el charco hondo

La mayoría del creyente

Creer es saludable; tiene sus riesgos, pero ayuda a bajarse de la cama. Tampoco la fe viene mal. Ya lo dijo el apóstol, es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve, la seguridad y confianza con la que Román Rodríguez cree, tiene fe, en la mayoría parlamentaria que ha puesto sobre la mesa la propuesta de reforma del sistema electoral. A Rodríguez cabe agradecerle la fe con la que ha impulsado una posible solución. Una opción que suscita más o menos simpatías, sí, pero que permite algo con lo que intentar salir del bloqueo. Con socialistas y populares agazapados, de puntillas, puede que cruzando los dedos para que los otros sean los primeros en rajarse, al diputado de NC hay que reconocerle que, a diferencia de tantos, él sí está dando la cara en la defensa de la propuesta. Rodríguez cree. Tiene fe en la mayoría que ha empezado avalando la idea. Y ahí es donde su certeza en lo que espera, su convicción en lo que no se ve, puede darle un disgusto. La convicción y seguridad con la que alude a esa mayoría pueden desembocar en frustración si, como flota en el ambiente, algunos acaban desmarcándose aquí o allí, en Canarias o en las Cortes. La frialdad de Coalición, y el ruidoso silencio de socialistas y populares, animan a perder la fe, a creer que tampoco esta vez las Islas darán con un sistema electoral que garantice una adecuada representación de todos los territorios, poblaciones y formaciones. Los sonidos de los últimos días invitan a pensar (y creer) que muchos apoyan con la boca chica la propuesta, pero solo Rodríguez cree religiosamente en ella. Rodríguez no debe apostar tanto por esa mayoría a la que alude. El parlamentarismo es el juego de las mayorías absolutas o simples, pero en estas Islas hay que añadir un concepto que históricamente PP y PSOE han apadrinado para gloria y esplendor de Coalición: la minoría absoluta. Creer es saludable. Tampoco la fe viene mal, pero huele a que las certezas, seguridades y convicciones de Román Rodríguez acabarán abandonadas por los patrocinadores que la minoría absoluta de CC tiene en las filas populares y socialistas.

TE PUEDE INTERESAR