La proliferación de actividades ilegales por intrusismo laboral en el sector inmobiliario en el sur de de la Isla ha llevado a las principales agencias de propiedad inmobiliaria de la comarca a crear Tenerife South Estate Association, una marca impulsada en gran medida por residentes extranjeros con la que se pretende poner freno a las prácticas ilícitas que acaban en estafas a inversores, mayoritariamente foráneos, con la consiguiente mala imagen exterior de Tenerife.
“En los últimos años hemos detectado cómo en el sector inmobiliario aumentan las actividades ilegales, desde el intrusismo laboral, por parte de quienes se presentan como expertos en esta profesión y que causan un grave daño a inversores que han depositado su confianza en ellos y que, de manera ingenua, han caído en sus trampas, causándoles un daño irreparable”, se asegura desde el colectivo, que recuerda que las propias administraciones públicas se ven directamente afectadas con pérdidas millonarias por estas prácticas a causa del impago de impuestos y del incumplimiento de los requisitos mínimos obligatorios para desarrollar esta actividad.
Desde la asociación se critica las facilidades que tienen quienes se dedican a esta actividad de manera presuntamente fraudulenta. No hace falta oficina, ni disponer de licencia de apertura o de actividad económica, basta con abrir una página en Internet que puede cerrarse en cualquier momento. “Captan a sus víctimas en un bar o restaurante, les proponen un buen chollo y luego son propiedades que arrastran cargas, que no están debidamente registradas o simplemente que los intermediarios, después de prometer y prometer, cogen el dinero y desaparecen”.
“gravísimo problema”
Tenerife South Estate Association denuncia que este tipo de casos ocurren con demasiada frecuencia en la Isla, lo que califica de “gravísimo problema”, ya que cuando los afectados regresan a sus países de origen advierten de que han sido “estafados en Tenerife” y recomiendan no invertir “porque allí te engañan”.
Entre sus objetivos, la nueva asociación propone la creación de un colegio profesional, similar al de otros gremios como el de arquitectos o el de abogados, que garantizaría unas pautas de comportamiento que, en caso, se infringirse, provocaría la expulsión inmediata del colegiado.
Hasta el nacimiento de este órgano, el colectivo de empresas y profesionales del sector radicados en el Sur ha integrado en la asociación a un conjunto de inmobiliarias que cumplen una serie de requisitos, entre ellos una antigüedad mínima de ocho años, disponer de oficina abierta al público con empleados y colaboradores, no haber recibido ninguna denuncia por estafa inmobiliaria y contar con un seguro de responsabilidad civil que cubra cualquier incidencia en una operación de compra-venta.
El colectivo, que tiene actualmente 32 oficinas abiertas al público en la comarca y 150 trabajadores directos o colaboradores autónomos, destaca que el sector inmobiliario es el tercero que más economía mueve en el sur de Tenerife, después de la hostelería y la restauración.
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