“El calentamiento de la Tierra es algo imparable”. Así de contundente se mostró Jesús Agüera, delegado en Canarias de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), y precisó que el año que hemos dejado atrás “ha sido extremadamente cálido, el más cálido de los últimos 30 años, no solo en Canarias, sino también en toda España y en el resto del mundo”.
Agüera señaló que, a falta de contabilizar el mes de diciembre, el aumento medio de las temperaturas, día a día, durante 2017 se sitúa de enero a noviembre en torno a “los dos o tres grados”, y que en Canarias, en concreto, “tenemos que ir acostumbrándonos a quedarnos sin estaciones, quizás solo con dos”. Pese a los episodios de lluvia en el norte de Tenerife en la semana de Reyes, el delegado regional de la Aemet anunció que “esta semana van a volver a ascender las temperaturas, aunque puede que se den episodios de lluvia serena”, y descartó que “pueda llegar la nieve con intensidad”. No obstante, detalló que se han dado temperaturas por debajo de cero en cotas superiores a los 2.000 metros, con nubes verticales que han convertido la lluvia en aguanieve y han dejado un ligero manto blanco en el pico del Teide. Jesús Agüera recordó que 2017 comenzó, como este año, con precipitaciones, pero que desde marzo hasta el día 6 de enero apenas llovió en las Islas, excepto alguna borrasca en La Palma. “Es difícil hacer predicciones a tan largo plazo, pero lo normal es que sigamos teniendo un tiempo estable, con presencia de alisios y calima, mientras que las borrascas serán cada vez menores”, señaló, dibujando un 2018 muy parecido al año pasado. Jesús Agüera no muestra la menor duda en reconocer que “el calentamiento es algo imparable, ya sea por la acción del hombre o no”, pero no le gusta hablar de “cambio climático” en las Islas, porque no se han dado fenómenos que no sean normales en nuestra situación geográfica, si bien admitió que “ha cambiado el régimen de lluvias y las estaciones ya no son las normales”.