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Tradición que se hace futuro

La XXXIII Fería de Artesanía de Canarias abre sus puertas en el Recinto Ferial con la vista puesta en la innovación de un arte que engloba no solo las manufacturas más típicas, sino que también apuesta por la creatividad artesanal
Feria de artesanía. | ANDRÉS GUTIÉRREZ

Muchos llevan en esto toda su vida, mientras que otros apenas se están estrenando en el mundo de la artesanía. Unos y otros han hecho de su arte, más típico o más innovador, un medio de sustento, que en unos casos les sirve para ganarse la vida y en otros, al menos, para completar la economía familiar.

Desde ayer, una amplia representación de artesanos, 140 para ser exactos, se dan cita en la XXXIII edición de la Feria de Artesanía de Canarias, que se puede visitar en el Recinto Ferial hasta el próximo domingo, 10 de diciembre. El Cabildo de Tenerife, impulsor de la feria, junto al Gobierno de Canarias, que le da su apoyo con 200.000 euros, inauguraron ayer este espacio en el que está representado todo el Archipiélago con 62 artesanos de Tenerife y 78 del resto de islas, y en el que se exponen las creaciones de unos 40 oficios practicados en Canarias. La entrada a la Feria de Artesanía de Canarias es gratuita, y en ella destaca la celebración de talleres para todas las edades y pasacalles. Puede visitarse desde las 11 de la mañana y hasta las nueve de la noche, ininterrumpidamente. Quienes se acerquen hasta el Recinto Ferial podrán disfrutar de creaciones que van desde la cestería o la joyería, pasando por la confección de distintos tipos de tejidos, hasta la degustación de productos típicos, como el queso o los dulces canarios. El vicepresidente socioeconómico del Cabildo, Efraín Medina, felicitó a todos los artesanos que participan en la Feria, “pues son ellos las verdaderas estrellas del universo que es la artesanía, y que cada vez más está experimentando un auge en su calidad y en su comercialización”. “Es ahí hasta donde queremos llegar
-dijo-, a que esta riqueza que encontramos en todas y cada una de las islas canarias traspase las fronteras y pueda ser conocida y admirada”.

En los distintos espacios se pueden encontrar creaciones como la de Ana Cruz Martín (Arinoe), quien, a través del macramé, teje desde hamacas o tapices para la pared a pequeños adornos. Sus creaciones van desde los cuatro euros hasta los más de 400 de una hamaca. Lleva tres años acudiendo a la feria regional y admite que desde hace ya unos siete años es su principal actividad. “Me quedé en paro y vi en la artesanía una oportunidad para salir adelante”, confiesa. Para Massimo Corneo, de profesión carpintero, la artesanía a través del uso de materiales reciclados, principalmente la madera, es una forma de completar su profesión y dar salida a su creatividad. “Mezclo distintas técnicas, pero sobre todo me gusta trabajar las maderas con los aceites”, explica. Es su tercera feria regional, los mismos años que lleva con el carné de artesano, imprescindible para participar en esta exposición. Una lámpara de pie realizada en madera es lo más caro (340 euros) y un matamoscas lo más barato (8 euros).

Miguel Ángel Rodríguez es uno de los más veteranos, no solo porque lleva 15 años asistiendo a las ferias regionales, sino porque ha dedicado más de 40 años a trabajar el cuero. Pulseras, cinturones o incluso cuadros trabajados en cuero repujado pueden verse en su espacio expositivo. “Hay muy pocas ferias”, lamenta, tras reconocer que son la principal fuente de ingresos para muchos artesanos. A sus 64 años, vive con pasión el trabajo que desarrolla. Un cuadro con motivos canarios por 180 euros es lo más caro, una pulsera de cuatro euros, lo más económico.

María del Carmen Díaz apenas lleva dos años en el mundo de la artesanía, tiempo más que suficiente para ofrecer una de las técnicas más innovadoras: aplicar el calado a la joyería. Un sistema patentado y que le permite ofrecer piezas de gran singularidad. “Trabajo con baños de plata y oro, y en mi última colección las piezas son de plata de ley”, explica Díaz.

Exposiciones y música en vivo para animar las cinco jornadas

Las exposiciones tienen un lugar especial en la zona central, bajo una estructura que albergará tres colecciones. La primera es la de Tierra-Agua-Aire-Fuego, muestra itinerante de alfarería tradicional a cargo de la asociación sociocultural Chinguafo. La cestería tradicional de Tenerife es la segunda muestra, con un catálogo de la variada tipología de cestos de castaño, caña y mimbre vigentes o en desuso en Tenerife. La última, Ancestros, innovando con la artesanía ancestral, plasma el alma de los antepasados. Utiliza los métodos tradicionales de la alfarería canaria. Hunde sus raíces en la esencia de la memoria que aún perdura y trae al presente nuevas formas.

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