política

La presión social y periodística fuerza un acuerdo Madrid-Canarias para el 75%

Las gestiones de Ángel Víctor Torres y el amago de ruptura de Nueva Canarias con el PSOE allanan las dificultades para aplicar unas ayudas cuyo inesperado retraso generó gran malestar entre los isleños
El presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo (CC); el ministro de Fomento, José Luis Ábalos (PSOE), y la presidenta balear, Francina Armengol (PSOE) ayer en Madrid. Efe
El presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo (CC); el ministro de Fomento, José Luis Ábalos (PSOE), y la presidenta balear, Francina Armengol (PSOE) ayer en Madrid. Efe
El presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo (CC); el ministro de Fomento, José Luis Ábalos (PSOE), y la presidenta balear, Francina Armengol (PSOE) ayer en Madrid. Efe

Al final, lo que funciona con Madrid son dos cosas. Primero, que necesiten a los canarios para arrancarles una promesa. Luego, afearles la conducta hasta que la cumplan. Fue Nueva Canarias quien aprovechó el llamado voto 176, el de Pedro Quevedo, para conseguir el aumento al 75% en la bonificación a los viajes de los residentes canarios a la Península, que este año se ancla al REF para evitar que nos lo quiten cuando no seamos tan necesarios. Luego, cuando llegó el nuevo Gobierno de España, el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, aguó el verano a los canarios con su inesperado retraso de medio año, cuando en 2017 fue de aplicación automática. Bastaba con salir a la calle para detectar el tremendo enfado de la ciudadanía. Así que la respuesta adecuada ante el desprecio gubernamental fue el espantón de Ana Oramas (CC), las amenazas de ruptura del propio Quevedo y los contactos entre bambalinas de Ángel Víctor Torres (PSOE).

De camino ya venían dos proposiciones no de ley, presentadas ayer en la Cámara regional, una de los partidos nacionalistas y otra de los socialistas. Todo ello, después de que DIARIO DE AVISOS (cuyas portadas llegaron a la mesa del mismísimo Ábalos) pusiera el grito en el cielo desde el minuto uno.

Lo peor, lo de siempre: la vieja política. Que los partidos isleños se enzarzaran, aprovechando la desagradable novatada de Fomento, en una escalada de críticas trufada de mentiras, cuando todos (salvo Podemos, que se abstuvo) votaron a favor de la enmienda pactada entre NC y el PP.

Al final, basta con un acuerdo del Consejo de Ministros (ni tan siquiera un acto normativo) para la aplicación inmediata. Justo lo que pone la enmienda de marras. Como dijo aquel, “con los catalanes no se hubieran atrevido”. No le falta razón, no.

TE PUEDE INTERESAR