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El obispo emérito Iguacén, el de mayor edad de todo el país, cumple 102 años

Monseñor Damián Iguacén Borau se convirtió, en agosto de 1984, en obispo de la Diócesis de Tenerife, hasta su renuncia por edad el 12 de junio de 1991
Imagen de archivo de monseñor Damián Iguacén Borau en Tenerife. DA
Imagen de archivo de monseñor Damián Iguacén Borau en Tenerife. DA

El obispo emérito de Tenerife Damián Iguacén Borau celebró ayer su 102 cumpleaños, siendo el prelado más anciano de España y el tercero de toda la Iglesia, solo superado por un obispo chileno y otro ecuatoriano, ambos con 103 años.

Monseñor Iguacén nació en el pueblo aragonés de Fuencalderas (Zaragoza) en 1916, hijo de un peón de caminos, algo que le enseñó mucho en su vida. El inicio de la Guerra Civil ya le pilló como seminarista en Huesca, pero a sus 19 años tuvo que interrumpir sus estudios y trasladarse a Comillas, donde tuvo que trabajar como telegrafista y en cuya contienda fue herido en la cara, según recoge el medio online Religión en Libertad.

Al término de la Guerra Civil pudo volver al seminario, siendo ordenado en 1941, a la edad de 29 años. En una entrevista pasada en ABC, aseguraba que “he vivido con toda mi ilusión el sacerdocio. Dar mi vida sin reserva, lo que me pidieran. Si tuviera que volver a escoger mi vocación, volvería a ser sacerdote”.

Zaragoza

Monseñor Iguacén ocupó varios cargos en la Archidiócesis de Zaragoza hasta que en 1970 fue nombrado obispo de Barbastro y en 1974 de Teruel y Albarracín. Siendo obispo de Teruel, participó en la Comisión Central de Límites Diocesanos de la Conferencia Episcopal Española y fue presidente de la Comisión Interdiocesana para el estudio de los Límites de la Iglesia en Aragón, creada en 1980. El 14 de agosto de 1984 se convirtió en obispo de la Diócesis de Tenerife (Diócesis Nivariense), hasta su renuncia por edad, al cumplir los 75 años, que tuvo lugar el 12 de junio de 1991, convirtiéndose en el décimo obispo de Tenerife.
“Me encuentro bien, normal para la edad que tengo. Estoy contento. No siento ningún dolor explícito. Me veo algo aplastadito, eso sí. Mi ritmo de vida en la residencia es normal. La memoria sí que me falla un poco”, afirmó.

Actualmente, monseñor Iguacén vive en el Hogar Padre Saturnino López Novoa, que las Hermanas de los Ancianos Desamparados tienen en Huesca, y donde recibe numerosas llamadas y visitas. Y pese a su avanzada edad, sigue con su actividad, “confesar a todo el que me lo pide”, recoge Religión en Libertad.
Y no quiere celebraciones: “Nunca me han gustado las fiestas ni he querido ningún privilegio. Yo soy uno de tantos, el último de todos y el servidor de todos, ese es mi lema. Estoy en la cola para ayudar a quienes van cayendo en su caminar. Lo quiere el Señor, ¡bendito sea!”.

El obispo emérito de Tenerife Damián Iguacén Borau ha presidido también la Comisión Episcopal de Patrimonio Cultural de la Conferencia Episcopal Española entre los años 1984 y 1993. Además, ha publicado diversos estudios y libros sobre el patrimonio histórico y también ha impulsado y promovido muchas iniciativas en ámbitos como la educación prematrimonial.

Damián Iguacén Borau, durante la lectura de un pregón de la Semana Santa de Santa Cruz. S. M.
Damián Iguacén Borau, durante la lectura de un pregón de la Semana Santa de Santa Cruz. S. M.

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