Desde el Consejo Insular de Aguas, órgano público desde el que acaban de aprobar los presupuestos más importantes de su historia como resultado de lo que técnicos y políticos definen como “reacción ante la situación de sequía en la que nos hemos encontrado”, destina una parte fundamental de esta inversión pública, por primera vez en la cronología hidráulica de La Palma, a mejorar el tratamiento de las aguas residuales para que pueda ser reutilizada.
La instalación receptora de la partida económica más importante, con 620.000 euros, es la estación depuradora de Los Llanos de Aridane, con carácter comarcal dado que recibe las aguas residuales del municipio de El Paso, y dando cobertura a una población aproximada de 27.000 personas, un 74% de las cuales pertenecen a Los Llanos, municipio más poblado de la Isla según los últimos datos del Instituto de Estadística de Canarias.
El consejero de Aguas y vicepresidente del Cabildo, José Luis Perestelo, reflexiona sobre los argumentos que les han llevado a dar este salto en inversión para la reutilización de las aguas depuradas. Asegura que “no es razonable que en estos tiempos podamos perder la cantidad de agua que se trata diariamente en la depuradora de Los Llanos de Aridane al subsuelo”.
Entra el consejero en detalles técnicos sobre los procesos que en este ámbito se llevarán a cabo, y específica que “primero vamos a realizar un depósito de tormentas precisamente en esa depuradora, un sistema que permita separar las aguas residuales de las aguas de escorrentías, y podremos reutilizar esas aguas a través de lo que se denomina un sistema terciario”.
Aunque las aguas no pueden utilizarse para consumo humano, ni para la industria alimentaria, el Real Decreto 1620/2007 que establece el régimen de reutilización de aguas depuradas si podrán tener como destino el riego agricola o de jardines, con el consiguiente ahorro de agua.
Entre los proyectos que prevé ejecutar el Consejo Insular de Aguas con este mismo fin, se encuentra la actuación en la estación depuradora de Barranco Seco, en Santa Cruz de La Palma, preparando las conducciones para lograr la reutilización del agua depurada. Perestelo cree que “se ha hecho una buena gestión del agua en La Palma, en redes de riego y embalses, pero el agua es menos y la situación que se ha producido este último verano es atribuible a una mala planificación achacable a todos, nos hemos equivocado y aunque hemos mejorado en redes de riego nos hemos olvidado de lo que es la gestión de aguas residuales y las redes de abastecimiento domiciliario de agua. La peor gestión es perder el agua buena y eso hay que corregirlo”.
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