La era Fotis Katsikaris en el Iberostar Tenerife no deja de cosechar éxitos. Los aurinegros se impusieron (91-93) al FC Barcelona en el Palau en la prórroga, después de un encuentro muy igualado en el que Mateusz Ponitka marcó la diferencia. Habrá que disfrutar mucho del polaco mientras esté en la Isla porque es jugador de equipo de Euroliga.
El Canarias se presentaba en el Palau Blaugrana después de haber ganado a Betis y Neptunas, pero la cancha del Barça son palabras mayores. Además del potencial del equipo local, los visitantes vieron como, en momentos clave del partido, los colegiados tomaron decisiones caseras, algo con lo que había que contar.
Katsikaris había dicho en la previa que para ganar en ese pabellón hay que meter “más de 80 puntos” y sus jugadores se pusieron manos a la obra desde el primer segundo. Tobey y Ponitka se aliaron para lograr un parcial de 2-11 (9-17) al que tardó en responder el equipo barcelonista.
Sito Alonso apostó por meter músculo en pista con Sanders, pero la defensa canarista estaba acertada en todo momento. Los de Katsikaris eran sólidos en defensa y, cuando era necesario, golpeaban con eficacia en ataque, como con un triple de Javier Beirán que cerraba el primer acto con un 17-25.
El FC Barcelona respondería, pero no lo haría desde el ataque. Los culés comenzaron a defender con mayor dureza, algo que pudo sorprender al Canarias, que vio como le hacían un parcial de 12-6 que acercaba peligrosamente a los catalanes en el electrónico (36-38). Para ese entonces ya se había producido el debut de Kostas Vasileiadis con la camiseta canarista. La primera mitad no fue l que vio la mejor versión del alero griego, que parecía querer reservarse para los momentos importantes.
Los triples lastraban al descanso a los tinerfeños. El Barça podía cerrarse en el interior porque su contrincante solo había convertido 3 de los 15 lanzamientos de 6,75 intentados. Además, solo habían repartido cinco asistencias, números más bajos que en anteriores actuaciones.
Pese a todo ello, como el propio Fotis Katsikaris reconocería posteriormente en sala de prensa, sus jugadores tenían el carácter necesario para afrontar el partido que le seguiría planteando el Barcelona.
Los de Sito Alonso empezaron con un parcial de 6-0 (42-38) muy prometedor para sus intereses, pero duró lo que necesitaron los insulares para reorganizar ideas. Algunos malos pases habían significado pérdidas muy castigadas por el Barça, algo que también se supo corregir. Parcial de 3-10, otra vez encuentro igualado y mínima ventaja local antes de llegar al último cuarto de partido (60-58).
Fue entonces cuando los ataques fueron menos brillantes. Ambos conjuntos se centraron en sus defensas, pero el ataque del Canarias fue más coral que el barcelonista, en el que solo Juan Carlos Navarro daba respuesta.
Con empate a 77 se llegó al último minuto de partido, en el que San Miguel, Richotti y Seraphin pudieron dar el triunfo a los suyos pero, tras sendos fallos, todo quedó por decidirse en la prórroga.
Fue en ella cuando pareció Vasileiadis, para con un triple, poner el 86-89 que presionaba al Barça. Navarro anotó tres tiros libres seguidos (89-89), pero el griego repitió, esta vez de dos, antes de que Juan Carlos Navarro volviera a empatar (91-91).
El héroe sería Rodrigo San Miguel que, con una bandeja y a falta de un segundo y medio para el final, permitía al Iberostar Tenerife ganar, un año más, en el Palau (91-93).
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