Unas 200 personas se manifiestan contra el cierre de los kioscos de Las Teresitas

Más de 200 personas se manifestaron ayer desde el barrio de San Andrés hasta los aparcamientos de Las Teresitas contra el previsto cierre de los nueve kioscos situados junto a la playa, debido a que, según ha constatado un Juzgado, carecen de licencia de actividad o título habilitante para estar abiertos, a pesar de que se trata de negocios que llevan allí hasta cuatro décadas.

Dueños y empleados de estos establecimientos, así como familiares, amigos y vecinos de la zona se sumaron a la convocatoria de la Asociación de los Kioscos de las Teresitas. La manifestación la encabezaba una pancarta con el lema: “No al cierre; sí regularización”, y se portaban carteles con frases como “¿Por qué cerrarnos sin escucharnos?” o “Sr. alcalde: pagamos todos los impuestos, no somos ilegales”. Protestaban además vestidos con camisetas con un dato impreso: más de 300 personas viven directa o indirectamente de estas actividades.

El presidente de la asociación, Antonio López, anunció ayer que si el alcalde, José Manuel Bermúdez -que ha prometido estudiar la viabilidad jurídica de dar una licencia provisional a estos locales hasta que se apruebe el Plan Especial de Las Teresitas- no les da una respuesta satisfactoria “en un tiempo prudencial”, los afectados harán concentraciones de protesta ante el Ayuntamiento santacrucero todos los días, “sin cortar el tráfico y con permiso”.

La situación irregular de estos kioscos salió a la luz a raíz de una denuncia por una pelea junto a uno de ellos, cuando el juez requirió la licencia y el Consistorio respondió que no la tenía.

“No estamos clandestinos, hemos pagado cánones, tasas e impuestos”

El presidente de la Asociación de Kioscos aseguró: “No somos clandestinos; pagamos el canon del suelo, el alcantarillado, el agua… Estamos dados de alta en Hacienda, en el Cabildo…; hemos entregado los papeles, pero el alcalde vemos que no está bien informado”. Evoca que en tiempos de Zerolo se les prometió reubicarlos, primándolos por su antigüedad en un concurso público con la nueva playa.