con la discreción que estos asuntos conlleva, tanto para los profesores como para el alumnado.
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