Los padres de un bebé en la región de Nefteyugank, en Russia, decidieron instalar una cámara de vigilancia en su propia casa para controlar el trabajo de la niñera que habían contratado.
La madre, Elena Levendeeva, de 26 años, tenía ciertas sospechas ya que advirtió que el bebé lloraba siempre que la niñera llegaba a la vivienda. Para saber qué ocurría cuando la canguro se quedaba a solas con el pequeño decidió instalar las cámaras en la casa. Justo el primer día captaron las imágenes en las que se aprecia cómo la canguro trataba al pequeño con rudeza, apretándole la nariz para que no respirara y dándole golpes.
La niñera, Anastasia Zhelyabova, de 31 años, se enfrenta ahora a un juicio después de que los padres del niño, de ocho meses, le entregaran la grabación a la policía.
La niñera aparentemente se enfadó con el bebé cuando este se negó a tomar su biberón. Fue la propia madre quien compartió en redes sociales las imágenes con el siguiente mensaje: “Debido a los gritos histéricos frecuentes y constantes de nuestro hijo, instalamos cámaras de vídeo que registraban los golpes y torturas”.
Un portavoz de la policía aseguró, según recoge Metro, que se trata de una investigación criminal y que la mujer se enfrenta a una pena de hasta diez años en la cárcel por crueldad infantil.
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