Jonathan García | Foto: Sergio Méndez

En esta edición el Premio a la Mejor Labor en Vinos recayó en la bodega Suertes del Marqués, del Valle de La Orotava. Mónica Rivero, representante de DISA, se lo entregó a Jonathan García, que se lo dedicó a su familia y especialmente a sus padres, iniciadores de este proyecto vinícola de amplio éxito fuera de Canarias.

Suertes el Marqués es una bodega de la familia García Lima ubicada en La Orotava, con viñedos entre 250 y 800 metros de altitud y donde conviven cepas centenarias a pie franco y cultivadas con el tradicional cordón trenzado, singular sistema de conducción único en el mundo.

La bodega comenzó su actividad en el año 2006, aunque ya antes vendían uvas a otros viticultores de la Denominación de Origen Valle de La Orotava. Sus vinos han causado sensación dentro y fuera de España, ocupando puestos destacados en guías de prestigio como la Peñín o la Parker. La Solana, Vidonia, El Ciruelo, Los Pasitos, El Esquilón, Candio, El Lance, Medianías, 7 Fuentes, Trenzado, Blanco dulce, tinto dulce o El Chibirique salen de las bodegas de Suerte del Marqués, no solo para Canarias, sino para restaurantes y gastrobares repartidos por todo el mundo, donde se pone en valor un proceso llevado a cabo manualmente, desde el viñedo hasta la vendimia, sin tratamientos sistémicos y utilizando únicamente productos naturales. La filosofía de Jonatan García Lima, gerente, es la siguiente: “Sin perder de vista el respeto por la tradición, pilar básico de la empresa vinícola, tratamos de interferir artificialmente lo menos posible en la elaboración de nuestros vinos, con lo cual trabajamos con levaduras autóctonas, evitamos trasiegos y empleamos sulfuroso en pequeñas cantidades, únicamente para el embotellado de nuestros vinos”. Suertes del Marqués representa la excepción de que nadie es profeta en su tierra.