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“No hay excusas, las empresas canarias tienen capacidad y maquinaria para hacer cualquier obra”

El actual presidente de Fepeco, Óscar Izquierdo, hace para DIARIO DE AVISOS un repaso de cómo ha cambiado la industria de la construcción en el Archipiélago y de los retos del sector para el futuro
Óscar Izquierdo. | ANDRÉS GUTIÉRREZ

La patronal de la construcción cerró el año 2017 celebrando su 40 aniversario. Muchos años trabajando por y para el sector en las Islas que han llevado a Fepeco a ser una de las organizaciones empresariales más longevas de Canarias. Su actual presidente, Óscar Izquierdo, hace para DIARIO DE AVISOS, un repaso de cómo ha cambiado la industria de la construcción en el Archipiélago y de los retos del sector para el futuro.

-Nada más y nada menos que 40 años, se dice pronto, ¿no?

“Si, la verdad es que parece que fue ayer cuando un grupo de empresarios de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro se unieron para defender la industria de la construcción”.

-Fepeco es una de las primeras organizaciones empresariales que se creó en las Islas, ¿verdad?

“Exacto. ¿Y sabe cual es una de nuestras principales características?”.

-No.

“Pues que, a diferencia de otras organizaciones, en 40 años solo hemos tenido cuatro presidentes: Agustín Seco, Félix Quemada, Antonio Plasencia y yo. Y esto, aunque parezca una bobería, le ha dado a la Federación una estabilidad muy importante para poder tener fortaleza ante las administraciones. Además, esto también ha permitido que hoy por hoy Fepeco sea referente a nivel nacional en cuanto al asociacionismo empresarial, porque junto con la patronal de Las Palmas formamos el Consejo Regional de la Construcción con el cual negociamos puntualmente todos aquellos temas que son de ámbito autonómico, sin enfrentamientos, ni disputas. También, al ser una de las organizaciones más antiguas, formamos parte del consejo de gobierno de la Confederación Nacional de la Construcción y esto significa que se nos escucha en Madrid. Exponemos los problemas que tenemos en Canarias ante la administración nacional”.

-¿Y, en verdad, se les escucha?

“Claro. Mire, tal es el papel que desempeñamos, que la misma Confederación reconoce la contribución de Fepeco en la revitalización del sector en las Islas y en su participación en la Fundación Laboral de la Construcción, de la que es fundadora. Esta fundación, que este año cumplió también 25 años, forma anualmente a miles de personas en las Islas”.

-¿Y a qué aspira ahora Fepeco?

“Queremos que Fepeco sea un distintivo de calidad en el sector, en el sentido de que la ciudadanía sepa que las empresas que están en Fepeco son profesionales. Por eso es muy importante para nosotros que las empresas se unan a la federación porque cuantas más seamos mayor fortaleza tendremos para defender los intereses del sector ante la administración”.

-¿Qué es lo que ha cambiado en el sector en estos últimos 40 años?

“Muchas cosas, pero sobre todo que, después de la crisis, se han creado pequeñas empresas con poco personal mucho más especializado y con empresarios mucho más formados. La mayoría de las empresas ahora son de 1 a 9 trabajadores que están muy especializadas. Esto hace que haya mucha interacción entre empresas y, precisamente, lo que intentamos en Fepeco es hacer un puzle para poner a todas esas empresas en contacto”.

-¿Por qué es tan importante?

“Pues mire, porque en el sector de la construcción estamos asistiendo a la incorporación de nuevos métodos constructivos con nuevos materiales más complejos que requieren de nueva maquinaria y especialización. Por tanto, hemos pasado de un sector de la construcción que acogía al que no estudiaba y no valía, a un sector al que no puede acceder sino aquel que esté formado y haya realizado cursos de prevención de riesgos laborales, es decir, hemos pasado de un sector de la construcción voluntarista a un sector muy profesionalizado. ¿Que aún le queda mucho por hacer? Seguramente, pero estamos en la senda de formar a los trabajadores y también al empresario. Mire, un detalle importante que demuestra lo que ha cambiado esta industria es, por ejemplo, la incorporación de la mujer”.

-Bueno, pero aún queda mucho camino por recorrer. La construcción sigue siendo un sector predominantemente masculino…

“Tiene razón, aún queda mucho por hacer, pero a lo largo de estos años se ha ido incorporando la mujer como empresaria, técnico y en puestos de gerencia. Le puedo decir que casi conforman ya el 30% del sector en la provincia, y en Fepeco, el 26% del comité ejecutivo son mujeres. Pero, efectivamente, aún se puede mejorar más esta estadística. En ello estamos trabajando”.

-Antes habló de la formación de los empresarios ¿a qué se refiere?

“Si. Le explico. Un fenómeno importantísimo que se ha ido acrecentando en estos últimos años es la incorporación a las empresas de las segundas generaciones. Entre el 75% y el 80% de las empresas actuales son ya de segundas generaciones y la diferencia está en que esos hijos que se han hecho cargo de las empresas que fundaron sus padres, lo hacen con mayor formación académica; muchos de ellos, incluso, hasta con dos carreras. Entran en el sector con otra mentalidad”.

-¿Y eso es bueno o malo?

“Bueno, bueno. El sector ha evolucionado de manera positiva y parte de ello se lo debemos al que ha sido, creo, el presidente de referencia: Antonio Plasencia, porque ha sido un hombre que supo mantener el nombre y la dignidad de Fepeco en momentos difíciles y, por eso, la Federación le tiene que estar muy agradecida”.

-¿Y cuáles son los retos a los que se enfrenta ahora Fepeco?

“Que las administraciones canarias sepan valorar el esfuerzo que están haciendo las empresas locales para ponerse al día. Fepeco siempre ha defendido a la empresa canaria, no porque sea canaria, sino porque nadie de fuera nos va a venir a defender”.

-¿Qué le dicen entonces a la administración canaria?

“Pues que tengan en cuenta a las empresas nuestras y el esfuerzo que están realizando por modernizarse y formarse; eso si, cumpliendo siempre con la normativa vigente. Y también le digo a esas empresas nacionales que llevan años incorporadas a nuestro tejido empresarial, que se involucren con Canarias. No vale que estemos adjudicando obras a empresas que, a lo mejor, solo tienen en la Isla a una persona con un teléfono móvil. Tenemos que intentar que las adjudicaciones, dentro de la legalidad vigente, se produzcan a empresas que tengan compromiso con Canarias, empresas locales para fortalecer nuestro tejido empresarial. Mire, desde el momento que una empresa de la construcción empieza a tener actividad se activa a su alrededor otra actividad inminente que genera empleo”.

-¿Cree que este ha sido uno de los principales problemas del sector?

“Uno de tantos. La crisis provocó que las administraciones no sacaran obra pública y eso propició que muchas empresas locales quebraran. Por eso, es importante que, ahora, que van a empezar las obras, las administraciones canarias se involucren en la defensa de la empresa local y del tejido empresarial de las Islas como creador de empleo”.

-El argumento puede ser que las empresas de aquí no están preparadas o no tienen la especialización y formación necesaria para hacer la obra…

“No. No hay excusas, en estos momentos cualquier empresa canaria está en disposición de ejecutar cualquier tipo de obra que se realice en Canarias, es decir, tenemos la capacidad técnica, profesional y la maquinaria para hacer cualquier tipo de obra que se haga en el Archipiélago. Por lo tanto, ahora a quien le toca es a la administración involucrarse en la defensa del tejido empresarial canario y solucionar también el otro gran problema que tiene el sector: la economía sumergida”.

-¿Es esa una batalla perdida?

“Espero que no. La economía sumergida está imposibilitando la creación de empleo y aunque estamos de acuerdo en las acciones que se están haciendo desde la Inspección de Trabajo, creo que no son suficientes”.

-¿Qué es lo que falta?

“Mayor concienciación ciudadana. Se trata de concienciarnos todos de que si yo encargo un trabajo a una persona que está en la economía sumergida asumo una serie de responsabilidades que, en algún caso, pueden ser hasta penales si se produce un accidente laboral. Por muchos incentivos que se le den a una persona que está en la economía sumergida no saldrá de ella porque le resulta más cómodo, por eso hay que concienciar a los ciudadanos”.

-¿Cuáles son las líneas de trabajo del sector a corto plazo?

“La obra pública y la privada. Sabemos que la primera está empezando a caminar y esperamos que, sobre todo, en Tenerife camine más rápido, pero nos encontramos con un paso que, si no se soluciona, ralentizará las obras y es que las administraciones no han repuesto las jubilaciones de funcionarios y muchos departamentos están desequilibrados en cuanto a personal. Por ello, Canarias, para dignificar también la labor del trabajador público, se debería replantear una nueva ley de función pública que permita una mayor disponibilidad de los efectivos entre los distintos departamentos. Por ejemplo, una consejería que está a cuadros es la de Obras Públicas y es, precisamente, la que en estos momentos debería tener más personal. Dicho esto, el otro vector donde caminaremos será en la obra privada con las reformas y rehabilitación de viviendas, donde ya hemos hablado con los administradores de fincas para que se haga con empresas profesionales y se dé así un espaldarazo a la economía sumergida que campa a sus anchas en este tipo de pequeñas obras. Y, dentro de la rehabilitación, también la de las infraestructuras turísticas. En este punto creo que no se está aprovechando del todo y puede que nos estemos durmiendo un poco cuando nuestros competidores están haciendo obras y hoteles. Y aquí tengo que pegarle un tirón de orejas a las empresas hoteleras, a las que exigimos un mayor compromiso con nuestras empresas y trabajadores, porque, ya que sacan beneficios de Canarias bastante cuantiosos, que estos reviertan de alguna manera en nuestra tierra, dándole trabajo a nuestras empresas. Y lo mismo para las empresas de la gran distribución, que, algunas de ellas, se traen hasta el material de fuera. Queremos que cuenten con empresas locales, porque somos capaces de hacer esos trabajos. Por lo tanto, lo que necesitamos en Canarias es un compromiso de todos los agentes sociales por nuestra tierra y no permitir que los beneficios salgan de Canarias”.

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