sanidad

Un ajuste organizativo amenaza con generar un conflicto laboral en las Urgencias del Hospital de la Candelaria

La prohibición de cambiar los turnos entre el personal de Enfermería desborda la paciencia de los trabajadores, que han elaborado un borrador especialmente crítico con sus condiciones
Acceso al Servicio de Urgencias del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria. Sergio Méndez
Acceso al Servicio de Urgencias del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria. Sergio Méndez
Acceso al Servicio de Urgencias del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria. Sergio Méndez

Un ajuste en la organización del trabajo del personal de enfermería adscrito al Servicio de Urgencias del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria (Hunsc) amenaza con degenerar en un serio conflicto laboral, habida cuenta del rechazo que los cambios anunciados ha provocado entre los trabajadores, tanto los directamente afectados como sus compañeros.

Aunque por ahora el personal de Urgencias de dicho centro hospitalario se ha limitado a formalizar su rechazo a tales ajustes, lo que ha provocado el inicio de una negociación entre las partes, lo cierto es que los trabajadores en cuestión trabajan en un borrador especialmente crítico con las condiciones en que desempeñan sus tareas.

La gota que amenaza con rebosar este vaso cayó la semana pasada, cuando la Dirección de Enfermería del Hunsc comunicó su decisión de prohibir el cambio de turnos entre enfermeros y enfermeras del servicio de Urgencias, así como una inminente modificación de quienes componen los mismos. Tales novedades han despertado un importante malestar entre los afectados, que respondieron el pasado martes con la presentación de un escrito donde se mostraba su rechazo frontal a esos cambios.

Con buen criterio, apenas pasaron 48 horas para que se produjera la primera reunión entre las partes con el afán de encontrar una solución aceptable para todos.
Sin embargo, la cita no sirvió para lograr semejante objetivo, y al término de la misma simplemente se acordó un plazo de dos semanas antes de volver a la mesa de negociaciones.

Así se detalla desde la dirección del hospital tinerfeño, cuyo gabinete de prensa comunicó ayer a DIARIO DE AVISOS que “la dirección de Enfermería, intentando buscar propuestas para la mejora del funcionamiento de trabajo en los equipos del servicio de Urgencias, ha planteado una posible reestructuración funcional y para ello están manteniendo encuentros con los portavoces de enfermería de dicho servicio, en los que se han realizado numerosas aportaciones de interés, que serán estudiadas por la dirección, y debatidas en la próxima reunión, que tendrá lugar en dos semanas, sin que se haya cerrado aún ningún planteamiento en la fecha y en su ejecución”. Por el contrario, los portavoces del personal de Enfermería de Urgencias sostienen en su escrito que la prohibición de cambiar los turnos entre los compañeros causa “afectación e incertidumbre entre los mismos”. Respecto a la recomposición de los integrantes en cada turno, critican que se prevea realizar de forma aleatoria y consideran que se trata en realidad de “un refuerzo negativo-castigo para el personal, ya que disolver los equipos conlleva un mayor estrés, empeoramiento del clima laboral, incomodidad entre compañeros y desmotivación”, lo que a su juicio “repercutirá en perjuicio de la calidad asistencial, ya bastante precaria, al usuario del servicio de Urgencias”. Los trabajadores afectados también aluden en su escrito a las consecuencias que tales modificaciones tendrían sobre la conciliación familiar de los mismos.

Críticas

Sin embargo, el clima laboral se ha enrarecido en las Urgencias de la Candelaria a tal punto que entre el personal llegó a plantearse la posibilidad de presentar otro escrito más en el que se protesta sobre las condiciones generales en las que trabajan. Aunque finalmente optaron por esperar a cómo se desarrollaban las negociaciones, un borrador de ese segundo escrito al que ha tenido acceso este periódico desvela el notable nivel de enfado existente, ya que los términos inicialmente planteados destacan por su dureza.

Siempre teniendo en cuenta que no se trata del texto definitivo, lo cierto es que en dicho borrador se denuncia con dureza lo que se entiende como falta de medios, tanto personales como materiales, para ofrecer una asistencia digna a los pacientes de Urgencias, a la par que se reclama a la dirección del hospital para que fije un aforo máximo de usuarios, lo que permitiría fijar unos objetivos que ahora entienden como “ilusorios”, al carecer de tal referencia.

Entre los trabajadores también preocupa el hecho de que, a primeros del próximo mes, esté previsto el inicio de las anunciadas obras en las dependencias, con los inconvenientes que conllevarán justo en un período del año especialmente complicado por la mayor incidencia de la gripe.

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