la casa blanca - latitud 38.9

Un desayuno con Maeve Kennedy

La sobrina nieta del célebre presidente habla de su familia y del presente y futuro de EE.UU.
Maeve Kennedy y María Rozman
Maeve Kennedy y María Rozman
La sobrina nieta del célebre presidente habla de su familia y del presente y futuro de EE.UU. / DA

Esta semana estuve en Madrid, presentando el I Foro de la Mujer en el Siglo XXI, organizado por Inspiring Committed Leaders Foundation, la Asociación de Mujeres Empresarias de Madrid y la Embajada de Estados Unidos en España.

Maeve Kennedy McKean fue una de las principales ponentes, cuya conferencia sobre temas relacionados con la salud de la mujer a nivel global fue brillante.

Paseando por Madrid, visitando museos y durante un desayuno con ella, tuve la oportunidad de conocerla mejor como ser humano, y entrevistarla para DIARIO DE AVISOS en exclusiva, en una conversación cercana.

Maeve Kennedy McKean es sobrina nieta del mítico presidente John F. Kennedy y es hija de Kathleen Towsend, quien fuera vicegobernadora del estado de Maryland.

Es profesora asociada de investigación, trabaja con la Escuela de Salud Pública de la Universidad de la ciudad de Nueva York en el Centro para Inmigrantes, Refugiados y Salud Global, actuando como directora de programas legales y políticos. Abogada de derechos humanos, desempeñó un cargo político para el presidente de los Estados Unidos Barack Obama, tanto en el Departamento de Estado como en el de Salud y Servicios Humanos de los EE.UU. Experta en la intersección de la salud y los derechos humanos, fue la primera asesora de derechos humanos del Programa de Sida del gobierno de los Estados Unidos y dirigió el trabajo de políticas en la Oficina de Asuntos Globales del HHS, centrándose específicamente en el acceso a la atención para las poblaciones vulnerables, incluyendo la salud de mujeres y niños, en particular temas de violencia, y salud LGTBQ. Trabaja en la rama legislativa de la senadora Dianne Feinstein de Estados Unidos y fue voluntaria del Cuerpo de Paz en Mozambique. Vive actualmente en Washington DC con su esposo y tres hijos pequeños.

LA ENTREVISTA

-¿Cómo fue crecer en el seno de la familia Kennedy?

“Crecí sabiendo que provenía de una familia especial, pero solo cuando fui un poco mayor me di cuenta de hasta qué punto. Puedo decir que fue una experiencia única. Desde niña conocí a presidentes de Estados Unidos, a papas. No todos los niños tienen a presidentes de Estados Unidos visitando la casa de su abuela para cenar. Pero nunca en ese entonces pensé que mi familia fuera famosa, solo que hacían cosas muy interesantes. Vengo de una familia irlandesa muy grande, en casa de mi madre eran 11 hijos. Somos una familia muy unida y nos encanta reunirnos en una casa de mi abuela que llamamos el Kennedy Compound que, aunque suene a búnker (me dice entre risas), no tiene muros. Desde niña he estado rodeada de conversaciones de política”.

-Con una familia tan poderosa y anclada en la política. ¿Se sintió presionada a dedicarse a la vida pública?

“Todo el mundo puede sentir cierta presión en todas la familia, pero desde siempre la mía ha estado involucrada en altas posiciones o servicios comunitarios, como mi tía abuela Eunice Kennedy Shriver, quien fundó los Juegos Paralímpicos, etcétera. Es difícil competir con sus éxitos, pero todos tenemos vocación de servir.”

-Con el pasado político de su familia… ¿Es obligatorio ser demócrata para llevar el apellido Kennedy?

“No es obligatorio, no tienes que ser demócrata, pero si vas a ser republicano, más te vale que tengas buenos argumentos (se ríe). Lo cierto es que no todos pensamos igual, y dentro de los demócratas, por ejemplo, estuvimos muy divididos entre los que apoyamos a Obama y los que apoyamos a Hillary Clinton”.

-Usted trabajó para Obama, ¿quiere decir eso que no estaba a favor de Hillary Clinton?

“Soy abogada especializada en derechos humanos. Empecé a trabajar en programas relacionados con el sida, y con derechos reproductivos de la mujer. Trabajé con el Peace Corp en Mozambique… Fue durante una fiesta de Halloween en casa de mi madrina cuando conocí a un alto cargo de Obama, quien pensó que era la candidata ideal para el puesto. Cuatro semanas después estaba trabajando para la secretaria de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, Kathleen Sibelius, bajo el Gobierno de Barack Obama. Yo siempre fui una gran fan de Hillary; de hecho, fui becaria de la primera dama Clinton en la Casa Blanca. Pienso que Hillary es una mujer increíble, me alegré mucho de que se presentara a las primarias en 2008, pero yo aposté por Obama, me gustó su energía, me identifiqué con sus ideas”.

-¿Cómo fue su experiencia trabajando para Obama?

“Francamente, tener un gran puesto en el Gobierno de Estados Unidos es un fantástico trabajo. Tuve un portafolio muy interesante, trabajé en asuntos relacionados con la población más vulnerable a nivel global. Una gran oportunidad de trabajar conjuntamente con la ONU, OMS… Identificar problemas y buscar soluciones… Trabajar con la secretaria Sebelius fue maravilloso, ya que ella estaba muy involucrada en temas relacionados con la mujer, incluyendo violencia contra las mujeres. Una de mis experiencias favoritas: trabajar con Arabia Saudí para erradicar la violación dentro del matrimonio”.

-En temas de salud global, en Estados Unidos y a nivel internacional, el movimiento antivacunas ha cobrado gran difusión…

“Y es muy preocupante, estas campañas antivacunas se basan en desinformación. Es un problema que debe ser atacado ahora. Si sigue creciendo, se puede convertir en una problema serio, ya no en los países menos desarrollados, sino en aquellos que tienen acceso a vacunas, para evitar enfermedades que pueden ser muy contagiosas y muy serias”.

-¿Cómo ve América ahora?

“América tiene muchos problemas: la brecha entre ricos y pobres se ha acrecentado y ha exacerbado los sentimientos de desesperación. Esto ha llevado a que la gente deje de creer en los políticos, ha llevado a la crisis de los opiáceos, ha acrecentado los suicidios. Ahora mucha de la gente que tenía armas posee aún más armas…”.

-Aquí en España, el tema de las armas en Estados Unidos, es difícil de comprender. ¿Cómo ve la legislación a favor del control de armas?

“Yo soy miembro de la organización Brady que trata de crear conciencia para evitar los accidentes infantiles con armas en el hogar. Pero América siempre tendrá armas, es parte de nuestra cultura. Es como pretender que América deje de utilizar coches… Nunca va a prescindir de armas o de coches…”.

-Hemos visto muchos ataques a los medios, a la prensa. Acaba de salir un artículo que habla de una lista con nombres de periodistas que han cubierto la violencia en la frontera. Algunos han sido interrogados y otros detenidos, simplemente por su profesión. ¿Cuál es su opinión al respecto?

“Es muy preocupante, estamos viendo actuaciones más propios de la KGB que del Gobierno de Estados Unidos. La prensa es el cuarto poder, el que garantiza la transparencia del Ejecutivo. Un ataque a la prensa es un ataque la democracia. Además, las acusaciones de fake news debilitan a este importante cuarto poder, un problema que no se va sanear con un simple cambio de Gobierno, el daño va a ser duradero, y su repercusión a nivel internacional muy grave”.

-¿Diría usted entonces que América está mejor o peor con Trump?

“Definitivamente América está mucho peor en estos dos últimos años. La guerra de aranceles, la retórica de odio del presidente, la brecha entre ricos y pobres, la gente está más enfadada, no entienden bien cómo funciona el Gobierno… Todo esto ha afectado al país y a su liderazgo no solo a nivel nacional, sino también internacional. No abundan las historias positivas ahora procedentes de América, un país que siempre ha sido un estandarte de valores a nivel mundial”.

-No es muy fan de Trump…

“Trump es un hombre brillante.. No quiero decir que sea un presidente brillante, no lo es. Pero ha sabido mantenerse en los medios, manipular lo que ocurre para que termine trabajando a su favor, tergiversar la verdad con maestría”.

-Con todas las investigaciones cerrando cada vez más el círculo en torno a Trump… ¿está a favor de un impeachment?

“No, creo que eso polarizaría más a la población, y él se proclamaría victorioso, diciendo que fue una maniobra demócrata para sacarlo del poder. Creo que es mejor esperar a ver el resultado de la estrategia de Pelosi, seguir investigando para que la gente se dé cuenta por sus propios ojos, de quien es verdaderamente Trump”.

-¿Quién va a ganar las próximas elecciones?

“Todavía es pronto para saber. Hay varios candidatos demócratas que me interesan. Mi primo el senador Joe Kennedy III acaba de endorsar a Elizabeth Warren, así que estoy con él. Pero yo en particular no tengo aún un candidato favorito, falta ver quién más surge. América necesita alguien que sane la nación, la herida entre republicanos y demócratas”.

-¿Sueña con que alguno de sus hijos se convierta en presidente de Estados Unidos siguiendo el legado de los Kennedy? Al fin y al cabo, la familia Kennedy es lo más cercano a una familia real en Estados Unidos…

“Ser presidente de Estados Unidos es el mayor privilegio que un estadounidense puede tener. Veremos qué les depara el futuro…”.

TE PUEDE INTERESAR