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Chirche sí tiene memoria

El pequeño núcleo de la zona alta de Guía de Isora, de apenas 180 habitantes, ha conseguido convertir el Día de las Tradiciones en una de las actividades más entrañables del Sur, en la que todo el pueblo se implica para volver por un día a los años de la posguerra
Día de las tradiciones en Chirche. / DA
Día de las tradiciones en Chirche. / DA
Día de las tradiciones en Chirche. / DA

Lo que empezó siendo una idea que nació en el seno de una asociación juvenil para que los niños conocieran viejas escenas cotidianas del sur de Tenerife, con unos cuantos puestos en la plaza del pueblo, es hoy una de las actividades culturales más entrañables en la comarca de Isora, que este año, además, cumplirá su mayoría de edad.

El Día de las Tradiciones de Chirche, un pequeño núcleo urbano de Guía de Isora con menos de 200 habitantes, no es una fiesta cualquiera. Es un homenaje a la memoria de quienes poblaron este pintoresco paraje de la zona alta del municipio y de otros muchos del Sur en plena posguerra, pero también un mensaje de respeto y admiración a las duras condiciones de vida que padecieron y una señal de advertencia sobre el valor, no suficientemente reconocido, de un patrimonio, el de las costumbres y tradiciones de nuestros antepasados, que no se debe perder nunca. El espíritu de Chirche debe prevalecer.

Cada mes de julio retorna a este paraje el olor a trigo, gofio y a café en pleno tueste, antes de la molienda, los lavaderos recuperan su actividad, las costureras se meten entre cosidos y puntadas, la antigua escuela abre sus puertas, la venta despacha, las cabras se ordeñan, se recoge el grano, se amasa el pan en horno de tea y los bailes de la época vuelven a la plaza. El pueblo se convierte en un ir y venir de párrocos, guardias civiles y carteros con las indumentarias propias de la primera mitad del siglo XX, que escenifican el día a día de la población local hace 70 años. Tampoco faltan figuras como la del curandero, el retratista o la maestra de escuela.

Contemplar a los vecinos convertidos en actores por las calles ataviados con la vestimenta típica de sus padres y abuelos recreando oficios, tareas domésticas y juegos infantiles es un deleite para la vista.

Cada rincón refleja la vida de antes, alejada del frenético ritmo actual, las ostentaciones y los lujos de las grandes celebraciones. Con el paso de los años se han ido incorporando nuevas actividades. En la última edición los vecinos rescataron el transporte de madera en bueyes desde el monte de Tágara para trabajarla en el pueblo o, incluso, para exportarla a otras islas, como ocurría antaño.

Otro de los atractivos que ha ganado enteros y se ha convertido en uno de los actos que mayor expectación genera en esta propuesta es la representación de la boda, con ceremonia religiosa, parranda, convite y baile. El peculiar museo viviente isorano se complementa con talleres artesanales, exposiciones y un mercadillo de productos típicos.

8 de julio

El próximo verano, la Fiesta de las Tradiciones cumplirá 18 años y se celebrará el domingo 8 de julio. Detrás de esta iniciativa está la Asociación de Vecinos San Felipe Neri. Su secretario, Ruymán Hernández Delgado, destaca la implicación de todo el pueblo y la presencia cada vez más numerosa de visitantes, tanto locales como foráneos.

“Aquí se involucra todo el pueblo, mayores y niños, y viene muchísima gente de toda la Isla, incluso de otras, y un gran número de turistas que se enteran y no se lo quieren perder. El que viene un año suele repetir”, explica la auténtica alma mater de la representación. “Lo que empezó siendo una cosa para los niños del pueblo no ha parado de crecer y casi se nos ha ido de las manos”. Ruymán Hernández recuerda que el número de participantes, incluidos los niños en el colegio y los artesanos de toda la Isla que invitan cada año, elevan a 120 los actores y actrices aficionados que dan forma a este singular teatro al aire libre.

“No hacemos ensayos, la gente se organiza para saber dónde va a estar colocada, y a partir de ahí cada uno interpreta su papel como mejor considere”, explica el representante vecinal. La labor de la Asociación de Vecinos San Felipe Neri con el Día de las Tradiciones fue reconocida en 2014 por el Cabildo Insular, que le concedió el Premio Tenerife Rural, a propuesta del Ayuntamiento de Guía de Isora, por su aportación a la promoción y difusión de los valores del mundo rural de la Isla y su contribución a la conservación de las tradiciones. Además, también cuenta con el galardón, concedido en 2016, por la Asociación Comarca Chasna-Isora, que integra a los nueve municipios del Sur.

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