santa cruz

La lucha de unos niños de Añaza para acabar con un enorme vertedero ilegal que rodea su colegio

Los alumnos, dentro de un proyecto escolar, recogieron residuos por el barrio y los llevaron a la Policía Local, a una asociación de vecinos y a una oficina del Ayuntamiento, que ya ha reaccionado ante la protesta
Alumnos del colegio Secundino Delgado, frente al vertedero ilegal en Añaza. / ziREjA
Alumnos del colegio Secundino Delgado, frente al vertedero ilegal en Añaza. / ziREjA
Alumnos del colegio Secundino Delgado, frente al vertedero ilegal en Añaza. / ziREjA

Basura y residuos de todo tipo, algunos de ellos tóxicos, se acumulan sin control en el barrio santacrucero de Añaza. En el epicentro del gran vertedero ilegal que se ha formado tras años de arrojar basura se encuentra el colegio de Educación Infantil y Primaria Secundino Delgado, cuyos alumnos han pedido ayuda a las autoridades para intentar acabar de una vez con una situación que les avergüenza y que podría incluso suponer un peligro para su salud y seguridad.

Todo comenzó cuando una tutora de 4º de Primaria presentó a su clase para participar en un proyecto de Tenerife Espacio de las Artes (TEA) cuyo objetivo era acercar el arte contemporáneo a los alumnos. Su clase fue seleccionada y el proyecto que se les asignó fue ‘YesWe trash’, una propuesta de la artista tinerfeña ziREjA (Irene Sanfiel) para, según ella misma explica, “concienciar a los alumnos acerca de sus propias capacidades creativas” y también trabajar con aspectos del arte contemporáneo como el uso de distintos materiales que, en el caso de ziREjA, son residuos de todo tipo encontrados en la costa de Tenerife.

Los alumnos, utilizando las herramientas aportadas por ziREjA y su proyecto artístico, realizaron una escultura y varias acciones dentro y fuera del colegio para expresar su denuncia y rechazo al vertedero. “Parte del proyecto artístico consistía en salir del colegio y entonces fue cuando comprobamos la cantidad de basura que se estaba acumulando por fuera, algo que ya nos habían comentado desde el propio centro”, explica la artista. “Los exteriores se han convertido en un gran vertedero ilegal en el que muchos vecinos y otras personas tiran residuos, equipos electrónicos, residuos tóxicos, plásticos, escombros… y todo eso hace que el paisaje natural, en el que hay varios barrancos con especies autóctonas de flora, estén totalmente deteriorados. De hecho, el camino hacia el colegio es una escombrera”, denuncia.

Uno de los alumnos, con basura recogida en la zona. / ziREjA
Uno de los alumnos, con basura recogida en la zona. / ziREjA

ziREjA describe el paisaje que deben afrontar cada día esos niños cuando van a clase, una zona llena de desechos de todo tipo que se amontonan y desparraman por las laderas de los barrancos en dirección al mar. En algunas partes hay montículos formados por grandes cantidades de botellas, “como si algún bar vaciara allí su basura”, comenta. “Muchas veces se ha llamado al Ayuntamiento para que recoja toda esa suciedad, y entonces van y recogen algo, pero no lo limpian del todo. Así es como se ha formado este vertedero”, añade.

El proyecto realizado, que duró tres meses, incluyó una actividad que consistió en recorrer parte del barrio de Añaza recogiendo la basura que se iban encontrando. “Ese día los niños fueron más conscientes, de una manera más directa, del problema que había alrededor”, explica, ya que “la basura no se acumula solo junto al colegio, donde es todo un vertedero, sino que también hay mucha por todo el barrio, como descubrimos el día que dimos el paseo”.

Los propios niños, narra la artista, se iban quejando de la porquería que iban viendo. “Recogimos residuos plásticos que luego formaron parte de la escultura que creamos en el colegio y también hicimos una performance”, añade. Esta acción consistió en llenar bolsas con la basura encontrada en distintos puntos de Añaza, y llevarlas después a distintos lugares, como una oficina del Ayuntamiento, una asociación de vecinos o la comisaría de Policía del barrio. “Los niños les dejaban la bolsa con una pequeña leyenda explicando que esa era parte de la basura que estaba por fuera de su colegio y que si por favor les podían ayudar con ese problema”, dice ziREjA.

Vertedero ilegal junto al colegio Secundino Delgado, en Añaza. / FOTO: Fran Pallero

Ese paseo por calles sucias y descuidadas ayudó a estos alumnos a darse cuenta de la gravedad de la situación que viven a diario. Algunos, comenta ziREjA, contaron que ellos mismos habían visto a vecinos arrojar bolsas desde las ventanas o tirar basura en cualquier lugar. “Son unos guarros”, le dijeron avergonzados mientras recorrían el barrio.

El proyecto no solo les ha descubierto a estos alumnos que el arte es mucho más que una cuestión estética, sino que puede utilizarse para denunciar situaciones o llamar la atención acerca de realidades como la que en este caso preocupa a estos niños. A través de herramientas como la escultura y las distintas  performances dirigidas por ziREjA, los niños lograron concienciar a los padres y a los vecinos que fueron testigos de las acciones realizadas del problema que se ven obligados a afrontar a diario: la falta de civismo y de respeto por el medio ambiente. Pero también se ha logrado algo más.

Escultura realiza por los alumnos. / FOTO: Fran Pallero

El Ayuntamiento reacciona

Tras poner en conocimiento del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife la existencia del vertedero ilegal y de la acción llevada a cabo por los alumnos del Secundino Delgado, Dámaso Arteaga, cuarto teniente de alcalde y responsable de la Concejalía de Servicios Públicos, ha asegurado que “efectivamente se trata de vertidos ilegales de escombros” y ha señalado que este mismo martes se ha dedicado “un equipo especial de limpieza para retirar todos los vertidos”.

Arteaga ha recordado una vez más “la importancia de que todos acudamos a los puntos limpios para depositar escombros de cualquier naturaleza. Es una cuestión de civismo, de pensar y respetar nuestra ciudad y de cuidarla entre todos”.

“Quien ensucia o vierte escombros está dañando la ciudad, perjudicando a los vecinos y perjudicándose a sí mismo. Nosotros siempre vamos a estar ahí como ayuntamiento, dando respuesta y trabajando por una ciudad limpia, de la que nos sintamos orgullosos, pero necesitamos el concurso de todos. Es fundamental”, ha declarado a DIARIO DE AVISOS.

No obstante, Arteaga ha advertido que “estas conductas incívicas son perseguidas y la Policía local está muy atenta para detectar y sancionar a quien así se comporta. De hecho, ya hay algunos expedientes sancionadores y le aseguro que quienes son pillados se acaban por arrepentir al pagar la multa. Evitémoslo y actuemos todos como debemos”.

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