La concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Santa Cruz, Zaida González (PP), ha querido salir al paso de las críticas que está recibiendo Santa Cruz por la instalación de los denominados semáforos foto rojo a raíz de la sentencia del Tribunal Supremo que anula las multas puestas con este sistema en Valencia. González explica que los sistemas instalados en la capital (por el momentos dos), funcionan de forma totalmente distinta a los anulados por el Supremo.
“La primera diferencia es que el foto rojo lo gestionamos nosotros de manera directa y la sentencia afecta al dispositivo de una empresa concreta de un aparato en concreto”. Explica la concejal que ese dispositivo, “impone las multas midiendo la intensidad lumínica cuando se cambia a rojo y la sentencia dice que, dado que hay una medición, tiene que estar sometido a control metrológico”. “En nuestro caso -continuó- las mediciones que hace la máquina, como una cámara de tráfico, las visualiza un policía que es quien finalmente impone la sanción, no la máquina”.
Según detalla González, las multas anuladas por el Supremo son impuestas por una la máquina directamente, “en esos municipios hay una empresa externa que gestiona las multas con esa máquina y se lleva el 20% de lo que gestiona. En nuestro caso, tenemos policías que visualizan las imágenes y son ellos los que determinan si el vehículo se ha saltado el semáforo en rojo en base a las grabaciones que se tienen del sistema de la máquina”.
Para mayor seguridad, “nuestra cámara coge foto y vídeo y cada uno de esos fotogramas está certificado por la fábrica de moneda y timbre, por lo cual, si variara cualquier fotograma el código numérico no funcionaría”. “Sin duda es una mala noticia para los infractores”, concluyó la concejal de Seguridad.