El Pabellón Quico Cabrera de Santa Cruz de Tenerife está prácticamente listo para acoger el Mundial de baloncesto femenino del próximo mes. Pese a algunos detalles, lógicos al haberse llevado a cabo una profunda reforma, lo cierto es que en la prueba de ayer, de la que formaron parte dos equipos femeninos y otros tantos masculinos, nada falló, especialmente en todo lo que tenía que ver con marcadores y canastas.
United La Salle Basketball, Tenerife Central, Real Club Náutico de Tenerife y CB Santa Cruz fueron los encargados de llevar a cabo los primeros ensayos, que fueron lo más realistas posibles, sonando, por ejemplo, el himno de España en dos ocasiones cual ceremonia anterior a un compromiso mundialista.
Los marcadores, tanto los de fondo como los de posesión, situados sobre las canastas, funcionaron sin ningún inconveniente, del mismo modo que los postes que sostienen los aros no tuvieron problemas con los anclajes -para ello, para que realizaran mates entre otras cosas, se llevaron a los dos conjuntos masculinos-, y la megafonía, que suele dar algún tipo de quebradero de cabeza en estos primeros tests, también estuvo a la altura.
El único inconveniente, lógico al estar todavía finalizando algunos ajustes en las obras, era que el polvo causaba algunos resbalones en el parqué, pese a ser limpiado para que las jugadoras y los jugadores no sufrieran ningún percance.
En esta primera prueba, además de los clubes convocados, se dieron también cita padres y madres, que quedaron “encantados” con el resultado final como pudo comprobar DIARIO DE AVISOS.
Aún quedan detalles por pulir, pero el Quico Cabrera ha logrado renovarse para la cita más importante del planeta en lo que se refiere a baloncesto femenino de selecciones nacionales.