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Antonio Tejera: “Habría que hacer un esfuerzo didáctico de recrear la cultura guanche”

El catedrático de Arqueología de la ULL sostiene que una de las “espinitas” que le queda en su trayectoria es poder ver en un espacio museístico la recreación de cómo era la vida aborigen o el hallazgo de la Virgen de Candelaria
Antonio Tejera. | SERGIO MÉNDEZ

La pasada semana Antonio Tejera veía reconocida su trayectoria profesional por sus colegas con la concesión de la Medalla de Oro de la Universidad de La Laguna (ULL), un galardón que, confiesa, le ha emocionado especialmente. El catedrático de Arqueología de la ULL hasta 2016, momento en el que se jubiló, también ostenta el Premio Canarias, concedido en 2011, en la modalidad de Patrimonio Histórico. En una entrevista con DIARIO DE AVISOS, sostiene que una de las “espinitas” que le queda en su trayectoria es poder ver en un espacio museístico la recreación de cómo era la vida aborigen o el hallazgo de la Virgen de Candelaria, proyectos que tiene totalmente estudiados y concebidos, a expensas de que se conviertan en realidad.

-¿Cómo ha recibido el reconocimiento otorgado por la Universidad de La Laguna?

“Si soy sincero, de todos los reconocimientos que he tenido este es uno de los que más me ha emocionado, porque viene de mis propios colegas. Ese reconocimiento personal dentro del ámbito del trabajo tiene un añadido de cariño y afecto que supera cualquier otro galardón”.

-¿Conoce el proyecto Athanatos impulsado por el Cabildo tinerfeño?

“Lo conozco, he estado viendo la exposición, que es una buena muestra. Me parece que es un proyecto estupendo, que debería, desde mi punto de vista, dar pie a algún tipo de reunión o jornadas que se celebrasen cada cuatro o cinco años, de manera que la Isla fuera un punto de referencia sobre los estudios relacionados con la muerte en el ámbito de la arqueología. Me parece que ha sido muy positiva esa idea, volver a ese resurgir, pero que tenga continuidad”.

-Precisamente una de las piezas que falta en esa muestra es la momia guanche que se halla en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid. ¿Es partidario de que vuelva a Tenerife?¿Puede ser lo sucedido con el Tesoro de Sijena un precedente?

“Una vez y otra reiteramos que esa pieza vuelva, el problema es que el Museo Arqueológico, en su mayor parte, está formado por objetos de distintos lugares de España y las piezas son propiedad del museo. La momia fue una donación que llega a través de un gabinete científico en época de Carlos III y creo que no es posible el regreso, desde el punto de vista jurídico. El caso de Sijena es completamente distinto. Media una situación diferente. Claro que me gustaría que estuviese aquí, pero si no, ya que está en Madrid, se debería hacer el esfuerzo para que esté lo mejor acondicionada posible y sea un punto de referencia. Que esa pieza obligue a que el visitante se pare en ese lugar y sepa dónde está Tenerife. Traerla de nuevo lo veo muy difícil porque entonces todo el mundo querría que sus piezas singulares fuesen a su lugar de origen”.

-¿Qué opinión le merecen los ejemplos que ha publicado este periódico del deplorable estado en que se encuentran espacios como la Cueva de los Guanches o la del Mencey Bencomo?

“En el caso de la Cueva de Bencomo dije que, aunque en apariencia eso esté abandonado, dedicado a corral de cabras, estoy seguro de que se pueden recuperar restos arqueológicos y, aunque no, teniendo en cuenta que tenemos documentos de sobra para confirmar que aquella cueva es la del Mencey, aunque no tenga nada, el espacio de por sí ya tiene un valor excepcional. Hoy hay técnicas, para reconstruir y adecuar los hechos arqueológicos. ¿Existe algún espacio donde se pueda reproducir, con técnicas perfectas que hay hoy, para que un visitante se haga una composición de lugar sobre una cueva de estas características?. ¿Es posible recrear una cueva guanche y que el visitante se haga una composición de lugar? Claro que es posible, y esta es una forma también de acercar didácticamente al público. Uno de los grandes problemas de los museos, en general, es que se transforman en una acumulación de piezas singulares, extraordinarias, pero el criterio de un museo de pintura o escultura no es aplicable a las piezas arqueológicas, ya que estas deben estar contextualizadas. Haciendo sitio en el Museo de la Naturaleza y el Hombre a lo mejor se podría recrear un espacio para que el visitante se haga una idea de cómo era todo eso. Me parece que habría que dar ese paso. Aunque a lo largo de los años hayan desaparecido esos restos, si la cueva existe, ya de por sí tiene un valor extraordinario”.

-Desde La Orotava se anunció que la Cueva de Bencomo iba a ser el primer museo de sitio en esta temática. ¿Por qué cree que Tenerife no ha apostado por esta fórmula como sí lo han hecho otras islas?

“No ha apostado en absoluto. Yo desconozco el porqué. En el caso de Tenerife no tenemos el tipo de arqueología que pueden tener otras islas para disponer de algo visitable, pero si no se tiene de forma directa puede haber una alternativa, como existen en otros lugares donde se puede producir una recreación. Apostar por la recreación en un espacio natural se puede hacer y podría tener un resultado positivo. Desconozco por qué razón no se ha optado por ir en esa línea. Es preferible quitar material que pueda estar expuesto y sustituirlo por espacios didácticos”.

-¿Hay dejadez de la administración pública en la correcta conservación del legado aborigen?

“No me atrevería a decir que hay dejación. Yo creo que no la hay. La sensación que tengo es que, en general, en Canarias, ha habido y hay una preocupación especial por el patrimonio y, especialmente, por el arqueológico. Esa preocupación existe, por suerte, no solo en la administración regional e insular, sino también en muchos ayuntamientos”.

-¿Qué nos queda por hacer en este sentido?

“Varias cosas. Una. Si un ciudadano español quisiera leer un libro sobre los guanches de Tenerife no lo encuentra. Si es un ciudadano inglés, alemán o francés, tampoco lo encuentra. Por otra parte, habría que preguntarse si estamos haciendo lo suficiente para que el legado que tenemos esté al alcance de quien nos visita y si los turistas pueden acceder con facilidad y hacerse una idea de la cultura de los guanches. En el ámbito arqueológico se podría hacer más para el turista. Además, siempre digo, de broma, que teniendo un nombre con un marchamo internacional me pregunto por qué el museo no se llama museo guanche o de los guanches. Porque ese término aparece en la literatura arqueológica internacional y se vincula con los habitantes de Tenerife. Muchas veces el nombre de las cosas es importante. En ese sentido nos ha faltado un toque comercial, de atracción, para que los turistas se vinculen con él”.

-¿Es la cultura guanche una desconocida para el turista?

“Yo creo que sí. Tengo la impresión de que la cultura guanche no es muy conocida y que, cuando se conoce, hay mucha confusión. Desgraciadamente esa confusión existe para los propios paisanos . Hay ámbitos de la cultura antigua a la que asociamos rápidamente una relación. Si se habla de la arqueología romana, la gente tiene de referencia el acueducto de Segovia. La pregunta es si nosotros asociamos los guanches a las momias. Esa puede ser una fórmula. Son dos nombres que tienen un extraordinario marchamo. A lo mejor podríamos asociar esos dos términos”.

-¿En Canarias sabemos más de otras civilizaciones, como la egipcia o la romana, que de la nuestra?

“En general, tengo la impresión de que nosotros nos vinculamos más a un mundo que es más conocido por más divulgado. Me atrevería a decir, con reservas, que en general me parece que tenemos más relación con otras civilizaciones. Si uno asocia los egipcios con las pirámides y las momias, por qué no lo hacemos con los guanches. Esa fórmula podría ser un señuelo para atraer al visitante. Me pregunto si son formas de atraer por el oído y la vista para algunos elementos significativos de una cultura que forma parte de nuestra identidad. Creo que habría que hacer ese esfuerzo didáctico, de nombrar y de recrear las cosas. Hay un camino por hacer y me parece que es positivo. Tendríamos que ser más ambiciosos en expresar y en dar a conocer los aspectos y ambientes de la cultura”.

-Ese proyecto didáctico lo tiene diseñado en su cabeza…

“Lo tengo todo escrito, pero no le he pasado a la Administración. En una ocasión hice un proyecto que se llamaba el pueblo de Tenerife. Era una recreación del mundo tradicional de la Isla. Se lo dije a una persona relacionada y dijo que me llamaba. Han pasado 20 años. Igual que batallé por hacer el Museo de la Virgen de Candelaria, donde recreaba lo que fue el hallazgo. Las administraciones estaban encantadas, pero se quedó en nada”.

-¿Es necesario redescubrir otros lugares para atraer a la opinión pública y tomar conciencia sobre el patrimonio?

“Lo que tenemos que hacer es descubrir lo que tenemos. O redescubrir lo descubierto. Darle valor, con otra dimensión distinta, a la riqueza cultural que tenemos. No hay que buscar nada sensacional, sino volver a los orígenes”.

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